Noemí Álvarez se lució una vez más en La Jolla y sigue aferrada a las olas
SURF. Tal como hace dos años, la deportista limachina se colgó una medalla de plata en la categoría Kneel en el Mundial ISA de Para Surf 2020, realizado en California, Estados Unidos.
Noemí Álvarez vivió cuatro días de ensueño en Estados Unidos. Hace poco más de una semana, la limachina volvió a Chile luego de participar en el Mundial ISA de Para Surf 2020, desarrollado del 11 al 14 de Marzo en la ola de La Jolla, California.
Allí participaron 133 competidores de 22 países, entre ellos los nacionales del Team Chile de surf paralímpico, quienes obtuvieron dos medallas: una de bronce y otra de plata.
Sin sonar exagerado, debe haber sido una de las últimas citas deportivas internacionales en desarrollarse en medio del escenario de pandemia producto de propagación del coronavirus. Y eso bien lo sabe Álvarez. De hecho, el certamen donde compitió adelantó un día su finalización con motivo del contexto de crisis sanitaria global.
"Menos mal alcancé", reconoce la surfista de 20 años, quien consiguió la segunda posición en la categoría Kneel, luego de un excelente desempeño en un heat de mucha estrategia y trabajo de la ola, según comentaron sus entrenadores.
Así, la limachina volvió a subirse al podio en su cuarto mundial, luego que el 2018 también se colgara una medalla de plata.
"Pero ahí eran menos deportistas y otra categoría (AS2). Había una persona parada con prótesis, mientras que yo y otra compañera más competíamos de rodillas. Ahora fue con todos los competidores de rodillas, fue más justo, y este año fueron siete participantes, cuatro más que el 2018", recuerda.
Disfrutando La Jolla
Antes del Mundial, la limachina estuvo un mes entrenando a full, combinando gimnasio y olas, superando barreras y dificultades.
"Soy de Limache, entonces me demoro harto en llegar a la playa (La Boca, en Concón). Me voy en micro, así que me demoro casi dos horas. Si no voy motivada, entonces para qué... A veces digo para qué vine, pero después me meto al agua y se me quita todo", sostiene.
Con el recuerdo de La Jolla todavía fresco, Álvarez dice que quizá lo que más disfrutó del Mundial es que "sin querer te encierras en un mundo donde no te das cuenta que todos tienen alguna discapacidad".
La playa plana, los baños y duchas inclusivas, y la temperatura del agua, más tibia, también suman bonos.
"Para nosotros era cálido el mar, pero para los deportistas de otros países era helada el agua", cuenta entre risas sobre una ola que, al menos durante la competencia, estuvo muy parecida a la de Concón. "Es una playa para todo tipo, para el que quiere la ola chiquitita, el que está recién aprendiendo, pero hay olas más grandes atrá", detalla.
Ingresando al agua
La primera vez que Noemí Álvarez se subió a una tabla para correr olas fue gracias a Adapta Chile, una institución que se dedica a fomentar el surf y otras disciplinas en personas en situación de discapacidad.
Y lo que comenzó el 2013, durante tres meses, se extendió también por el 2014. Tras un paréntesis breve el 2015 con motivo de una operación, el 2016 volvió a ser invitada para practicar surf, pero con una condición: esta vez sería de forma competitiva.
"Y acepté. Me probaron, competí en un Nacional de surf en Concón y me seleccionaron para ir al Mundial de ese año y así ya he ido a cuatro mundiales, porque el 2019 no hubo", cuenta la limachina.
Si bien las tres primeras oportunidades los gastos corrían por cuenta de los propios participantes, este año la situación cambió. La Federación Chilena de Surf, junto al Comité Paralímpico de Chile, se hicieron cargo de estadía, traslados, alimentación y pasajes. Y es que mientras el surf ya dirá presente en los Juegos Olímpicos de Tokio 2021, se espera que pronto ocurra algo similar para los paralímpicos. De hecho, ya se postuló la disciplina para Santiago 2023.
"Por eso el Comité se está haciendo más parte y están poniendo más recursos. Antes era más complicado", reconoce la surfista nacional.
Pero su intéres por el surf pasa por otro carril, lejos de la fama o el reconocimiento personal. Álvarez, quien también practica básquetbol en silla, tiene claro el panorama.
"Es muy diferente. Este es un deporte que depende del mar, entonces tienes que aprender del mar, de lo que te entrega, a leerlo. Y lo bacán es caerse a cada rato, que una ola te bote", explica, agregando que "además está lo adrenalínico del agua, hay veces que está súper mala, fuerte, que te revuelcas en el agua, es muy loco. Y es muy desafiante, porque lo comparo con el básquet, donde el otro día me dijeron que el aro va a seguir así, ahí todo el tiempo, la ola no. Entonces también tiene esa conexión con la naturaleza, que es genial".
Y el ambiente que se vive en torno al surf también la cautiva. Esa cercanía y buena onda, ese aliento y apoyo constante. Por eso, Álvarez espera que pronto acabe la crisis de la pandemia para volver al agua, para entrenar y competir en los Nacionales buscando una nueva participación en una competencia internacional. Y es que en el mar encuentra un medio que no discrimina.
A compatibilizar estudios con el surf
Estudiante de Administración Hotelera y Gastronómica de la Universidad de Valparaíso, a Noemí Álvarez cada vez se le hace más difícil compatibilizar sus estudios con el surf. Sin embargo, siempre está dispuesta a hacer esfuerzos por meterse al agua, al menos un par de veces a la semana. "Me complica por el tiempo para estudiar. Por eso voy siempre los fines de semana, aunque va mucha gente a la playa y se hace más complicado. Pero igual voy seguido y trato de mantener el gimnasio", cuenta la limachina.
"Este es un deporte que depende del mar, entonces tienes que aprender del mar, de lo que te entrega, a leerlo".
Noemí Álvarez, Surfista
2018 el año en que la surfista Noemí Álvarez también se había colgado una medalla de plata en el Mundial.
20 años tiene la deportista limachina, quien se inició en esta disciplina el 2013 gracias a Adapta Chile.
2 medallas logró el Team Chile paralímpico de surf en el Mundial ISA en La