Mailliard: "No paré nunca y me favoreció, hay muchos que no han podido entrenar"
DEPORTES. La canoísta viñamarina arrancó un nuevo ciclo con miras a Tokio 2021 y está a la espera de su compañera Karen Roco para seguir sumando fuerzas.
En todo este tiempo desde que se desencadenó el coronavirus y se ratificó la postergación de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 para el próximo año, María José Mailliard apenas se tomó una semana de descanso. Fue una especie de reseteo para volver a empezar un nuevo ciclo, para dejar atrás de una buena vez la oleada inicial de amargura y frustración que significó para ella el cambio de fecha de la competición.
La canoísta también bajó las cargas para, literalmente, recargarse, volver a motivarse, sobre todo considerando que la curva de rendimiento estaba pensada de manera tal de que en Japón alcanzara su cúspide, y para ello iban a ser clave las copas previas a la cita olímpica.
Ahora Mailliard se encuentra en pleno periodo base, sumando horas de bicicleta con un rodillo en casa y haciendo otro tipo de ejercicios que se complementan con entrenamientos diarios con el bote. Ha sido un proceso que ha ido aumentando paulatinamente desde que se tomó ese descanso cerca de fines de marzo, y de hecho dentro de los próximos días debería incrementar la exigencia con sesiones doble en el agua todos los días, además de las rutinas de gimnasio.
"El periodo base al principio es como muy aburrido y uno como que tiende a desmotivarse, a no querer entrenar nada", reconoce Mailliard, pero perseverante como siempre, ahí está, dándole cara, infatigable, contra viento y marea. De hecho, por un tiempo estuvo entrenando sola junto a su entrenador Evidio González en el tranque La Luz de Curauma. Eso hasta que la semana pasada retornaron algunos remeros después de estar varias semanas alejados de las apacibles aguas curauminas.
"Lo bueno es que no paré nunca y eso me favoreció porque hay muchos deportistas que no han podido entrenar. Simona Castro (gimnasta nacional) me dijo que llevaba dos meses sin entrenar. Hay hartos deportistas clasificados a los Juegos Olímpicos que están súper complicados. Yo dentro de todo he salido favorecida", sostiene, intentando encontrar el lado positivo.
A Mailliard se le escucha con un nuevo aire, más optimista de cara al futuro, con mejor ánimo. De seguro que debe haber altibajos, pero el trabajo psicológico parece haber rendido algunos frutos para subir la dosis de motivación. "La verdad es que he andado bien, me ha ayudado un montón... ahora hay que hacerlo lo mejor posible", recalca.
El calendario también ayuda. Recién le confirmaron una competencia en Hungría en septiembre y otra a nivel sudamericano en noviembre. Pese a que todavía no hay muchas certezas, al menos hay una leve posibilidad, por pequeña que sea, que le permite aferrarse a algo tangible.
"Entrenamos para eso, pero no se sabe hasta que estemos más cerca de esa fecha porque en Chile vamos cada vez peor", lamenta, horrorizada con las cifras de contagio de los últimos días en el país.
Sesiones en pandemia
María José Mailliard vive a pasos del embalse, y su vida prácticamente se ha circunscrito a ese pequeño radio: en este tiempo ha evitado ir a la casa de su madre en Viña del Mar debido al coronavirus. "En mi familia están todos bien, por lo mismo no me he querido acercar porque mi abuela tiene más de 80 años, entonces más que todo por cuidarla a ella", cuenta.
Pero esta aparente soledad cambiará con el retorno de su compañera en el C2 500 metros, Karen Roco, quien se había ido a Constitución con su familia una vez que el brote se agudizó en el país. La deportista maulina no pudo llegar ayer a la región de Valparaíso por los controles sanitarios debido a la pandemia, pero espera conseguir un salvoconducto que le permita estar en Curauma esta semana.
De todas formas, la canoísta viñamarina no se queja por tener el tranque casi para ella sola, consciente que en la prueba C1 200 metros es donde quizá más posibilidades tiene de obtener una medalla olímpica, un sueño que nada ni nadie le quita de la cabeza, ni siquiera la pandemia.
Pero Mailliard asume también que con Roco "va a ser más agradable el ambiente, habrán más risas. Será más entretenido". Claro que antes de retomar los entrenamientos, su compañera deberá someterse a exámenes para descartar la presencia del virus. "Sería terrible haberme cuidado tanto para que me contagie ahora", afirma la doble medallista panamericana.
Y es que uno de sus mayores temores es contagiarse, sobre todo considerando las inciertas secuelas que la enfermedad podría provocar en deportistas de alto rendimiento. Se especula con que puede afectar algunos órganos, entre ellos el corazón, aunque no se sabe con certeza el alcance. Esa pequeña posibilidad la angustia. Sería la ruina para ella. Así lo cree firmemente.
"Los deportistas son a los que más los puede perjudicar el coronavirus. Más que todo, lo que nos preocupa a nosotros es que pierdes como un 25 o 30% de tu capacidad respiratoria", asegura, agregando que "un nadador mexicano tuvo coronavirus y decía que ya no puede volver a nadar, ya no va a volver a nadar al nivel que competía y era nadador olímpico. Adiós al alto rendimiento, así que es súper complicado".
En el CEO de Curauma se ha ido implementando un protocolo justamente para evitar contagios. "Cuando se hacen pesas no pueden haber más de 3 personas, se limpian todas las barras con cloro, y una desinfección constante en todas partes donde estamos nosotros. Nos movemos con mascarilla para todas partes", cuenta Mailliard. Son las precauciones que hay que tomar para seguir pensando en grande y que ningún virus se interponga en el camino hacia una soñada medalla olímpica.
Persiste el peligro con el nivel de agua
La crisis hídrica ha hecho que Esval siga utilizando el agua del tranque La Luz, y a estas alturas la situación se ha vuelto casi insostenible para los deportistas que reman allí. "Está peligroso. Hay varios momentos del entrenamiento en que toco abajo, y gracias a que estoy en periodo base y no estoy haciendo ningún pique, no me ha pasado la cuenta, pero si estuviera haciendo piques en los que uno va con fuerza, tocar abajo es complicado, es una lesión segura. Ha bajado un montón el nivel de agua", advierte la viñamarina, lamentando además que el agua está muy sucia, incluso pestilente en una zona.
"Los deportistas son a los que más los puede perjudicar el coronavirus, puedes perder un 25 o 30 por ciento de tu capacidad respiratoria".
La exigencia universitaria
María José Mailliard intenta compatibilizar sus tiempos con sus estudios universitarios, donde acaba de entrar a la carrera de Entrenador Deportivo Profesional en la UVM. "Igual un poco colapsada, porque como me matriculé tarde estoy todavía poniéndome al día en varias materias. Tengo que recuperar todos los trabajos que hicieron esas primeras semanas", explica, aunque al menos le convalidaron tres ramos de su paso previo por ingeniería comercial, lo que le permitió tomar un par de asignaturas más.
23 de julio al 8 de agosto del 2021 fueron aplazados los Juegos Olímpicos de Tokio producto de la pandemia.
24 de agosto del 2019 la fecha en que María José Mailliard clasificó a los JJ.OO en C1 200 metros.
2 las pruebas en las que la canoísta viñamarina competirá en Japón: C1 200 metros y C2 500 metros.