Cristián Rodríguez F.

Una de las primeras gestiones del nuevo presidente del Consejo Regional de Valparaíso, Manuel Murillo (PPD), fue conseguir el apoyo del intendente Jorge Martínez para que este viernes se aprueben $4.000 millones, con los que esperan comprar cien mil cajas de alimentos para las familias más vulnerables.

Un primer acercamiento con el Ejecutivo que espera convertirlo en la tónica de su gestión. Mal que mal, cuatro consejeros de RN votaron por él y dos se abstuvieron de apoyar a la otra candidata, por lo que le exigirán llevar una administración acorde a la crisis sanitaria que vive el país.

- Ayer se dio a conocer un documento de 2018 en el que se establecía que la presidencia de este año era para el PPD. ¿De allí se basaron para llegar a la testera?

- Hay un papel formal firmado ese año que establecía las condiciones del acuerdo y también las presidencias. Ese año, después de cuatro elecciones fallidas de Percy Marín (RN), me tocó sentarme con los jefes de bancada y acordamos que votaríamos por él y que al tercer año le tocaría al PPD o al FA.

- Pero la UDI también se tomó de un pacto donde supuestamente les tocaba a ellos la presidencia.

- Lo que pasa es que el acuerdo que tenían ellos con RN nunca fue con el PPD, el FA ni la DC. Entonces, cuando empezaron a notar la situación se acercaron al FA y a Evópoli, y también me pidieron a mí ser parte de esa alianza. Me ofrecieron la comisión de Inversiones (que preside Percy Marín), pero no acepté, y además que tampoco estaban los votos para ganar. En eso soy bien pragmático...

- Da la impresión de que primaron más los intereses personales que los colectivos, viendo cómo se arrebataron y designaron comisiones y jefaturas de bancadas...

- Quienes creen eso es porque no saben cómo funciona el Consejo Regional. Lo que uno hace -y que es parte de la democracia- es llegar a acuerdos y tratamos que cada integrante de la bancada esté representado según sus intereses y habilidades. Lo que se negocia finalmente es eso y equilibrios.

- ¿No debieran funcionar con una lógica de gobierno y oposición?

- La verdad es que acá predominan los afectos y las habilidades del consejero más que otra cosa. Llevo seis años y me ha tocado votar a favor de la derecha, de la DC, de nosotros, y al revés también. Nosotros manejamos recursos que se traducen en obras. Entonces, por ejemplo, cómo podríamos oponernos a un alcantarillado en Viña sólo por el hecho de que la alcaldesa es UDI.

- ¿Nunca hubo espacio para incorporar a la UDI en el acuerdo?

- Creo que en algún minuto tenemos que equilibrar que las comisiones sean proporcional al número de cores de cada bancada. Pero no nos olvidemos que, en 2019, la UDI nos quitó las tres comisiones que teníamos. Además, tampoco desconocimos el trabajo de algunos que se abstuvieron, como Roberto Chahuán (RN) e Iovani Teave (Ind./RN), que igual tuvieron sus comisiones.

- Pero esa es la impresión que quedó, que todos los que votaron a su favor se quedaron con algo.

- Eso es lo que vende. Manuel Millones (Ind. ex UDI) no votó por mí e igualmente se quedó con una comisión. No sólo fueron los que votaron por mí.

- Tampoco estamos hablando de una votación dividida donde ambos cores que se abstuvieron podrían haber inclinado balanza.

- Claro. Así es la democracia.

- La UDI pasó de tres a una comisión. ¿Fue una vuelta de mano? Se dice que en algunos sectores molestó que negociaran con el FA.

- No es una vuelta de mano. Y lo de la negociación, estuve en la mesa donde estaba la UDI y la consejera Tania Valenzuela (Ind/FA). Ella también participó en una videollamada y está en un grupo de WhatsApp con la UDI. Está bien, pero sí lamento que ella y Jorge Mora (RD/FA) no hayan votado por mí cuando había un acuerdo.

- ¿Se vio algún tipo de intervención del intendente Martínez?

- Creo que no se metió y me alegra que haya sido así, no como en 2018, cuando se involucró mucho. Este es un tema de nosotros. Fue bueno que en esta ocasión, entre comillas, no existieran intervenciones, y los que trataron no lo lograron.

- Intervinieron diputados RN pidiendo respetar pacto con la UDI.

- Así es, y es lamentable, porque nosotros no los llamamos para intervenir en la elección de la Cámara de Diputados.

- Le preguntaba por el rol de Martínez porque en el oficialismo transmitieron su preocupación por cederle la presidencia del Core a la oposición en medio de una crisis sanitaria. ¿Cómo será su conducción en la emergencia?

- Voy a actuar como siempre. Votaré a favor de las propuestas que ayuden a la ciudadanía y me voy a oponer con fuerza cuando sienta que un proyecto no es cercano a la gente. Voy a ser "oposición" a lo que no sienta justo, y seré "gobierno" cuando estemos trabajando todos por el mismo fin.

- El lunes se dijo que renunciaría en noviembre a su cargo para ser candidato a diputado. ¿Es cierto?

- No es cierto. Es verdad que todos tenemos intereses electorales, pero hoy mi labor es ser consejero regional. Mi partido tampoco me lo ha ofrecido. Mi labor es ser core y ojalá el mejor de todos. Si hay una posibilidad, se verá en ese minuto.

- Pero entonces no se puede comprometer a que terminará su presidencia. ¿Cómo garantiza que no mal utilizará el cargo?

- Espero mantenerme hasta el próximo año. Mi desafío es ser presidente no para usar el cargo, sino que para hacerlo bien. Si lo mal utilizo, que la ciudadanía me castigue con su voto.

"Creo que el intendente Martínez no se metió y me alegra que haya sido así, no como en 2018, cuando se involucró mucho en la elección del presidente".

"La UDI me ofreció la comisión de Inversiones (que preside Percy Marín), pero no acepté, y además que tampoco estaban los votos para ganar".

El turismo fue el primer sector afectado por la pandemia del covid-19 y será el último en recuperarse. Lo que genera un tremendo desafío para la reactivación de este histórico impacto mundial.

Vemos como en Chile y el mundo la actividad se paralizó por completo y como en nuestro país y región miles de emprendimientos turísticos intentan sobrevivir a diario, con una enorme responsabilidad económica, laboral y emocional a cuestas. Sumado a una débil temporada de verano, afectada principalmente por los sucesos sociales vividos en nuestro territorio desde octubre, lo que generó que muchas empresas de turismo no lograran el equilibrio económico propio de la estacionalidad.

Hoy el 70% de las empresas del rubro no están operando y el porcentaje restante trata de acomodarse a la "nueva realidad", reformulando con gran dificultad sus negocios, equipos de trabajo y logística, entre otros. Esquivando los despidos y la inminente quiebra.

No es fácil poder determinar con certeza cómo ni cuándo será la reactivación, ya que hay dos aristas previas claves. La primera será la eficacia de las políticas económicas y la respuesta que tendrán las empresas a ello; y por otra parte la gestión en términos de salud pública y eficiencia en el control del virus y como ésta última genera una estrecha relación con el turismo.

Si tenemos la certeza que como sector debemos prepararnos con resiliencia y rediseño, tanto en los destinos como políticas públicas, Donde el turismo regenerativo, sustentable, planificado, digital y con una sólida gobernanza toma aún más fuerza. Replanteándonos un proceso de reactivación turística totalmente sostenible y por etapas.

Primero que todo, debemos asumir que el turismo cambió para siempre y la seguridad de las personas estará ante todo. Veremos un cambio de conciencia en los visitantes, hablaremos de un nuevo turista, con preferencia de visitar destinos cercanos, menos masivos y con fuerte incentivo al consumo local.

Deberán cambiar los procedimientos internos de los establecimientos, donde la prevención, medidas sanitarias, comunicación y flexibilidad en la política de reservas será clave a la hora de reactivarse. Sin considerar aún las posibles certificaciones internacionales en bioseguridad, que podrán ser determinantes a la hora de elegir un destino o establecimiento por parte de los turistas.

Hay una oportunidad que podemos considerar, y es que según estudios de la Subsecretaría de Turismo, la Región de Valparaíso es la principal receptora de turistas nacionales, con casi 5 millones de turistas chilenos por año. Viajeros que pernoctan y utilizan servicios turísticos de manera directa.

¿Qué nos dice eso? Que sin tener una fecha clara de reactivación, nuestra Región se encuentra en buen pie para un favorable escenario, donde se visualiza que la estrategia y el foco serán las personas, el turismo interno, la seguridad sanitaria y el valor ambiental producto del aumento de conciencia.

Luigina Pruzzo G.