Hasta el 23 de febrero estará recorriendo Valparaíso la imagen de la Virgen de Fátima ¿Cuál es la relevancia de esta visita? Hace ya más de 100 años, cuando Europa enfrentaba la I Guerra Mundial, la Virgen se apareció a tres pastorcitos en la localidad portuguesa de Fátima en múltiples ocasiones, llevando un mensaje de paz. Durante los últimos años, la imagen de esta virgen ha recorrido el mundo difundiendo este mensaje. Trece réplicas recorren los cinco continentes. Entre 2018 y 2019, la Virgen de Fátima ha visitado España, Canadá, Brasil, Colombia, Benin, Italia y Argentina, entre otros países, y en Chile tenemos el privilegio de recibir su peregrinación por el país hasta julio de 2020. La imagen de la Virgen de Fátima llegó a nuestro país en septiembre del año pasado y ya ha recorrido 13 diócesis entre Arica y Temuco. Ante su visita, cabe preguntarnos quiénes somos para que su peregrinación incluya una parada en nuestra casa, justo ahora, cuando varias de sus paredes han sido demolidas, mientras que otras las estamos reconstruyendo lentamente.
En este complejo momento de la historia, a los católicos su llegada debe representar un mensaje de paz y nos debe invitar a reflexionar sobre. ¿Qué nos pide nuestra fe que hagamos? ¿Qué rol nos propone, a los laicos, que tomemos dentro de la Iglesia? ¿Cómo actuamos frente a la realidad de los hermanos lastimados en nuestra propia casa? ¿Cómo nos involucramos en la construcción de un Chile que atienda las demandas sociales de quienes más lo necesitan? La Madre nos viene a visitar en un momento incómodo y se alojará en nuestra casa, en la que vemos más escombros que habitaciones impecables. Pero no nos preocupemos, la base está intacta y, además, ella conoce de pesebres. Quizás lo importante de este momento es recordar, como Benedicto XVI, quién es Ella: "La Virgen para nosotros es la garantía visible y materna de la bondad de Dios".
Entonces, ¿por dónde debemos comenzar? Tal vez el primer paso que debamos dar es hacer un momento de recogimiento, abrazando nuestras fragilidades y reconociendo nuestra pequeñez. La Virgen de Fátima hoy recorre Chile con el mismo mensaje, una visión profética para la reconversión, una señal para trabajar con más ahínco por sanar a Chile y crear el país que queremos, más justo y solidario. Miles de personas ya la han acompañado en su recorrido: como recientemente en la catedral de Valparaíso, donde cerca de 800 personas le dieron la bienvenida en el templo principal de la ciudad, rodeado de las consecuencias a la vista del estallido social en que está sumergido el país.
Pero la base de nuestra casa está intacta porque ha sido construida sobre roca firme. Allí es donde reside nuestra esperanza. Esperanza que María viene a renovar.