El caso por el fusil de guerra AK-47 que originó una investigación por parte de la Fiscalía Oriente y la formalización el Cuarto Juzgado de Garantía de Santiago de cinco personas por el delito de porte y tenencia de armas de fuego y municiones, también desató una serie de versiones en torno al o los motivos que estarían detrás de esta frustrada transacción ilegal.

Ayer, el fiscal regional oriente, Manuel Guerra, se refirió al caso en Radio Universo, consignando que se trata de una "compra venta de armas. Se ha especulado mucho, nosotros, hasta la fecha, no tenemos lo que algunos manifestaban, como un grupo de ultraderecha que pretendía realizar determinados desmanes o atentados con ocasión de marzo. No tenemos eso".

"Tenemos -agregó- simplemente delincuencia. Una de las personas formalizadas, y son hechos públicos, ofrece una AK-47 que poseía a un segundo sujeto que pretendía comprarla para -a su vez- suministrarla en un determinado mercado y esa persona entendemos que tiene vínculos con delincuentes", dijo .

Origen

Además, resaltó la importancia de trazar el origen de las armas que usan los delincuentes, objetivo de la investigación. "Es un caso interesante que se está indagando de forma reservada", agregó. Y añadió que "creemos que puede haber casos similares, por cierto, de algún lado sacan armas los delincuentes".

Según lo precisado por el fiscal Guerra, "lo que veo es una persona dispuesta a vender armas. Se supone que hay un mayor interés por armas de aquellas personas que tienen temor a los hechos de violencia, pero enfocarlo por ahí es un error".

El persecutor sostuvo que este tipo de armas es utilizada por quienes se dedican a delincuencia habitual, personas que tienen amplio poder fuego para enfrentarse con otros delincuentes o la fuerza pública.

Polémica artificial

Manuel Guerra también se refirió al accionar de la Fiscalía durante el estallido social y, en este sentido, al actuar de la denominada "primera línea" que actúa en las protestas.

Acusa que existe una "polémica un poco artificial" al respecto, aclarando, al mismo tiempo, que "no es que el Ministerio Público tenga una mirada de desidia frente a lo que ocurre en la vía pública. Nos interesa que ojalá las manifestaciones se desarrollen con el mayor grado de libertad, pero también con tranquilidad y seguridad para los que participan en ellas", expresó.

"Lo que se conoce como 'primera línea', que son grupos de personas que encabezan la defensa, por decirlo de algún modo, o la oposición al actuar de la fuerza policial, (...) esa conducta por sí misma no es delito", sostuvo.

Y agregó: "Ahora, si las personas que forman parte de ese grupo, estando en el lugar agreden a la policía, provocan daños en la vía pública, lanzan bombas molotov o se generan distintos desórdenes, nos encontramos con distintas figuras penales que tenemos el deber de perseguir", señaló el fiscal metropolitano Oriente en Radio Universo.

"En eso queremos ser muy claros, no se trata de tener una mirada laxa o permisiva, sino que al contrario. Respecto de aquellas personas que son detenidas o sindicadas como autores de delitos, nosotros los perseguimos. Lo que pasa es que no tenemos una nomenclatura, no se ha creado en Chile el delito de primera línea o ser parte de un grupo que tiene esa finalidad", aseveró.