Luchando por contener rápidamente el número de nuevas infecciones por coronavirus en Italia -la mayor cantidad fuera de Asia-, las autoridades intensificaron ayer las medidas para prohibir las reuniones públicas, incluyendo los eventos alrededor del carnaval de Venecia que atraen de miles de personas.
"La ordenanza entra en vigencia de inmediato", anunció el gobernador regional del Véneto, Luca Zaia, cuya área incluye Venecia, donde miles llenaron la Plaza de San Marcos para el carnaval, el cual habría corrido hasta el martes. Autobuses, trenes y otras formas de transporte público, incluidos los barcos en Venecia, estaban siendo desinfectados, dijo Zaia a los periodistas. También se ordenó a los museos cerrar después del domingo.
Las autoridades en Venecia dijeron que tres personas de unos 80 años dieron positivo a la enfermedad COVID-19 y están hospitalizadas en estado crítico.
Casi todos los 133 casos conocidos de Italia están agrupados en el norte, al menos 25 de ellos en la región del Véneto.
Las autoridades expresaron su frustración por no rastrear la fuente del virus, que surgió la semana pasada con un hombre italiano en Codogno, de unos 30 años.
"Las autoridades de salud aún no han podido identificar al paciente cero", dijo a periodistas en Roma Angelo Borrelli, jefe de la agencia nacional de Protección Civil.
Por ahora, indicó Borrelli, la estrategia se está concentrando en los cierres y otras restricciones para tratar de detener la propagación del virus en el país. Italia tomó desde el inicio de la crisis otras medidas como prohibir vuelos directos desde China, Hong Kong, Taiwán y Macao; las autoridades italianas también han examinado a millones de pasajeros en aeropuertos que llegan de otros lugares para detectar signos de fiebre.
Las apreciadas tradiciones dominicales italianas, que abarcan desde fútbol a acudir a la iglesia, se han visto interrumpidas por la expansión del virus. Se cancelaron eventos deportivos en las zonas afectadas, desde entrenamientos de deportes infantiles a partidos de la Serie A.
Los obispos de varias diócesis norteñas dieron orden de mantener vacías las pilas bautismales, que los sacerdotes colocaran las hostias de comunión en la mano y no directamente en la boca de los fieles y que los asistentes evitaran estrecharse la mano o intercambiar besos durante el ritual simbólico de la paz.
El arzobispo Rino Fisichella -de la región de Codogno, una de las más afectadas-, dijo que "es evidente que debemos emplear toda la prudencia necesaria" para evitar propagar el virus entre los fieles.
"Sombría y compleja"
Mientras, y tras advertir que la epidemia del coronavirus en China es "aún sombría y compleja", el presidente Xi Jinping pidió ayer más esfuerzos para detener el brote, revivir la industria y evitar que la enfermedad interrumpa la siembra de cultivos en primavera.
Xi defendió la respuesta del gobernante Partido Comunista como "oportuna y efectiva" en una videoconferencia con funcionarios de salud, según la agencia oficial de noticias Xinhua.
El mandatario se mostró cauteloso al decir que la situación se encuentra en una "etapa crítica" y pidió a las autoridades "frenar decididamente la propagación de la epidemia", la cual ha causado la muerte de más de 2.400 personas, la gran mayoría de ellas en China.
"La situación epidémica actual sigue siendo sombría y compleja", informó Xinhua citando a Xi. "La prevención y el control están en la etapa más crítica".
El partido gobernante chino está tratando de lograr un equilibrio difícil entre detener el virus y revivir la vasta industria manufacturera y otras industrias de China. La mayor parte de la segunda economía más grande del mundo está cerrada desde finales de enero debido a las radicales medidas contra el nuevo virus.
Los analistas creen que China podría recuperarse rápidamente si el brote se puede controlar a fines de marzo. Pero han dicho que la producción económica de este trimestre se reducirá hasta 1% debido a las restricciones adoptadas para hacer frente a la enfermedad.
Al mismo tiempo, crece la preocupación de que la enfermedad se esté propagando a Corea del Sur y otros países, en lugar de afectar solo a las personas que visitaron China y a otras personas que tuvieron contacto cercano con ellas.
Xi dijo que la epidemia es una emergencia de salud con la "propagación más rápida" y la "prevención y control más difíciles" en China desde que el Partido Comunista llegó al poder en 1949, según Xinhua.
"Para nosotros, esta es una crisis y una gran prueba", dijo Xi.
La reunión incluyó a funcionarios del gabinete y al grupo encabezado por el primer ministro Li Keqiang, que supervisa los esfuerzos contra las enfermedades, según Xinhua. La agencia afirmó que también participaron funcionarios de Hubei, la provincia central donde comenzó el brote.
43 casos confirmados y seis muertes por coronavirus registra Irán. Allí, el primer caso fue en la ciudad de Qom.
556 personas infectadas por este agente infeccioso han sido confirmadas en Corea del Sur.