Descubren hitos de la vida y muerte de los fundadores de Wanderers
FÚTBOL. Investigación histórica rescata del olvido a Arturo Acuña y Francisco Avaria. Ambos fueron sepultados con un mes de diferencia, en 1945, en el Cementerio 3 de Playa Ancha.
Una tumba gris y olvidada en el Cementerio 3 de Playa Ancha, a pocas cuadras del estadio Valparaíso, resguarda los restos del primer capitán de Santiago Wanderers, Francisco Avaria Alvarez.
El 18 de agosto de 1945, a los 65 años, falleció uno de los personajes más importantes en la historia del club. Casi un mes después, el 17 de septiembre, dejaba de existir otro de los fundadores del Decano: Arturo Acuña Quezada. El cuerpo del "Chueco" también fue sepultado en la necrópolis playanchina, en el mausoleo de la Marina Mercante, sin embargo en sucesivas reducciones se perdió su huella.
Una investigación histórica realizada por Mauricio Larco y Gonzalo Serrano permitió dar con las partidas de sepultación de ambos, y además encontrar los registros en la prensa porteña que dieron cuenta de sus muertes.
El Mercurio de Valparaíso publicó una nota necrológica el 18 de septiembre de 1945 reseñando el fallecimiento de Acuña, donde también se menciona la partida de Avaria, titulada "Falleció otro viejo tercio del Club Santiago Wanderers".
En el certificado de ingreso al camposanto porteño, se explica que el primer capitán del Decano vivía en la avenida Argentina y falleció producto de un cáncer prostático. En el caso del "Chueco", su residencia se fija en la calle Pedro León Gallo del cerro Playa Ancha, y la causa de su muerte fue la metástasis producto del cáncer. Tenía 62 años de edad.
Relevancia
Según explica Serrano, la importancia de esta investigación radica en que confirma la edad de los fundadores del equipo porteño, dándole sustento a la tesis de que fue un club fundado por niños en 1892.
"Esto explica que nadie los haya considerado para participar de la competencia regular hasta unos años después", dice el académico de la Universidad Adolfo Ibáñez.
Larco revela que la búsqueda de los pases de sepultación de ambos exjugadores caturros fue un trabajo arduo y que significó la revisión de decenas de registros de la década del 40, y coincide con Serrano al valorar que se pudo establecer la edad de los fundadores.
"Cuando nace Wanderers Acuña tenía entre 9 y 10 años, mientras que Avaria tenía 12 años, eso le da credibilidad a la historia de que fue un club creado por niños", dice.
La importancia de este dato radica en las dudas que se han sembrado respecto a la data de nacimiento del Decano. Existen historiadores que ponen en duda que 1892 sea el año de la fundación, puesto que Valparaíso Wanderers, equipo del que se habrían querido diferenciar en el nombre según algunas versiones, nació en 1895.
Serrano piensa que el ánimo de separar aguas con el club homónimo sólo se hizo a la hora de competir, pues en sus primeros años Santiago Wanderers era un cuadro de niños que no registraba partidos de carácter oficial.
Además, el doctor en Historia menciona una tesis menos conocida, que fue publicada en el diario La Unión en la década del '30, que afirma que el nombre Santiago es un homenaje a quien les regaló el primer balón a los niños fundadores.
"Es una tesis poco romántica, pero mucho más sensata y realista que cualquiera de las otras que existen", dice.
Larco también llama la atención sobre otros documentos encontrados en su investigación, como el acta de defunción de la madre de Avaria, donde se establece que la familia vivía en la calle Chorrillos del cerro San Francisco, que divide al cerro Toro del cerro Cordillera. Otros registros dan cuenta que la familia de Acuña residía en la calle Cajilla.
"Finalmente uno puede establecer que eran vecinos y se los puede imaginar corriendo cerro abajo detrás de la pelota en el Barrio Puerto, donde nació Santiago Wanderers", señala el investigador histórico.
"Acuña y Avaria, en términos de trascendencia, son los más destacables dentro de los fundadores del club".
Mauricio Larco, Investigador histórico
Un homenaje urgente y pendiente
Larco y Serrano coinciden en que Wanderers tiene pendiente un homenaje a sus fundadores. "A mi juicio Arturo Acuña es el más importante de los niños que crearon el club, porque cumplió todos los roles: fundador, jugador y dirigente. Su final no se condice con la importancia que tuvo", dice el profesor de la Universidad Adolfo Ibáñez. Su compañero de investigación propone que ahora que ya se conoce el lugar donde están los restos de Francisco Avaria, se trasladen al panteón de los Viejos Tercios o al de Los Panzers del 68. "Es hora que los hinchas le hagamos un reconocimiento a Acuña. Un busto o estatua afuera del estadio sería lo mínimo", añade Serrano.
9 partidos jugó por la Selección Chilena el centro forward wanderino Arturo Acuña.
14 años fue capitán de Santiago Wanderers el "Chueco" Acuña, quien además fundó el club.
12 años de edad tenía Avaria cuando participó en la creación del Decano. Fue su primer capitán.