"Estaba abierto a una nueva Constitución, pero el boicot a la PSU fue la gota que rebalsó el vaso"
"No queremos que el partido más grande de Chile se quiebre por el plebiscito", sentencia el senador de RN Francisco Chahuán, al negar categóricamente que la tienda esté dividida por quienes son partidarios del Sí y el No en el plebiscito del 26 de abril. El legislador remarca que la posición final la tomará el Consejo General.
- La semana pasada, la totalidad de los senadores de RN, salvo Manuel José Ossandón, y una mayoría de los diputados señalaron que trabajarán por el No propositivo en el plebiscito. ¿Qué lo hizo cambiar de posición, ya que fue uno de los primeros en manifestarse a favor de una nueva Constitución?
- Inicialmente estaba abierto a una nueva Constitución. La violencia me hizo cambiar. El boicot a la PSU fue la gota que rebalsó el vaso. Esa jornada, donde miles de jóvenes quedaron sin poder ejercer un derecho, nos hizo cambiar la decisión.
- El senador Ossandón responsabiliza el Gobierno y no al CRUCh de no haber previsto lo que ocurrió.
- No, el responsable es el Demre. Ellos analizan el escenario y son los que deben solicitar las medidas. Esta era una amenaza que estaba en todas las redes sociales, pero no se tomaron los resguardos necesarios.
- El 31 de octubre señaló que las constituciones no estaban escritas en piedra y que la actual había que modificarla.
- Y lo mantengo. Cada 40 años se producen quiebres institucionales. Comenzaron con la guerra de la independencia, la batalla de Lircay, la Guerra Civil el 91, la República Socialista de Marmaduke Grove y el quiebre de la Constitución del 25, la del Seguro Obrero y la crisis del 73. Este estallido parte de la necesidad de hacerse cargo de la sensación de abuso y desprotección de la sociedad chilena y, segundo, por la ausencia de confianza. Entonces, en este contexto, insisto en que las constituciones no se escriben sobre piedra y que es necesario actualizar el pacto social y restablecer la casa común. Yo le solicité al Presidente, a los seis meses de su Gobierno, que se venía una crisis de trato de las regiones respecto a Santiago, respecto del género y de los invisibilizados, pero no hubo reacción del mundo político, faltó visibilizar el Chile real donde los más vulnerables se sientan parte de este proyecto colectivo. Ahora, siempre he sostenido que el Congreso es un espacio legitimado para hacer las reformas. Cuando se deslegitima el Congreso desde el propio Congreso, estamos en un problema.
- Pero estuvo a favor del acuerdo constitucional que fijaba un itinerario.
- Los que participamos del acuerdo del 14 de noviembre -que se dio en condiciones bien particulares, porque existía la posibilidad de que al día siguiente se produjera una corrida bursátil y bancaria que la logramos contener a través de este pacto- luchamos para que hubiese un plebiscito, porque algunos creían que había que pasar directamente a la constituyente. Bueno, a partir de ese acuerdo se generó un proceso institucional que todavía se está adecuando. Sin embargo, los niveles de violencia y de impunidad y el hecho de que la oposición no haya asumido el rol que nos tocó desempeñar a aquellos que acompañamos el proceso de acuerdo, y que hoy malgastan el tiempo de deliberación política del Congreso en acusaciones constitucionales, en interpelaciones, en no darle tregua al Gobierno y no sacar adelante las reformas: Fonasa, pensiones, el fin de los abusos de las isapres... Bueno, con ese nivel de irresponsabilidad de la cultura del show y el espectáculo, del reality que se da en la Cámara, con diputadas que llegan a votar encapuchadas, es una cultura que no facilita el acuerdo que el país necesita. Por otra parte está la calle, donde un pequeño grupo de violentistas se sienten dueños de los espacios públicos y donde la oposición no es capaz de condenar la violencia sin ambigüedades.
- ¿Implica que no están las condiciones para hacer el plebiscito?
- Están dadas las condiciones para que lo haya. Soy partidario del plebiscito porque no se le puede tener miedo a la democracia, pero RN quiere trabajar por este No propositivo. Creo que la violencia frustrará que ese proceso se conduzca en la línea correcta. Un proceso constituyente que se dé en medio de un escenario de violencia nos puede llevar en cualquier dirección. Pero tampoco soy de la idea de Allamand, de que estamos ad portas de una crisis como la del 73.
- ¿Qué significa un No propositivo?
- Un rechazo con contenidos. Esto implica decir no a la modificación por un órgano constituyente, con barras bravas presionando afuera de la Constituyente. Entonces, implica el No puesto con el corazón en las reformas sociales con el acuerdo en materia previsional que tendrá un sistema mixto y donde esperamos que la oposición sea capaz de defenderlo cuando los llamen traidores. O que seamos capaces de avanzar en un plan universal de salud, en materia de reforma tributaria o en la ley corta de descentralización, pero también debe incluir reformas constitucionales.
- ¿Cuáles?
- Primero, un cambio del sistema político, pasando del presidencial al semipresidencial, con un mayor contrapeso entre el Ejecutivo y el Legislativo y un mayor control ciudadano en la actividad política. Segundo, abordar el término de los abusos y para eso se requiere la creación del Ombudsman, avanzar en el fortalecimiento del Sernac, con regulaciones de mercado para terminar con las colusiones y fortaleciendo las asociaciones de consumidores. Tercero, avanzar hacia un estado unitario descentralizado con más competencias, recursos y atribuciones para los gobernadores regionales. Y cuarto, fortalecer las garantías constitucionales, avanzando hacia un país multicultural.
- Este vuelco en RN para muchos son sólo excusas, porque en Chile Vamos nunca han estado a favor del proceso.
- Lo que está claro es que se está generando una nueva articulación oficialista en torno al rechazo.
- Así como han quedado las cosas, RN se suma a la posición que ha manifestado la UDI. ¿Qué los diferencia?
- Nuestro No es distinto al de la UDI y al de José Antonio Kast. Nuestro No tiene contenido programático si es que gana la opción apruebo. Además, en el proceso constituyente nos vamos a jugar por la paridad, vamos a tener escaños reservados para pueblos indígenas y vamos a ver qué pasa con la convención mixta, donde parte de los parlamentarios integran esa instancia.
- ¿RN se dividió?
- No. El próximo 25 de enero vamos a tener el Consejo General y vamos a respaldar la posición de la mesa de dejar en libertad de acción a los militantes. No queremos que el partido más grande de Chile se quiebre por el plebiscito.
- ¿Carlos Larraín llegó a poner orden?
- Él juega un rol. Fue 9 años presidente del partido. Tiene su opinión y una influencia en las bases del partido, pero el partido ha conducido eficazmente el cambio social y la decisión la tomará el Consejo General.
- El proyecto que afectará el derecho a reunión está generando una nueva polémica.
- Es importante regular aquello, porque los convocantes a las marchas tienen que hacerse cargo de la destrucción de la propiedad privada. Lo que ha ocurrido en Chile es que la violencia se ha normalizado y cuando los países normalizan la violencia y la impunidad entramos en una espiral en que sabemos cómo empieza, pero no cómo termina.
- Pero el derecho a reunión está garantizado en la Constitución. ¿Cómo se puede regular sin afectarlo?
- El derecho a reunión es un derecho esencial que es la salvaguarda de la democracia, pero hay que hacerse responsable de la destrucción de la propiedad pública y privada y que seamos capaces de convivir en democracia. O sea, no debe restringirse el derecho a reunión, sino que regularse las consecuencias de la destrucción producto de la convocatoria a manifestaciones que terminan en violencia.
"Los que participamos del acuerdo del 14 de noviembre (…) luchamos para que hubiese un plebiscito, porque algunos creían que había que pasar directamente a la constituyente". "Las condiciones para que haya plebiscito sí están. Soy partidario del plebiscito porque no se le puede tener miedo a la democracia, pero un proceso constituyente que se dé en medio de un escenario de violencia nos puede llevar en cualquier dirección".