"Espero que no sea sólo un cambio de nombre como sucedió con la PAA y la PSU"
A días de que terminara el proceso de rendición de la Prueba de Selección Universitaria (PSU) en todo el país luego de tres intentos, el rector de la Universidad Viña del Mar (UVM), Carlos Isaac Pályi aborda el rol de las instituciones privadas en el Chile actual, lo que ha hecho el plantel en materia de equidad y por qué no está convencido del cambio que propone el Demre al examen de admisión a la educación superior.
- ¿Qué le parece la propuesta del Demre para cambiar la PSU?
- No se conoce en detalle la propuesta, pero lo que ha salido a la luz pública del Demre creo que es más de lo mismo, es de esperar que no sea solamente un cambio de nombre como sucedió con la PAA y la PSU, dado que el sistema actual no asegura la disminución de las brechas de equidad para los alumnos provenientes de los liceos municipales.
- ¿Por qué es más de lo mismo?
- Cuando se lanzó la PSU también se prometió que sería más equitativa que la PAA y hoy no hay consenso que eso haya sucedido. Los cambios que se han anunciado para esta nueva prueba la hacen parecerse a la antigua PAA y esto nos da cuenta que, al parecer, los cambios se producen en un círculo. Pero en lo que sí hay consenso es que los resultados de estas pruebas no son un buen predictor del éxito académico en la universidad, la correlación es muy baja. Por otro lado, lo que sí podría predecir es el comportamiento de pago de los estudiantes y sus familias, y eso puede motivar a no hacer cambios de fondo.
- A su juicio, ¿cómo debería ser el sistema de admisión, entonces?
- Es importante tener una prueba estandarizada porque le da transparencia al sistema, sin embargo, no debe ser la única vía. En el sistema actual no existe una correlación entre el resultado de la prueba y el rendimiento futuro del alumno en la educación superior. Es por ello que es importante fortalecer otros medios de admisión como los programas propedéuticos, entrevistas directas e ingreso vía beca deportivas, entre otros. Lo relevante aquí es que los sistemas de apoyo financieros no estén amarrados solo a esta prueba estandarizada porque esto sí provoca una desigualdad y las brechas se amplían, por ende, también deberían estar asociadas a estas otras vías de ingreso.
- Ustedes tienen un propedéutico.
- Desde el año 2012 que funciona, este programa inició como pionero a nivel regional y con el objetivo de dar acceso a la educación superior a estudiantes de 4° medio, de buen rendimiento académico, pero que pertenezcan a colegios y liceos vulnerables de la región. Nuestro programa es parte de la Red de Propedéuticos Unesco. Ya en el año 2017 tuvimos nuestros primeros alumnos titulados, lo que nos demuestra que los talentos están igualmente distribuidos en la sociedad, esto independiente del nivel socioeconómico o dónde hayan estudiado los jóvenes.
- ¿Cuáles son los principales desafíos para un nuevo sistema de admisión con la educación tal cual está y con las brechas sociales?
- El desafío más importante es que el financiamiento vaya a los estudiantes que más lo necesitan, eso quiere decir que no debiesen existir becas asociadas a puntajes mínimos porque esto amplía la brecha, pues todos sabemos que los jóvenes que vienen de educación municipal no tienen puntajes altos en la PSU, como es el caso de los alumnos que ingresan a la UVM, universidad regional. Otra posible traba para la equidad es la conformación del comité técnico de acceso para el subsistema universitario, porque no es representativo de la realidad de la educación actual.
- ¿Por qué no es representativo?
- El actual Sistema Único de Acceso (SUA) -creado por el CRUCH- ha sido una fuente de inequidad para el sistema universitario. En primer lugar porque deja fuera de su sistema a los alumnos de menos de 450 puntos, que en su mayoría provienen de liceos municipales y de los servicios locales de educación (SLE). Cada año cerca de 80.000 jóvenes se quedan fuera de este sistema, esto como si la culpa fuera de ellos y, simplemente, no tuvieron oportunidades previas de calidad, por lo tanto no podemos abandonarlos. En segundo lugar, el SUA no permite tener más de un 15% de admisión especial. ¿Qué significa esto? Que principalmente se deja afuera a una gran masa de trabajadores que buscan a través de los estudios superiores nuevas oportunidades laborales, reinventarse o simplemente desarrollar nuevas inquietudes intelectuales. Este límite autoimpuesto por el SUA no hace más que cerrar las puertas a quienes provienen del mundo laboral y aumentar la iniquidad de acceso a la educación universitaria. Afortunadamente existen universidades privadas como la Universidad Viña del Mar, que apuestan por ellos y les dan una nueva oportunidad. La reforma a la educación superior establece el Comité Técnico de Acceso al Subsistema Universitario y de los 8 miembros que lo componen, 5 son rectores del CRUCH, por ende es el continuismo del SUA. Entonces la pregunta que debemos hacernos es ¿por qué deberíamos esperar algo distinto?
- ¿De qué forma la PSU ha afectado a las universidades privadas? ¿Y de qué forma puede afectarlas un cambio a este sistema de selección?
- Más que afectar a las universidades privadas, la PSU y todo el sistema ha afectado a los estudiantes provenientes de establecimientos municipales. Ellos no necesitan una nueva prueba de selección a la universidad, simplemente requieren un acceso más directo y ayuda financiera para demostrar cuanto pueden rendir. Las instituciones que se atreven a apostar por estos estudiantes requieren que los sistemas de aseguramiento de calidad reconozcan esta situación y adecúen los criterios de calidad a esta realidad. Mientras esto no suceda la iniquidad va a persistir, por lo que urge una manera más progresiva de distribuir los casi dos mil millones de dólares que se asignan anualmente sólo a unas pocas universidades.
- Ud. es rector de una universidad privada, un concepto que parte del movimiento social critica, pues lo asocia a una educación de mercado. ¿Qué le parece ese concepto?
- La educación superior en Chile ha mejorado su equidad desde el año 90 a la fecha. La cobertura del primer quintil subió de un 4% a un 32% y la matrícula aumentó de 250 mil a un millón doscientos mil estudiantes. Notable avance, especialmente gracias al desarrollo de las universidades privadas. La universidades privadas han sido un motor relevante como aporte al desarrollo del país. Nuestro sistema de provisión mixta ha ayudado a la mejora del sistema universitario chileno. Ha aumentado la diversidad y se han desarrollado proyectos educativos con distintos enfoques, lo que le hace muy bien al pluralismo que necesita nuestra sociedad. Sin las universidades privadas, 350.000 alumnos no tendrían acceso a la universidad.
- ¿De qué forma las universidades, estatales y privadas, pueden aportar a la equidad que piden los estudiantes, pero que también se busca a nivel de sociedad?
- El sistema universitario puede aportar con el desarrollo de sus proyectos educativos. Apostando por sectores de la población que históricamente no han accedido a la educación superior. Esto exige programas de estudio y modalidades más flexibles, acorde con las necesidades de un estudiante más diverso. Esto requiere conocer de manera más cercana a este nuevo perfil e innovar en la búsqueda de sistemas de acompañamiento que aseguren su éxito en la educación superior. Lamentablemente, las condiciones actuales del sistema de educación superior inhiben estas nuevas iniciativas. La reforma de educación superior pone su énfasis en el control y no en la innovación. Para qué hablar del sistema de aseguramiento de la calidad que busca definir estándares y uniformar el sistema. Esta estructura no ayuda a los proyectos que buscan más equidad.
"Los cambios que se han anunciado para esta nueva prueba la hacen parecerse a la antigua PAA y da cuenta que, al parecer, los cambios se producen en un círculo". "El actual Sistema Único de Acceso (SUA) -creado por el CRUCH- ha sido una fuente de inequidad para el sistema universitario".