A fines de agosto del año pasado, después del partido con Coquimbo Unido en el estadio Sausalito, Juan Cuevas terminó con molestias que se fueron acrecentando con el correr de los días. Los exámenes ratificaron los peores temores: el delantero se había roto el ligamento cruzado posterior de la rodilla izquierda, lo que inmediatamente lo marginó del plantel por el resto de la temporada.

El argentino tuvo que vivir desde otra vereda la partida de Gustavo Díaz y el retorno de Javier Torrente, que una vez más se encargó de salvar a los oro y cielo después de una turbulenta campaña. Ya desde el comienzo de este año, el atacante trabajó con la cabeza puesta en su pronta recuperación.

El momento de su retorno parecía no llegar nunca, pero no hay plazo que no se cumpla. El sábado, Cuevas volvió a una convocatoria para el partido que los viñamarinos terminaron perdiendo frente a Unión La Calera en el coliseo de la Ciudad Jardín. Después de tanto tiempo viendo al equipo desde la tribuna, al ariete auriazul todavía le cuesta asimilar este nuevo escenario.

"Se empieza a disfrutar todo otra vez. Se cumplieron los seis meses, fue un proceso bien largo de trabajo, perseverancia. Pero un poco triste por el resultado que se dio", confiesa el trasandino.

"Fue muy difícil"

El ariete hace una pausa y al poco rato comienza a transitar por sus recuerdos luego de medio año sin competencia.

"Fue muy difícil, es una lesión complicada. Desde el momento en que te dicen que la lesión es esa, es difícil de canalizar y aceptarla, porque es mucho tiempo. Seis meses es mucho tiempo de recuperación, de tener paciencia también, porque cuando vas por los cuatro meses ya quieres meterte a jugar y no puedes. Pero para eso es importante tener una familia, que me apoyó en todo momento. Mis compañeros también fueron fundamentales, el cuerpo técnico y médico. Eso hizo que se hiciera un poco más fácil", cuenta el ex Mineros de Zacatecas.

Durante la pretemporada poco a poco se vio cómo Juan Cuevas iba sumando carga y entrenamientos junto al plantel, un proceso paulatino donde la voluntad y el tesón se conjugan con la fortaleza mental. La mayoría de las veces en las prácticas de fútbol en el CDE actuó de comodín y con sus compañeros evitando cualquier entrada sobre él por precaución. Fue la forma de ir poniéndose a tono después de largo rato.

"En este momento era tenerlo más que nunca, ser perseverante si te toca estar 10 o 20 minutos. Después de seis meses si te dicen que vas de comodín lo haces con todas las ganas posibles para tratar de ir mejorando, de ponerte bien, de volver a estar dentro de una cancha y tocar una pelota. Hay que ser así siempre, y es algo que tengo incorporado, de siempre meterle y mirar para adelante pase lo que pase. Todo lo que hago, sea 10 o 15 minutos, va a ser con mi máximo esfuerzo y voluntad. Eso también ayuda para recuperarse más rápido y estar más fuerte de la cabeza", explica Cuevas.

Ya cumplido el tiempo de recuperación establecido, e incluso un poco antes de lo pronosticado, el delantero oro y cielo es consciente que todavía le falta ponerse a punto, sobre todo en términos de fuerza, pero considera que entrenando a la par del plantel irá mejorando para volver a ser el de antes.

Sin embargo, después de tanto tiempo fuera, sabe que volver a jugar no será una tarea sencilla, más aún en este Everton 2020 que en delantera cuenta con nombres como los de Patricio Rubio, Maximiliano Cerato, Marcos Sebastián Pol y Jonathan Copete.

"Es lo lindo de esto. Tenemos un plantel numeroso, pero de mucha calidad también, entonces el que está jugando va a tener que cuidar el puesto, y el que está atrás va a tener que meterle para poder jugar, y el que no fue al banco va a tener que meterle para ser suplente. Está bueno, es lindo tener un equipo así porque nos vamos a hacer más fuertes", destaca Cuevas.

Con ilusión

Aun así, nadie le quita la ilusión de volver a jugar un partido oficial con la camiseta de Everton, algo que no se da desde el 24 de agosto de 2019.

"Ya a partir del partido pasado cuando me llevaron al banco tenía la ilusión y las ganas de entrar, pero el partido no se dio. Y en este estoy con la ilusión de empezar a sumar. El que decide es Javier (Torrente) y es respetable. Vengo de un proceso muy largo de una lesión y también me va a costar un poquito más adaptarme al juego, pero estoy convencido de que trabajando como lo estoy haciendo me voy a poner rápido a disposición", reconoce el trasandino, motivado con el plantel que se armó.

"Javier tiene en mente un equipo que sea aguerrido. Vamos a ser un equipo complicado y vertical", avisa.

Sea este sábado ante Unión Española o más adelante, Cuevas esperará pacientemente por su momento.

"Seis meses es mucho tiempo de recuperación, de tener paciencia también, porque cuando vas por los cuatro meses ya quieres meterte a jugar y no puedes".

Juan Cuevas, Atacante de Everton