"Si aumentan los casos en el hospital de San Antonio, vamos a tener que intervenir"
Según Jaime Mañalich, la Región de Valparaíso se encuentra en un buen pie frente a la pandemia de covid-19. Luego de dar el informe diario de contagios desde el Molo de Abrigo en la Ciudad Puerto, el ministro de Salud aseguró que la incidencia de casos en una región con casi 2 millones de habitantes, principal punto de recalada de cruceros y cercana a la Región Metropolitana, ha sido baja.
Incluso, Mañalich señaló que la capacidad hospitalaria se reforzó con la puesta en marcha del nuevo Hospital Gustavo Fricke de Viña del Mar, la incorporación de 18 camas críticas al Hospital Carlos van Buren de Valparaíso y ocho unidades de tratamiento intensivo para Aconcagua. Sin embargo, el secretario de Estado manifestó su preocupación por la situación de la Provincia de San Antonio, en especial la del Hospital Claudio Vicuña.
"Hemos tenido un brote de infección muy importante y con un comportamiento muy distinto al del resto de la región. Es cierto que hay una barrera geográfica de hecho, con la parte sur de la región, que lo hace más difícil, pero allá hay un puntito de preocupación que se concentra, a pesar de que vive poca gente, en incidencia en las comunas de Santo Domingo y San Antonio", aseguró el ministro.
- En ese sentido, ¿por qué no se ha decretado cuarentenas a nivel regional, teniendo en cuenta que hay 13 fallecidos, más de 600 casos y la situación específica de San Antonio?
- Hasta el momento, las cuarentenas tienen como sentido cerrar lugares donde hay gente infectante. Vamos a aislar, imaginemos en el caso de la comuna de Santa María, no digo que lo vayamos a hacer, pero sería un buen ejemplo porque tenemos una cantidad de casos, en relación a la población, muy grande y lo que nos interesa en la cuarentena es que la gente no salga de Santa María a contagiar a otros en la provincia. De la misma manera, en los números globales la Región de Valparaíso tiene buenos números, salvo este lunar en San Antonio, y efectivamente tenemos que analizar el curso de la evolución en estos días para ver si es necesario tomar alguna medida adicional. No creo que hoy día sea necesaria una cuarentena en toda la Región de Valparaíso. Ahora, también sería legítimo decir que las medidas de cuarentena en la Región Metropolitana y sobre todo los cordones sanitarios en los fines de semana largos, ha sido efectivo dentro de todo, ha disminuido la cantidad de gente y eso de alguna manera puede explicar que esta región haya estado un poco más protegida. Pero las cuarentenas, independiente de las divisiones políticas y geográficas que se hagan en un mapa, se hacen de acuerdo a la población, en una parte de una comuna, una comuna entera, una provincia, una región, etc.
- ¿Qué le parecen las críticas de alcaldes, parlamentarios, consejeros regionales y gremios de la salud, que hablan de un actuar tardío en el Hospital Claudio Vicuña? Ellos piden incluso la renuncia del director del SSVSA, Eugenio de la Cerda, y una intervención directa del recinto por parte del Ministerio de Salud.
- No había escuchado, con toda sinceridad, esa solicitud. Hay que ver cómo evoluciona la situación en San Antonio, la disciplina de control de infecciones intrahospitalarias, a pesar de que pareciera por el seguimiento de los casos que la mayoría de esos funcionarios no se contagió en el hospital, sino en sus actividades sociales fuera del recinto. Estamos investigándolo como hecho epidemiológico y tenemos que tomar una decisión en estos días, respecto de si la tendencia es favorable o no. Si es favorable, hay que esperar, pero si es desfavorable y siguen aumentando el número de casos, probablemente vamos a tener que intervenir, por lo menos desde el punto de vista sanitario.
- En el Hospital de Viña del Mar se detectó un brote en la Unidad de Cirugía, con ocho funcionarios contagiados. ¿Cómo califica esta situación en particular? ¿Es grave?
- Creo que los hospitales han tenido un comportamiento diferente, tanto en el sector público como en el privado, respecto de la obligación de control de infecciones intrahospitalarias. Tenemos casos como el hospital de Osorno, en el que prácticamente no hay ningún caso de personal infectado; y otros hospitales en los que a partir de un caso, aparecen contagiadas 6 a 8 personas. Ahí hay una responsabilidad muy grande de la dirección del hospital, que tiene que garantizar las precauciones universales y veo que algunos hospitales han sido tardíos en tomar esas políticas, en asumir que cada paciente que está en la UTI tiene una infección por coronavirus, mientras no se demuestre lo contrario.
- ¿Entonces habría indicios de un actuar negligente, de ausencia o errónea aplicación de protocolos en los hospitales?
- No uso esas palabras, porque en el caso de San Antonio la evidencia que me entregó el seremi en la investigación es que la gente mayoritariamente se contagió fuera del hospital, a partir de focos familiares u otros. En el caso del Gustavo Fricke, estamos recién empezando la investigación, en medio de un proceso que ha sido extraordinariamente complejo, como es abrir un nuevo hospital. No corresponde adelantar juicios de valor o definitivos, hasta que esas investigaciones se lleven a cabo.
- ¿En los otros hospitales de la región se han detectado casos de funcionarios contagiados por covid-19? ¿Maneja usted información al respecto?
- No lo recuerdo. Pero si hay, son pocos, no son la luz roja que tenemos en San Antonio o en el Fricke.
- Si sube el número de funcionarios contagiados, ¿hay riesgo de cierre de hospitales en la región?
- No. Nosotros, como autoridad sanitaria, tenemos potestad sobre toda la red pública y privada y la respuesta se la doy con un ejemplo. En el caso de la Clínica Alemana de Osorno hubo un brote muy importante de infecciones intrahospitalarias, pusimos un delegado ministerial a administrar la clínica y reemplazamos el personal que estaba infectado por personal propio. Si hay un recurso que no puede dejar de trabajar son los hospitales; y en ese sentido, no son los recintos, el edificio el que contagia, lo que contagia son las personas que están adentro.
- Los alcaldes, sobre todo de las comunas del litoral de la región, han calificado de poco efectivos los controles sanitarios. De hecho, el viernes miles de autos salieron de la Región Metropolitana y un bajo número fue devuelto a la capital, no más de 330, de casi 9 mil fiscalizaciones, según el balance del sábado. ¿Cómo toma las críticas?
- Yo creo, como lo señalé en el punto de prensa, que tenemos que ser aún más estrictos de lo que hemos sido, pero también hay que señalar que muchas personas tienen derecho a viajar porque viven en otra región o cumplen con algunas de las condiciones de atención de salud. La reducción en los traslados ha sido extraordinariamente importante y, en ese contexto, tenemos una caída en los fines de semana largo alrededor del 70% a 75% respecto de un año normal, que es una buena cifra. De hecho, a pesar de que ya pasó el fin de semana largo de Semana Santa, eso no se tradujo en un incremento en los casos en esta región.
- El sábado se produjeron importantes aglomeraciones en Viña del Mar y Valparaíso por la reapertura de una multitienda, lo que dejó en evidencia la ausencia de fiscalización de la distancia mínima entre personas. ¿No es ilógico que se promueva un "retorno seguro" si la autoridad, ya sea Salud, Defensa Nacional o Carabineros, no actúa frente a estas evidentes situaciones de riesgo sanitario?
- La palabra clave usted la ha dicho, "retorno seguro". Para poder retornar o retomar alguna normalidad se requiere que se respeten ciertas restricciones generales y, como lo dije en el punto de prensa, me preocupa enormemente que esas restricciones generales que permitirían que un restaurante abriera, pero con muy pocas personas; que una multitienda entrara gente a comprar, pero no más de 10 personas, etc., al no respetarlas hace que el retorno no sea seguro. No es un retorno a la normalidad, es un retorno a una situación completamente nueva de la que tenemos que aprender y acostumbrarnos. Uno ve que la gente entra a los supermercados sin restricciones y eso no es un retorno seguro, que es con respeto a las medidas de protección que se han definido y determinado.
- Usted mencionó el 27 de abril, al ser consultado por el plebiscito de octubre, que las decisiones frente a su desarrollo "se tienen que tomar a más tardar en un mes, porque después ya se gatilla el proceso de propaganda". ¿Usted reafirma esa postura? A su juicio, ¿corre riesgo el plebiscito de octubre a raíz de la pandemia?
- Más que el tema político, ésta es una pregunta trascendental para la historia de Chile y la ciudadanía. En mi opinión, lo que se tiene que garantizar es que la ciudadanía va a concurrir masivamente para representar la voluntad popular y expresar que quiere a tal candidato a gobernador o alcalde, o tal respuesta en el plebiscito. Eso sí, la preocupación por esto es muy intensa y la gente no va a manifestar su voto, y peor todavía hay discriminación, en el sentido de que va a ser más probable que algunos grupos vayan a votar más que otros. Por ejemplo, pienso en los adultos mayores, con cuánto temor van a estar en una cola de votación, y es por eso que para garantizar el buen desarrollo del plebiscito se requiere trabajar duro ahora para que las medidas de cuarentena realmente sean efectivas, para que estos encierros y el temor que acompaña la pandemia disminuya y le dé a la gente la confianza. Cuando corresponda, los parlamentarios y el Gobierno tienen que llegar a un acuerdo político de cuál es la decisión más correcta, no puedo predecir cuál va a ser la situación epidemiológica para octubre, pero todos los días se acumulan argumentos que en el mundo político, tanto en el Ejecutivo como en el Parlamento, tienen que ponderar. Mi preocupación esencial es cómo garantizar la legitimidad del plebiscito y no nos encontremos que ganó una u otra opción, pero que se invalide porque la cantidad de gente que votó fue muy poca. Esa es la preocupación.
- Respecto del retorno a clases que está fijado para este mes, ¿deben volver los colegios a clases?
- Dependerá de la situación epidemiológica local. Si estuviéramos en Aysén, donde prácticamente no hay casos, en verdad parece razonable. Si estuviéramos en Santiago centro, uno diría que hay tener cuidado y por lo menos yo haría un testeo con anticuerpos a los jóvenes que tiene que volver a ese colegio para saber cuántos tuvieron la infección durante ese período, tener una idea y no actuar a oscuras.
- ¿Entonces esa decisión dependerá de la situación de cada región?
- Así es.
- Uno de los temas importantes de la región es la sequía. ¿Cómo impacta en las medidas de higiene para combatir la pandemia sobre todo en Petorca y el valle del Aconcagua?
- El aseo, sobre todo el lavado de manos, porque a través de un saludo, tocar una manilla se puede dejar el virus ahí, es muy importante. La autoridad sanitaria, tanto regional como local, han señalado que eso hasta aquí no está en juego y que hay suficiente alcohol gel además, que es un sustituto un poquito más pobre que el agua y jabón, que es lo ideal. Pienso que no tenemos un gran riesgo en eso y, de hecho, en las zonas de sequía no ha habido un brote de la enfermedad que se pueda atribuir a que la gente no tenga cómo lavarse las manos, pero más importante que el lavado de manos es la distancia y las mascarillas. Al final de cuentas, el virus vive poco en las manos, el problema es con la falta de distanciamiento social y el no uso de mascarilla, porque ese es el mecanismo en que se transmite esencialmente la infección.
- ¿Cómo está Chile en capacidad de testeo en comparación con países como Argentina y Perú, que tomaron medidas más estrictas frente a la pandemia, pero con diferentes números de contagios? Perú superó los 45 mil y Argentina va recién en 4 mil.
- Como dice el Evangelio, el que busca encuentra. En la medida que se hacen más exámenes, como lo hemos demostrado en estos días, aparecen más casos y diagnósticos. Hay países que han optado, por razones diferentes, a hacer muy pocos exámenes y es evidente que hay una relación directa entre la capacidad de hacer exámenes y los casos encontrados. Pongo el ejemplo de Perú, que empezó con su dinámica de testeo mucho más tarde que nosotros y durante un período muy largo, tuvo casi ningún caso o pocos casos y fallecidos. Decidieron empezar a testear universalmente y se encontraron con una cantidad de casos y fallecidos que superó largamente a nosotros.
- El peak de contagios se produciría en las próximas semanas. A su juicio, ¿cuál sería la proyección de la región a corto plazo y después, a mediano plazo, a la espera de una vacuna contra el covid-19?
- Nosotros sabemos que el destino de esto es que, ojalá con la mayor lentitud posible, nos contagiemos todos, a menos que aparezca una vacuna. El objeto de todo de lo que estamos haciendo es que esa vacunación sea lenta, la enfermedad vaya progresando lentamente, para poder garantizar que aquellos que se enfermen gravemente puedan tener hospitalización, tratamiento intensivo y puedan salir adelante con todo el apoyo. ¿Cuál es el drama? Lo que está ocurriendo en Perú o Ecuador, que la capacidad hospitalaria se copó. En Perú hay 250 camas de tratamiento intensivo para una población de 40 millones de habitantes, nosotros tenemos una disposición y vamos a llegar a 4 mil unidades de tratamiento, camas con respirador, para una población de 18 millones. Todavía tenemos un umbral incluso en esta región de poder aceptar más casos, porque en otros países, incluso en algunos lugares de Estados Unidos como Nueva York, esa capacidad está totalmente copada, o lo que pasó en Italia y España, que la gente se moría por falta de tratamientos.
"Se tiene que garantizar que la ciudadanía va a concurrir masivamente (...) y expresar que quiere a tal candidato a gobernador o alcalde, o tal respuesta en el plebiscito".
"Pienso que no tenemos un gran riesgo en eso y, de hecho, en las zonas de sequía no ha habido un brote de la enfermedad que se pueda atribuir a que la gente no tenga cómo lavarse las manos".
"La Región de Valparaíso tiene buenos números (...) tenemos que analizar el curso de la evolución en estos días para ver si es necesario tomar alguna medida adicional". "No es un retorno a la normalidad, es un retorno a una situación completamente nueva de la que tenemos que aprender y acostumbrarnos". "Nosotros sabemos que el destino de esto es que, ojalá con la mayor lentitud posible, nos contagiemos todos, a menos que aparezca una vacuna".
638 casos confirmados de coronavirus se han detectado en la Región de Valparaíso hasta la fecha. En las últimas horas, se registraron 24 nuevos contagios en la zona.
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