Jorge Jil, alcalde de Olmué, conoció de la controversia en 2018, cuando se desempeñaba como concejal. "Vecinos denunciaron que se estaban realizando obras de captación de agua en un predio de Quebrada Alvarado, y que podría estar incumpliendo con el radio de protección de los pozos de los vecinos", comentó.

Acerca del hecho de que la DOM no informara del proyecto, Jil estimó que éste se tramita hace 3 años, con algunas dificultades. "Quiero pensar que el director actuó de buena fe, pero lo que reprocho es que la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones es explícita en señalar de que tiene la obligación de informar en un determinado plazo la nómina con los anteproyectos, subdivisiones y permisos otorgados por dicha repartición municipal", dijo el alcalde, quien anunció un sumario para establecer responsabilidades de los hechos.

Finalmente, Jil solicitó a la seremi de Vivienda una revisión de los antecedentes que permitieron la aprobación del permiso de obras, ante eventuales vicios.

Francisco Meneses V.

La polémica está desatada en Olmué, luego de que el Concejo Municipal de la localidad aprobara el permiso de obra para la construcción de un centro turístico en el sector El Venado, en Quebrada Alvarado.

Según lo indicado por el concejal Pablo Altamirano (PS), lo que se está levantando en el sector es un "parque acuático", el que impactaría de sobremanera en el suministro de agua para las familias del sector, afectadas por la sequía.

En cambio, el empresario y exdirigente vecinal Ricardo Ríos, uno de los impulsores de la iniciativa, aseguró que se trata de un "parque eco-recreativo" que se instalará en la zona y que en ningún momento se contempló edificar un centro acuático.

Proyecto en regla

Según Ríos, la idea del "parque ecorecreativo Petru-KO" nació en 2016. Al año siguiente, la sociedad Centro Recreativo e Inversiones Las Trancas, acudió a la Dirección de Obras Municipales de Olmué (DOM), para solicitar el permiso de construcción respectivo.

"En ese entonces, la iniciativa no contaba con toda la documentación necesaria para su funcionamiento, por lo tanto se da un plazo prudente de 3 meses para reunir los antecedentes que faltaban y, la verdad, no lo pudimos reunir en la fecha, por lo tanto se paraliza el proyecto", señaló Ríos.

La construcción se estancó por más de un año, añadió, "hasta que pudimos cumplir con toda la normativa vigente para poner en funcionamiento y solicitar los permisos de obra nueva, nuevamente, lo que fue otorgado ahora, a principios de enero". Además, el proyecto cuenta con los permisos de las seremías de Salud y Agricultura, como de la Dirección General de Aguas.

Una de las primeras personas que conoció el proyecto en ese momento fue Pablo Altamirano, en su calidad de presidente del Agua Potable Rural (APR) de la Quebrada Alvarado y como vecino del predio donde se levanta el centro.

"Me llama el señor Ricardo Ríos pidiéndome una reunión, a lo cual yo accedí como accedí a todas las reuniones con toda la gente del pueblo", explicó el actual edil.

Uso de agua

De acuerdo al relato de Altamirano, "uno de los datos duros que me dio (Ríos) es que el proyecto necesitaba consumir 6 litros por segundo". A su juicio, el impacto en la sostenibilidad del sector Quebrada Alvarado y de Olmué en general, se vería en riesgo.

"Es un proyecto que va a consumir una gran cantidad de agua en relación a este acuífero, que es muy pequeño si lo comparamos con el del Aconcagua", puntualizó el concejal, añadiendo que "como población en la Quebrada Alvarado, tenemos un consumo de 10 litros por segundo, que sería como un 0,01% de lo que usa Los Andes".

Altamirano estimó que el "parque acuático", generaría una serie de afectaciones en los derechos de agua "a privados o algunas APR y cooperativas. Eso sería una discusión en tribunales y una discusión jurídica al final del día, tenga o no tenga la razón", además de ciertos daños tangibles.

En un video que difundió por redes sociales, Altamirano mostró como dos caudales de agua caen en un estanque dentro del predio. "En esos caudales que están cayendo, un entendido va a certificar que por lo menos están cayendo 4 litros por segundo", comentó el concejal.

Según indicó Altamirano, traduciendo esa cifra al consumo de la población de Quebrada Alvarado, basándose en que con un 1 litro de agua se abastecen 100 familias, "sacando los cálculos aproximados, debiera ser 800 litros de agua diarios por casa y podrían ser hasta 1.000, porque hay familias que no consumen".

Fustigan a edil

Por contraparte, Ríos aseguró que en la reunión de 2016 con Pablo Altamirano, hubo "negociaciones con nosotros, efectivas, y ofreció agua de su pozo que tiene 2 litros por segundo, que es un pozo de noria", sin llegar a un acuerdo.

"Si nosotros teníamos derechos de agua constituidos legalmente, quisimos utilizar los nuestros. Cuando quisimos utilizar los nuestros, empezó toda esta parafernalia y este circo que ha generado el señor Altamirano", planteó el empresario.

Ríos recordó que en una visita del Concejo Municipal al predio, solicitada por el concejal Altamirano por presuntas irregularidades en los permisos de construcción y extracción de aguas, el edil reconoció las tratativas con la sociedad. "Él reconoció delante de todos los concejales que efectivamente fue así, pero ahora no lo dice", agregó.

Después de esa visita y de la presentación de una denuncia ante el concejo por las tratativas, Altamirano se querelló en contra de Ríos.

"La querella la perdió y en el fallo se dice que la defensa, en el caso nuestro, logra demostrar que en los dichos míos no hay injurias y usé una vía donde un ciudadano se puede expresar y está informando algo que, a mi juicio, es una irregularidad", comentó el exdirigente social.

Aporte y ordenanza

Ricardo Ríos enfatizó que el parque ecorecreativo "se ha construido de principio a fin con las puertas abiertas y a la luz del día, porque no hay nada que ocultar, es un simple proyecto turístico en la zona, que pretende contribuir al desarrollo económico, social y cultural de la comuna, nada más que eso".

En cambio, Pablo Altamirano aseguró que podría enfocarse solamente a la situación del parque, pero clama por una mirada global acerca de la crisis hídrica en Olmué.

"El concejo municipal debería levantar de forma urgente una ordenanza que regule todos los proyectos y patentes que existan en la comuna, sólo con el catastro de recursos hídricos, tanto en los derechos y en lo que se está explotando en cada lugar", planteó el concejal.