La investigación que iniciará la Contraloría sobre los alcances de la celebración del cumpleaños del alcalde de Limache, Daniel Morales, es pertinente. Esta celebración se realizó en el edificio municipal, un espacio público. La interrogante es si lo que fue un saludo de diversas organizaciones al jefe comunal incluyó también gasto de recursos públicos, cuestión que fue desestimada por el propio Morales. "Aquí no ha habido ninguna irregularidad, aquí lo que ha sucedido es que la comunidad, en el día de mi cumpleaños, vino a saludarme… No ha habido recursos públicos involucrados, aquí no se ha gastado un peso de la municipalidad para hacer este evento, que además no era una actividad municipal, no hubo invitaciones", sostuvo.
Agregó que normalmente la gente saluda a los concejales y al alcalde y entrando en la arena política afirmó que "hoy día, que casualmente es un año electoral, donde hay gente que quiere construir sobre la destrucción de otros, casualmente aparecen estas denuncias en la Contraloría".
Morales, independiente pro RN, fue elegido en 2016 con casi un 60% de los votos, pero precisamente el tema es que este es un año electoral y en todos los sectores políticos aparece la suspicacia y el foco está dirigido sobre aquellas autoridades que buscan la reelección.
Esas aspiraciones pueden ser legítimas, pero es fundamental, ahora y siempre en el ejercicio de cargos públicos, una total transparencia en las actuaciones y en el uso de los recursos.
Aceptando que no se emplearon fondos públicos, es importante recordar que la Contraloría afirmó ante esta situación que "ya hemos aclarado en un dictamen que tanto edificios como bienes institucionales no deben ser utilizados para fines personales".
Esta reiteración del organismo contralor es oportuna más allá de la situación de Limache, es válida para todo el país justamente este año en que corresponden elecciones municipales. Y hay que recordar que las municipalidades cuentan con espacios que podrían emplearse en actos directa o indirectamente con alcances políticos.
El uso en actividades que tengan esa condición debería estar reglamentado, estableciendo los resguardos y pagos correspondientes, pues se trata de bienes públicos que tienen costos por mantención y gastos de servicios.
Además, es fundamental evitar la instrumentalización del personal, cuya tarea se debe limitar estrictamente a sus obligacionales funcionarias.
De cualquier modo, el caso del saludo público al alcalde de Limache, letrero incluido, debe ser investigado en beneficio del propio jefe comunal y de la transparencia, exigencia cada vez más fuerte que pesa sobre las actuaciones de los organismos públicos y de sus integrantes.