"El acuerdo del 15 de noviembre corre el mismo riesgo que todas las políticas públicas en Chile"
Como "impresentables" califica el senador Juan Antonio Coloma (UDI) las versiones o rumores que señalan que parte del oficialismo busca dejar sin efecto el acuerdo alcanzado por la casi totalidad de la fuerzas políticas el 15 de noviembre pasado, utilizando la excusa de la pandemia. Un acuerdo en el que también participaría parte de la oposición y que dejaría fuera del libreto el plebiscito y la elección de gobernadores regionales. El expresidente del gremialismo aclara que, al final, todo está supeditado a la superación de la crisis sanitaria.
- Existe una tasa creciente de contagios. ¿Cómo evalúa el manejo de la pandemia?
- El Gobierno está enfrentando la crisis más profunda de los últimos 100 años, lo que está asociado a un escenario planetario. Y en ese sentido, a uno podrá o no gustarle el Gobierno, pero sería tremendamente injusto no reconocer que hubo una preocupación temprana de parte de la autoridad de establecer todos los mecanismos posibles para hacer que los efectos de esta pandemia fueran lo más acotado posible de lo que la ciencia hoy permite. Estoy convencido de que el Gobierno preparó de buena manera el sistema sanitario y cuando muchos pensaban que era prematuro, se declararon cuarentenas preventivas, se amplió la posibilidad de tener ventiladores mecánicos, no se ha escatimado recurso alguno. Esto ha estado asociado con ayuda económica, porque estas pandemias generan un frenazo brutal a la economía. Por eso la estrategia apunta en la línea correcta. Primero la preocupación por las personas que se refleja en el bono covid-10, en incentivar el uso del beneficio del seguro de cesantía o en la entrega de dos y medio millones de canastas de alimentos. Y segundo, la necesidad de recuperar el aparato productivo a través del Fogape, que está en pleno inicio, y los proyectos de la Corfo para entregar aportes a las pymes. También en propuestas para enfrentar lo que viene. Esto es como un barco que navega en la tempestad, pero el barco está navegando de la mejor manera posible.
- La oposición critica que se haya priorizado una mirada economicista, más que poner el acento en las personas.
- Que comparen las cifras con otros países de la región. Tenemos una de las letalidades más bajas y la capacidad de testeos más alta. Eso habla más que mil palabras. Una es la crítica legítima, que aporta, y otra es reclamar sin fundamentos, dañando la autoridad.
- ¿La oposición ha sido obstruccionista?
- Hay diferencias. Hay sectores que han sido profundamente obstruccionistas. Me sorprende que sectores del PC y el FA hayan rechazado proyectos como el Fogape o algunos elementos del covid-19 y que lo sigan haciendo. Pero hay otros sectores vinculados a la centroizquierda, con un mayor sentido de responsabilidad y han colaborado, no en todo, porque en el Ingreso Familiar de Emergencia se abstuvo gran parte. Nosotros señalamos que esto se resuelve entre todos porque nadie va a sacar una ventaja si el país se desmorona.
- Se especula con un eventual acuerdo nacional entre cuatro paredes que busca echar pie atrás con lo establecido el 15 de noviembre pasado y que dejaría fuera el plebiscito e incluso la elección de gobernadores regionales.
- No conozco ningún acuerdo ni iniciativa de esa naturaleza. Lo que sí hay es un esfuerzo por enfrentar la pandemia, pero eso no tiene que ver con un cambio de itinerario. La única razón por la cual podría no hacerse este itinerario es producto de la situación sanitaria, porque cualquier proceso electoral requiere sobre todo seguridad para que concurran a ese proceso. Lo que sí he visto es un esfuerzo para elaborar políticas públicas hacia adelante en salud mental, en materia económica, en materia de pymes, que son fundamentales.
-¿Descarta, entonces, que en sectores del oficialismo estén utilizando esta crisis sanitaria para dejar atrás el proceso constituyente que se venía gestando a partir del estallido social?
- Las reformas sociales han sido abordadas en forma conjunta y en eso no ha sido un sector contra otro. Ha habido acuerdos importantes que están rigiendo. Ahora, nadie sabe lo que puede ocurrir el día de mañana, pero al menos la voluntad está arriba de la mesa.
- ¿O sea que el acuerdo del 15 de noviembre no corre riesgo?
- Ese acuerdo corre el mismo riesgo que todo Chile. El único tema que tiene que concentrar los esfuerzos hoy es cómo enfrentamos la pandemia en cuanto a sus esfuerzos sanitarios, tanto como sus esfuerzos económicos. Ese es el riesgo que corre, al igual que todas las políticas públicas en Chile.
- Entonces, existe un riesgo…
- Yo fui parte de la génesis de ese acuerdo porque estaba convencido de que, en el escenario de estallido social, había algunos que querían derrocar al Gobierno. Y en ese contexto, creí necesario llegar a un acuerdo que comprometiera un camino para hacer esos cambios constitucionales de mejor manera. Y cuando uno llega a acuerdos tiene que tener la voluntad de cumplirlos y eso no ha cambiado un ápice. Pero a mediados de marzo, sin que nadie lo pidiera, fuimos convocados por el Colegio Médico y la misma presidenta nos planteó que se venía una situación sanitaria muy compleja que hacía inviable el plebiscito. No sabemos qué va a pasar ahora. Las campañas empiezan teóricamente en agosto y no sé si en esa fecha vamos a estar en condiciones. Lo que sí sé es que se debe hacer un esfuerzo por cumplir los compromisos, pero lo prioritario aquí es la pandemia. Hay que recordar que los primeros que hablaron de postergar el proceso no fue la UDI, sino que los médicos de Chile. Entonces, es impresentable que se planteé que aquí hay una maquinación en función de un requerimiento sanitario completamente impostergable.
- El lunes se produjeron protestas e incidentes reclamando por el manejo de la crisis sanitaria y señalando que hay sectores que tienen hambre.
- Esta es una noticia en desarrollo. Hay que establecer si lo que hubo ahí fue una reacción ciudadana producto de carencias o es un tema vinculado al narcotráfico. Lo que tenemos claro es que la reacción violenta que se produjo en el estado en que se encuentra el país me parece increíblemente irresponsable. Además, hubo un aprovechamiento político impresentable porque a los pocos minutos que se produjo esta situación, particularmente representantes del FA lanzaron tuit concertado entre sus dirigentes atacando a la autoridad, generando un escenario catastrofista contra el Gobierno y justificando la violencia. Todo eso me parece grave en la lógica de la convivencia nacional.
- ¿Tiene dudas respecto a que una reacción ciudadana?
- Conversé con dirigentes nuestros en El Bosque y coinciden que esto tiene más de organizado que de espontáneo y donde habría un rol de terceros interesados en generar escenarios de enfrentamientos. Espero que la autoridad pueda determinar lo que ocurrió.
- Existe una ofensiva de regionalistas para impedir la postergación de la elección de gobernadores regionales. ¿Es o no partidario de postergarla?
- Hemos dicho en diversas ocasiones que por efecto de la pandemia se han producido distintos cambios. Tenemos ocho elecciones en un periodo de un año, lo que parece poco razonable en la lógica de la seguridad ciudadana. Desde mi perspectiva, hay una oportunidad de hacer coincidir algunas elecciones como la de gobernadores regionales con la de consejeros regionales, lo que, insisto, desde mi punto de vista, va adquiriendo más sentido. Es algo que hay que discutir, pero hay tremendistas que ven en esto todo tipo de teorías antirregionalizadoras cuando es a la inversa. A mí me interesa que los procesos resulten, no que los procesos se aborten o se equivoquen. Por eso parece más razonable tratar de buscar una uniformidad en materia de procesos electorales.
- Se señala que a raíz del proyecto que limitará la reelección, muchos parlamentarios quieren postergar la elección de gobernadores para noviembre y así poder ir de candidatos.
- Los que señalan esto lo hacen de mala fe. Basta ver el sentido de la norma y como norma permanente las elecciones de gobernadores van a coincidir con la de cores. Sólo en esta ocasión se produce este desfase o diferencia en elección, porque en la misma ley se establece que debe corregirse hacia adelante. Ahora, si producto de la pandemia esa corrección debe ser anticipada, nadie puede decir que hay un interés oculto.
- ¿Sin rentas regionales y sin transferencia de competencias es posible tener gobernadores?
- Bueno, eso es lo más preocupante de todo. He señalado en innumerables ocasiones que esto es clave para tener autoridades empoderadas, pero se prefirió este otro camino que está demostrando las falencias que tiene. Elegir gobernadores sin competencias ni recursos no me parece la mejor receta para iniciar un proceso descentralizador.
"Se debe hacer un esfuerzo por cumplir los compromisos (plebiscito), pero lo prioritario aquí es la pandemia. Hay que recordar que los primeros que hablaron de postergar el proceso no fue la UDI, sino que los médicos de Chile".