Personal de salud argentino exige protección y bono salarial
CRISIS SANITARIA. Gremios marcharon en Buenos Aires y otras ciudades en demanda de una mayor provisión de elementos de seguridad y negociaciones paritarias.
Gremios de la salud de Argentina realizaron ayer una jornada nacional de protesta en demanda de una mayor provisión de elementos de protección ante la pandemia de coronavirus, el pago de un bono adicional durante cuatro meses y la apertura de negociaciones paritarias para un aumento salarial.
Más de 40 organizaciones adhirieron a la protesta que constó de marchas, manteniendo el distanciamiento social, y huelgas laborales, pero preservando las guardias y la atención de infectados de covid-19.
Las protestas fueron lideradas por la Federación Sindical de Profesionales de la Salud (Fesprosa), representaciones regionales de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) y de la Central de Trabajadores del Estado (CTA), entre otros sindicatos.
En Buenos Aires, integrantes de Fesprosa, médicos residentes y otros sectores sanitarios desafiaron las restricciones de circulación por el confinamiento obligatorio que rige en el país y marcharon a la Legislatura porteña, el parlamento local.
La federación, que integra a unos 30.000 trabajadores de todos los sectores del sistema sanitario público, también realizó acciones en las provincias de Córdoba, Santa Fe, San Luis, San Juan, Tucumán y Chaco.
Condiciones necesarias
Los trabajadores de la salud afrontan actualmente una situación crítica por el impacto de la pandemia de covid-19 en Argentina, no sólo por la demanda de atención, sino por el riesgo de contagio
Con más de 870 infectados -cerca del 17% del total de 5.208 casos confirmados en el país- y nueve fallecidos -de un total de 273 muertos-, los profesionales de la salud demandan "una jerarquización" del sector.
"Tenemos que estar preparados y para ello lo central es que el recurso humano esté en las condiciones necesarias para poder dar el servicio de salud a la población", advirtieron desde Fesprosa.
La presidenta de la federación, Fernanda Boriotti, declaró a Efe que "las principales preocupaciones son que se aplique el plan nacional de protección de los trabajadores, con equipos en cantidad y calidad adecuada, que se realicen test rápidos al personal sanitario y se abran las negociaciones salariales en las provincias, porque los sueldos se congelaron con la excusa de la pandemia", pese a que la inflación sigue en alza.
Boriotti, de profesión bioquímica, resaltó además que la mayoría de los trabajadores de la salud tienen pluriempleo, es decir que trabajan en varias entidades y eso implica "una sobreexposición, el virus puede ir de un lado al otro, y genera cansancio que a veces lleva a reducir la protección personal".
No llegan kits
La dirigente alertó que a las provincias no llegan los kits de protección en cantidad y calidad suficiente: "Uno no sabe qué paciente será el positivo y debe cuidarse siempre".
Los trabajadores de la salud también se negaron a los recortes salariales y el pago en cuotas, al tiempo que reclaman el fin de la precarización laboral y la exención del impuesto a las ganancias para quienes trabajen durante la pandemia.
"Las principales preocupaciones son que se aplique el plan nacional de protección de los trabajadores, con equipos en cantidad y calidad adecuada, que se realicen test rápidos al personal sanitario y se abran las negociaciones salariales en las provincias".
Fernanda Boriotti, Federación Sindical de Profesionales de la Salud (Fesprosa)
Protestas sociales
Pese a que rige el aislamiento social preventivo y obligatorio, desde el miércoles comenzaron protestas sociales en diversos puntos del país. Tras una primera manifestación de organizaciones de izquierda el 6 de mayo en distintos puntos del país, en reclamo de mayor asistencia alimentaria del gobierno nacional, entre otras demandas, otras organizaciones marcharon ayer en Buenos Aires, además de los trabajadores de la salud. Agrupaciones de docentes y organizaciones políticas se manifestaron ante la Legislatura de la ciudad de Buenos Aires para rechazar un proyecto de ley de emergencia que impulsa el Gobierno de la capital que podría congelar salarios de trabajadores estatales.