Droga atenta contra el derecho a la vida
El caso de una creatura asesinada en el vientre materno muestra el más cobarde de los atentados contra un ser indefenso. En los últimos tiempos, a la sombra de la violencia desatada en octubre pasado y la incontrolable pandemia, nos encontramos una realidad que también pareciera incontrolable: el tráfico de droga.
La más indefensa de la creaturas, albergada aún en el vientre materno, fue víctima de un brutal ataque y perdió su derecho a la vida. Dramático resultado de un baleo perpetrado pasado el mediodía del jueves en el sector Rodelillo de Valparaíso.
Una mujer de 29 años, con más de 7 meses de embarazo, fue blanco de un ataque a tiros. Una ráfaga letal que la dejó herida de gravedad y, a la vez, sesgó la existencia de su creatura. A esa altura de la gestación la creatura ha completado su formación y está en condiciones de vivir fuera del vientre materno.
Así, el ataque tiene dos víctimas: la madre que pese a la gravedad de sus heridas ha logrado sobrevivir, y la indefensa creatura que no pudo superar el efecto de los impactos.
Las primeras indagaciones hablan de un atacante con el rostro cubierto, que estaba acompañado y que habría logrado escapar en un vehículo.
Un hecho está claro. El atacante disponía de un arma con munición de 9mm con gran capacidad de tiro, lo que se evidencia en las numerosas vainillas esparcidas en el sector y en los múltiples impactos en viviendas, muros y un vehículo.
No se trata de un accidente o de la imprudencia en el uso de un arma de fuego. Además, se actúa a plena luz del día, lo que invalida la tesis de un error. En resumen, hay premeditación.
Uniendo este caso a otros con uso de armas de fuego en la parte alta de nuestras ciudades, se puede concluir que tras este ataque elemento gatillante es la droga.
En los últimos tiempos, a la sombra de la violencia desatada en octubre pasado y de la incontrolable pandemia, enfrentamos una realidad que también pareciera incontrolable: el tráfico de droga y sus múltiples efectos.
Hay demanda y creciente oferta. Hay tremendo daño a la salud de las personas. Hay efectos que agrietan todo el tejido social, sin distinción de clases atacando especialmente a los más jóvenes. Hay poder de fuego, los vimos ayer en Santiago en un servicio de urgencia. Y como elemento decisivo está el gran poder del dinero con redes que cubren ciudades y campos y rompen fronteras.
Así, hay muchos frentes de lucha. Decisivos son la educación y la salud, con tareas a corto y largo plazo, donde los responsables son muchos. Pero también está el rol de la familia, directamente amagada, y las organizaciones sociales.
En la lucha concreta, en terreno, en el día a día, está la ineludible responsabilidad de la autoridad: las policías y los tribunales.
El estremecedor caso de Rodelillo en que se quita el derecho a la vida a una creatura ya en condiciones de dejar el vientre materno, no nos permite mirar para otro lado y dar vuelta a la página. Así como nuestros sistemas de salud acusan rezago ante la pandemia, la sociedad toda está empantanada en la guerra contra la droga.