La dura derrota sufrida por Santiago Wanderers ante Universidad de Chile sigue doliendo en todos los estamentos del Decano. Y es que más allá de la caída ante los azules en Playa Ancha, la que podría haber estado incluso considerada dentro de las proyecciones realizadas a comienzos de temporada por el cuerpo técnico y la misma dirigencia porteña, lo cierto es que la forma en que se perdieron los puntos provocó un profundo enojo en Valparaíso.

Es por lo anterior que la comisión fútbol del club, presidida por Hernán Cortés y que también integran Javier Cortés y Osvaldo León, se reunió con Miguel Ramírez y sus asesores para "hablar de fútbol" y aclarar algunas situaciones que tanto dentro como fuera de la cancha preocupan a la dirigencia caturra luego de disputadas las primeras cuatro fechas del torneo de Primera División.

Uno de los temas que desde la regencia se habría tratado con "Cheíto" son sus palabras antes y después de la derrota ante los universitarios.

El DT lamentó durante la semana pasada la frustrada renovación de Adrián Cuadra, aunque trascendió desde el interior del club que para el entrenador la permanencia del playanchino nunca fue una prioridad. Distinto era el caso en la petición de incorporar al atacante Matías Donoso. Esa exigencia, sin embargo, fue en todo momento cuestionada desde la mesa central de la sociedad anónima caturra debido a que el plantel ya contaba con Enzo Gutiérrez y Gustavo Lanaro, futbolistas que a los ojos de los dirigentes cumplían la misma función que el ariete que terminó firmando por Deportes Iquique.

Otra de las situaciones que se le critican al exdefensa campeón de la Copa Libertadores de América con Colo Colo 1991 es no haber aceptado la incorporación de Roberto Gutiérrez o del mismo Carlos Muñoz, quienes en su momento eran opciones concretas para el ataque verde y que estaban dentro de las posibilidades económicas del club.

Las palabras que emitió Ramírez el sábado tras la vergonzosa caída ante la "U" no cayeron bien en la dirigencia. "Cheíto" dijo que "no tenemos gerente deportivo ni jefe en cadetes, personas que permiten encaminar un proyecto. Los dirigentes tratan de hacer bien las cosas, pero esto es Primera División".

A eso se suma otra frase que tampoco sacó sonrisas en las oficinas de Estación Puerto: "Fue una semana de mierda que terminó con esta guinda de la torta", en alusión a la dura caída ante los dirigidos por Hernán Caputto.

En la cancha

En materia física y futbolística hay temas que causan preocupación en la dirigencia. El decaimiento del equipo en los segundos tiempos de los partidos es una situación evidente. Se vivió ante Universidad Católica en el debut de la temporada, también con O'Higgins en Rancagua, y el sábado frente a la Universidad de Chile en Playa Ancha.

En los tres partidos el dominio y la intensidad de los primeros tiempos siempre estuvo en poder de los dirigidos por Miguel Ramírez, sin embargo, en el lapso final el desempeño físico terminó pasándoles la cuenta.

Otro tema que al cuerpo técnico se le planteó es el de las expulsiones de los jugadores con más experiencia en el camarín. Ezequiel Luna y Enzo Gutiérrez vieron tarjeta roja por "juego brusco grave", según los informes de los árbitros, un "lujo" que un plantel corto como el caturro no está en condiciones de darse.

Punto aparte son la cantidad de penales que le han cobrado al Decano en el inicio de la competencia. Cuatro lanzamientos desde los doce pasos en igual cantidad de compromisos es una situación que según la regencia porteña debe ser revisada, sin olvidar que al DT se le planteó en su momento el incorporar un nuevo zaguero, lo que fue descartado por el entrenador, quien insistió con otro volante o delantero.

De todas formas, una fuente al interior de la dirigencia de Santiago Wanderers fue tajante al momento de asegurar que la reunión con Ramírez y su cuerpo técnico tenía como "primer y única finalidad" el tratar de aportar de cara a lo que viene en la temporada 2020 y el objetivo de consolidar al equipo en Primera División

"Nuestra idea es hablar de fútbol", concluye la fuente ligada a la mesa que preside Rafael González Camus.

El venezolano Esli García es la gran apuesta de Santiago Wanderers para la temporada 2020. Proveniente del Deportivo Táchira, el joven mediocampista de 19 años arribó hace un par de semanas a Valparaíso y es considerado una de las promesas del fútbol de su país, al punto de ser reconocido en el medio llanero como "la joyita".

Sin embargo, ¿por qué no juega?

Ante Universidad de Chile, el volante vio la derrota de los porteños desde la banca de suplentes, y Miguel Ramírez en ningún momento le dio la opción de ingresar al terreno de juego para intentar meter presión a la defensa azul.

Una fuente interna de la institución porteña confidenció que una de las exigencias que se le está haciendo al entrenador desde la comisión fútbol es que García tenga la opción de jugar al menos un par de minutos el próximo domingo ante Deportes La Serena, aunque otro personero recordó que el venezolano arribó al Decano por recomendación de los dirigentes y que el DT aceptó su fichaje sin conocerlo mayormente, por lo que por estas horas intenta encontrarle un lugar dentro del campo de juego y en el esquema que pretende para los verdes en la actual campaña.