El virus que salta de Chillán a La Ligua
El caso de la funcionaria de Salud afectada es una insistente luz roja del riesgo de los desplazamientos territoriales. Hay que insistir en que el origen del contagio fue externo y lejano y que no estuvo en el hospital, pero en todo caso es el dramático reflejo de la propagación nacional de la pandemia.
Cuando los casos de coronavirus en el país pasan sobradamente los mil, aparece afectada una funcionaria de Salud, trabajadora del hospital de La Ligua, Provincia de Petorca. Se trata de una nutricionista del servicio de alimentación y que en sus días libres viajó a la ciudad de Chillán, foco nacional de la pandemia, tomando contacto allí con una persona atacada por el mal, caso no trazable. De regreso a su lugar de trabajo acusó el contagio, iniciándose el proceso de cuarentena que, de acuerdo a los protocolos, se extendió a 19 funcionarios cercanos a la infectada, cifra que ayer subió a 29.
Hay que insistir en que el origen del contagio fue externo y lejano y que no estuvo en el hospital. Por otro lado, pese a lo anterior, la situación eventualmente afecta a la salud de funcionarios cercanos a la enferma, que bien podrían no llegar a desarrollar el mal, pero cuyo confinamiento altera el normal funcionamiento del establecimiento.
Además de la cuarentena para funcionarios, se procedió a la sanitización total del recinto y a limitar las atenciones abiertas a los usuarios manteniendo el servicio de urgencia, importante dado que el centro asistencial atiende muchas emergencias que ocurren en un extenso tramo de la Ruta 5 Norte.
Todo este caso es particularmente grave al centrarse en un recinto asistencial que ve limitadas sus funciones y que, fatalmente, comienza a ser mirado con desconfianza por la población.
Con todo, hay que destacar que un caso como este pudo producirse en cualquier recinto laboral o educacional, público y privado.
No hay que olvidar además que la persona afectada viajó en un bus, o en dos, por horas junto a 40 o más personas, espacios reducidos donde el contagio es fácil.
Este hecho, dejando de lado que se trata de una funcionaria de la Salud Pública, alerta sobre la urgencia del aislamiento social, evitando los lugares congestionados y los viajes innecesarios, como aquellos que el fin de semana pasado coparon las rutas de acceso a nuestra Región.
También esta situación da la razón a quienes insisten en una rigurosa cuarentena territorial, ya sea en zonas urbanas o rurales, acotando los traslados a servicios básicos de abastecimiento o urgencias sanitarias.
Ya se registran 1.142 casos de covid-19, 220 en el último recuento formal, con tres fallecimientos. En la Región los afectados suman 39. Estos números oficiales son insistentes luces rojas que llaman a extremar las medidas preventivas, como habilitación de camas e intensificación de exámenes.
Pero la más esperada e importante, para la cual la autoridad tiene plena facultad, es la extensión de una efectiva cuarentena territorial que impida el desplazamiento de portadores del temido virus, evitando casos de tanto impacto como el que afecta al hospital de La Ligua.