El fuerte viento en el sureste australiano fusionó ayer a dos de los megaincendios que afectan a ese país y los convirtieron en uno que alcanzó cuatro veces el tamaño de Nueva York.
"Los vientos cálidos y secos vuelven a constituir un verdadero desafío" dijo Shane Fitzsimmons, jefe de bomberos en Nueva Gales del Sur. En las localidades de Tumut y Tumbarumba, a 411 kilómetros al suroeste de Sydney, "un par de focos están convergiendo en varios lugares. El resultado es otro complejo de fuegos que se han unido para crear otro enorme problema", agregó Fitzsimmons a NSW.
Mientras la ciudadanía salió a manifestarse contra las autoridades por su manejo de la catástrofe, que ha dejado 26 personas muertas, mil millones de animales calcinados, más de 2.000 casas reducidas a cenizas y que ha afectado al equivalente a la superficie de Irlanda, el Gobierno pidió 240.000 personas más, vía mensajes de texto, que abandonen diversas zonas amenazadas por los incendios forestales en el estado de Victoria, una jurisdicción vecina a Nueva Gales del Sur, declarada en estado de desastre.
40 grados Celsius
Las temperaturas rondaron ayer los 40 grados en diversos puntos de Australia, mientras que se esperaba que durante la noche recrudecieran las condiciones y se avivaran los incendios.
Un frente frío se desplazaba hacia el centro y la costa este de Victoria con vientos de hasta 90 kilómetros por hora, según alertó la Oficina de Meteorología que ha puesto en alerta a la zona de East Gippsland, la Región Alpina y el noreste de este estado australiano.
En Victoria, estado que en febrero de 2009 vivió el peor incendio de la historia de Australia, con 173 fallecidos, se emitieron seis alertas de emergencia y tres de evacuación antes de que comience la noche por considerarse que los fuegos pondrían en riesgo la vida de las personas.
En el estado aledaño de Nueva Gales del Sur, unos 3.300 bomberos luchan contra 137 incendios, de los cuales 66 arden sin control. El cambio de los vientos provenientes del sur, que crearán una situación errática y agravarán varios de los focos, han puesto en peligro la región alpina, colindante con Victoria, así como la localidad de Coonabarabran, a 459 kilómetros al oeste de Sydney y que aloja un poderoso telescopio astronómico.
26 personas han fallecido a raíz de los múltiples incendios forestales que afectan a Australia.