Calle Valparaíso vive su peor temporada: comercio espera salvar el verano con el Festival
COMERCIO. Locatarios enfrentan temporada donde escasean turistas. Las ofertas y precios bajos son la mejor forma en que pueden revertir los malos resultados.
Desde avenida Valparaíso hasta plaza Sucre, en Viña del Mar, locatarios del sector ansían un mes de febrero distinto a lo que se vivió a principios de año.
Es que el alto número de turistas al que estaba acostumbrada la ciudad durante los veranos no se hizo presente este año 2020, lo cual trajo cuantiosas pérdidas a los bolsillos del comercio viñamarino.
Ahora febrero concentra las esperanzas de quienes trabajan en el centro de la Ciudad Jardin, uno de los puntos emblemáticos de la otrora capital del verano. Las ventas podrían recuperarse para retomar un camino distinto al mes de enero, más aún con la proximidad del Festival de la Canción.
Febrero es repunte
El estallido social, que se inició en la región el 19 de octubre, parecía ser uno de los factores claves para una crisis en el turismo de la zona. Y sí que lo fue. Aún está vivo el recuerdo en la retina de los viñamarinos de las centenares de personas que llegaron desde Valparaíso marchando hasta Plaza Sucre el año pasado, espacio no sólo de concentración para los manifestantes, sino que un sector inmolado por las protestas, barricadas y saqueos en un radio de pocas cuadras desde donde se erigen sus palmeras.
El encargado del local Cevasco, Giacomo Cevasco, a pesar de la normal afluencia del público local, remarcó que no hay que perder de vista lo que está sucediendo con el país. Si bien otros años han sido mucho mejores que el actual, en cuanto a las ventas y ofertas en el comercio, recalcó que hace falta una campaña de alto impacto en conjunto con las autoridades para atraer al público extranjero.
El comerciante dijo a este Diario que "este verano ha sido catastrófico. Antes, por estas fechas la avenida Valparaíso estaba entregada a los turistas de la ciudad de Mendoza. Este verano, para ser sincero, me he encontrado a tres personas de origen argentino comiendo en el local. Puedo rememorar el pasado, y puedo recobrar los atractivos de la avenida céntrica de Viña del Mar, en la que habían títeres, shows callejeros, pequeñas bandas de música y un tren que giraba por el cuadrante del centro lleno de niños sonriendo. Hoy no queda nada de esto", lamentó Cevasco, quien, sin embargo, cree que el Festival de la Canción atraerá los últimos veraneantes a la Quinta, sumado a un aumento de sus ganancias, "paupérrimas", según él, durante enero.
"Debe existir una campaña turística ligada a la política y a los paradigmas sociales. Una campaña de verdad, internacional. De nada sirve quedarnos con el Festival y con el nombre de las playas del litoral costero escritas en un panfleto", comentó el dueño del emblemático local Cevasco.
Por su parte, la garzona del restaurante de comida rápida, "Un buen Gusto", Yudmary del valle Melías, aseguró que los turista argentinos han llegado muy poco a la ciudad. "Los veranos de años anteriores que llevo trabajando aquí llegaban bastantes argentinos, brasileños y hasta colombianos. Hoy los tengo contados con los dedos de la mano: 5 colombianos que llegaron a comer durante enero. Y serán unos 15 a 20 argentinos que he atendido durante todo el verano. Además la contingencia social que se vive hoy en Chile lo hace todo más difícil. Aquí al frente, en plaza Sucre, es un espacio de concentración regular para los manifestantes". Sin embargo, la trabajadora recalcó que el Festival Internacional de la Canción de la ciudad de Viña puede traer mayor público durante los últimos días de febrero.
Una similar opinión tiene la vendedora de la Feria artesanal de Villanelo, Patricia Cisternas, quien culpa las movilizaciones en plaza Sucre y recalca que el Festival de la Canción recuperará algunas pérdidas económicas que trajo el 2020. "Esta feria internacional llamaba la atención de todos los extranjeros que venían a visitar el centro de Viña del Mar. Este verano ha estado muy bajo el número de turistas. La cantidad de extranjeros que venían a comprar algún recuerdo o apreciar la orfebrería chilena ha desaparecido y estamos preocupados".
TURISTAS COMPRENSIVOS
En tanto los turistas, de a poco llegan a veranear por el borde costero de Viña del Mar. Según locatarios de negocios cercanos a la avenida de Valparaíso, algunas de las mesas vacías comienzan a llenarse con clientela, pero deben ingeniárselas para atraer a los turistas.
Desde Mendoza, Moisés Moral llegó junto a su familia a la región. Su afán es "apreciar el azul estridente del mar por avenida Perú y aprovechar la brisa marina que se esparce por el centro de la ciudad". Entiende lo que la gente de Chile está protestando. "Nosotros compartimos la causa social que trae consigo el estallido social para los chilenos. A pesar de que no nos hemos cruzado con ninguna marcha, los diarios y la televisión te lo repiten todos los días", comentó el mendocino, quien junto a su familia planean asistir al Festival de Viña para ver al cantante Ricky Martín.
Por su parte, el alemán Iván Heimann, a pesar de llevar unos días en Viña del Mar, remarcó que "las marchas son por una razón, y el Gobierno debería buscar una solución. La verdad es que me he topado con algunas concentraciones en la plaza (Sucre), pero no fue tan violento. Para ser sincero, vine aquí a las playas de la zona para disfrutar del sol".
"Este verano ha sido catastrófico. Antes por estas fechas la avenida Valparaíso estaba confiada a los turistas de la ciudad de Mendoza".
Giacomo Cevasco, Dueño de locales Cevasco
"Los veranos de años anteriores que llevo trabajando aquí llegaban bastantes argentinos, brasileños y hasta colombianos".
Yudmary del Valle Melías, Garzona en el "Buen Gusto"
20 argentinos