Confianza empresarial cae a su nivel más bajo desde el inicio de la crisis
REGIÓN. El informe elaborado por la Asociación de Empresas de la V Región, con el apoyo de la Universidad de Valparaíso, mostró un retroceso de 28 puntos en el mes de diciembre.
La realidad económica que vive la Región de Valparaíso no dista de lo que sucede en el resto del país tras el estallido social. Aunque, para ser justos, si bien es un ingrediente importante del acontecer económico, no es el único, pues ya antes de la crisis los números que arrojaba el territorio no eran los mejores. Y de hecho, ya el último Indicador de Actividad Económica Regional (Inacer) -antes de su abrupta interrupción- evidenciaba que la zona era la única del país que registraba un retroceso.
Y esa tendencia, obviamente, tras los sucesos de octubre se ha ido acrecentando. Así lo demuestra también el último Índice de Confianza Empresarial (ICE) correspondiente al mes de diciembre. El documento que mide la percepción del sector productivo en seis áreas de la economía local (Transporte, Comercio, Construcción, Financiero, Industria y Servicios Empresariales) mostró una abrupta caída que llegó a los 28 puntos en comparación al informe anterior del mes de septiembre.
De esta manera, en sólo un trimestre el indicador descendió tres niveles, desde "levemente pesimista" hasta "muy pesimista", siendo el más bajo desde que se comenzó a aplicar el indicador en la región. Es así que cinco sectores de los que considera el instrumento presentaron un retroceso en esta edición: Comercio, Transporte, Construcción, Industria y Servicios Empresariales.
"Para el desarrollo de este informe se levantó información durante todo el mes de diciembre, evidenciando los efectos de la crisis social en la economía regional", comentó Ricardo Guerra, presidente de la Asociación de Empresas de la V Región (Asiva), entidad que elabora el documento con el respaldo de la Universidad de Valparaíso (UV).
El líder gremial remarca la relevancia que tiene el indicador, pues permite proyectar la tendencia a la cual se dirigirán los distintos sectores económicos, que son los más importantes en el territorio. "Es uno de los aspectos que debemos tomar en consideración, pues los niveles de la confianza empresarial determinarán la evolución de diferentes aspectos económicos, así como también el desempeño y desarrollo de nuestra región", enfatizó Guerra.
Comercio lidera baja
El rubro que presentó la mayor variación negativa en el último mes de 2019 fue Comercio, que presentó una disminución de 97,3 puntos. Si en septiembre del año pasado su valoración alcanzaba 43,8 unidades, en diciembre descendió a -56,3.
Esto obedece -explica el ICE- al impacto que se ha generado principalmente por menores proyecciones en la situación del negocio y la menor solvencia económica provocada por la caída en las ventas.
Sin embargo, dicha área no es la única que presentó variaciones negativas. En el caso de Transporte, la valoración cayó casi en 19 puntos entre septiembre y diciembre, pasando de -23,8 a -41,6; en Construcción la caída fue de 39 puntos (de -6,5 a -45,5); en Industria la baja llegó a 10,1 (pasó de -19,3 a -29,4); mientras que en el caso de Servicios Empresariales la variación alcanzó una disminución de 43,5, pasando de un -0,5 en septiembre a -44 en diciembre.
El único sector que evidenció un alza fue el Financiero, con un 5,4, que de un -9,5 alcanzó un -4,2.
Frente a las cifras, Guerra manifestó su inquietud por la repercusión que pueden tener en varios aspectos como, por ejemplo, la empleabilidad. "Nos preocupa que la menor confianza del empresariado local se vea representada por menores tasas de inversión o atrasos en el inicio de proyectos regionales, pues impactará directamente en la generación de empleos y el crecimiento de nuestra región", dijo el titular de la industria local.
Ante tal escenario, explicó que se está trabajando en torno a generar polos que permitan mejorar las perspectivas económicas y así atraer capital al territorio.
"En Asiva estamos trabajando colaborativamente para generar iniciativas que favorezcan el interés por invertir y desarrollar o potenciar industrias locales, como es el caso de las tecnologías de la información, la innovación en las industrias extractivas para mejorar nuestra matriz productiva o la eficiencia en la extracción y consumo de aguas, etc.", puntualizó.
También manifestó que hay otros sectores importantes en la zona, sobre todo en esta época, y sobre los cuales se está pendiente en términos de dinamización de la economía.
"Estamos muy expectantes con la evolución de la actividad en el sector turismo, pues nos encontramos en temporada alta y es muy relevante para la economía regional el desarrollo de este importante sector", subrayó.
Percepciones
El informe también mide una serie de percepciones que se relacionan con la proyección de los distintos sectores económicos. En ese ámbito, cuatro de las seis previstas evidenciaron un retroceso entre los encuestados.
Ellas fueron "situación de la economía", "situación del negocio", "precio de los insumos" y "número de trabajadores". En tanto, hay mejores perspectivas en lo relativo a "demanda nacional" y "nivel de inventarios".
Respecto a los resultados del ICE, el director de la Escuela de Negocios Internacionales de la Universidad de Valparaíso, Lisardo Gómez, manifestó que frente al negativo escenario de la economía nacional e internacional, las perspectivas empresariales de la región han empeorado desde la última medición realizada en septiembre de 2019, sobre todo en el contexto de la crisis social que vive el país.
"De levemente pesimista, más bien debido al contexto internacional, lo incidente de la guerra comercial y ante ligeras caídas en la actividad de algunos sectores, se ha pasado a un escenario muy pesimista, esencialmente inducido por el llamado estallido social y sus consecuencias políticas, económicas y, por supuesto, sociales", advirtió el académico.
El principal problema
En ese aspecto, para el experto el principal inconveniente pasa por la falta de certezas respecto a lo que ocurrirá, pues el escenario es cambiante. En ese plano, remarcó el impacto sufrido por el comercio que es el sector que evidencia las peores perspectivas en materia de confianza.
"Se ha generado un nivel de incertidumbre tal que se detiene la inversión real doméstica e internacional; emigran o no vienen capitales que buscan un panorama de riesgo más manejable. Se detiene principalmente la actividad comercial que presentó la caída más fuerte, (-97,3). Caen las ventas, se desarticula la producción en los encadenamientos de mipymes y grandes empresas, y con ello comienza a aumentar el desempleo y se asoma una recesión técnica", un panorama sombrío que también se acrecienta por la falta de definición de las autoridades.
"Todo esto, sumado a la poca claridad de las autoridades públicas y privadas en cuanto al desarrollo de la región hace que la visión sea bastante negativa", puntualizó el especialista de la Universidad de Valparaíso.
"Nos preocupa que la menor confianza del empresariado local se vea representada por menores tasas de inversión o atrasos en el inicio de proyectos regionales".
Ricardo Guerra, Presidente de Asiva
Escala de interpretación de valores
En septiembre de 2017 se entregó el primer Índice de Confianza Empresarial (ICE) para la Región de Valparaíso. Más de 100 altos ejecutivos de empresas del territorio son consultados en la elaboración del instrumento que utiliza la metodología diseñada por el Centro de Estudios en Economía y Negocios (CEEN) de la Universidad del Desarrollo, con adaptaciones a la realidad de la región. El nivel está determinado según la escala de interpretación de valores ICE, que oscila entre 45 puntos o más (extraordinariamente optimista) y -45 o menos (extraordinariamente pesimista). De acuerdo a ello, los encuestados dan a conocer sus impresiones.
28 puntos retrocedió el Índice de Confianza Empresarial (ICE) a diciembre de 2019, y el sector que más contribuyó a ese descenso fue el Comercio, con una variación de -97,3 unidades.
19,8% cayeron las ventas del comercio minorista regional durante el pasado mes de noviembre, la variación más negativa desde que se lleva registro de la actividad.
2020. Las perspectivas para este año no son mejores para el gremio del comercio en la zona, considerando la incertidumbre que existe respecto a la crisis social y las consecuencias del impacto ya recibido por el sector.