Paola Passig

Como un "arreglín" que sirve para la foto califica el presidente del Partido Republicano, José Antonio Kast, los intentos de La Moneda de concretar un pacto político con la oposición con el objetivo de trazar una ruta que permita establecer un presupuesto y tareas concretas para enfrentar la pandemia. En el estilo que lo caracteriza, el exdiputado y expresidenciable cuestiona el liderazgo del Gobierno para defender sus ideas, lo que se refleja, por ejemplo, en la salida de Macarena Santelices desde el Ministerio de la Mujer y Equidad de Género.

- ¿Era previsible su salida?

- Fue un desenlace lamentable. Hubiera esperado que el Gobierno no cediera a las clásicas manifestaciones en contra de la oposición. El Gobierno está para dirigir los destinos del país, no para atender los reclamos de la oposición y esto ya lo vivimos con el ministro Rojas. Santelices explicó muy bien las situaciones por las que se le criticó, pero aunque ella hubiera hecho todo perfecto, la oposición hubiera seguido cuestionándola por el solo hecho de ser pariente de Pinochet y haber defendido su legado. Y lo mismo va a pasar con Mónica Zalaquett. Tampoco la van a dejar ejercer con tranquilidad como tampoco dejaron a Isabel Plá, que hizo muchas concesiones a pesar de que no las compartiera. Entonces, me hubiera gustado que el Gobierno hubiese dado un respaldo mayor a Santelices y ojalá La Moneda entienda que tiene que gobernar de acuerdo a su programa y no de acuerdo a las exigencias de la oposición.

- En medio de un escenario complejo y tensionado, ¿no sería recomendable que La Moneda revisara con mayor rigor los currículum y actuaciones de sus elegidos?

- Ella cumplía el perfil para el cargo. ¿Se va a vetar a todos los que alguna vez tuvieron un contacto o trabajaron con Pinochet? Entonces, por qué está Cristián Larroulet o estuvo tantos años Andrés Chadwick. Y ellos fueron colabores directos del gobierno militar y aquí estamos hablando de una sobrina nieta de Pinochet que tenía pocos años durante ese tiempo, pero el Gobierno se equivoca una y otra vez y en vez de tener una línea clara, cede a las manifestaciones opositoras.

- Se señala que los nuevos ministros llegan a sellar el acuerdo nacional. ¿Lo ve así?

- Tengo la mejor opinión de Cristián Monckeberg y Claudio Alvarado, tienen experiencia parlamentaria y habilidad de diálogo. Son un aporte para el gabinete. Lo que no compartí fue lo de Sebastián Sichel, porque si se sale del gabinete no necesariamente se debe aplicar la silla musical y que el Banco del Estado sea donde se pagan los favores o acuerdos políticos. Además, el Banco del Estado tenía un buen gerente y no valía la pena removerlo. Ahora, si se le dio mayor participación a RN, creo que el Gobierno debe buscar alinear a sus partidarios más que andar fijándose si hay que dar concesiones o no. Lo que no se entiende es que el presidente de RN o senadores como Ossandón estén permanentemente criticando la gestión del Gobierno y a ciertos ministros. Ahora, si no logra alinear a sus partidarios, esto termina en el festival del populismo. Y en el tema sanitario debe hacer lo mismo: dar pautas claras.

- Ha sido muy crítico con este acuerdo.

- Es que lo que Chile necesita no es el típico acuerdo por la paz que se produjo el 15 de noviembre para cambiar la Constitución y donde todos se abrazan y se sacan fotos. Eso ya lo hemos vivido el 2007, con el acuerdo educacional; lo vivimos el 2009, con el Transantiago, y el 2015, con el cambio del sistema electoral, y el resultado permanente es que las cosas que se dicen que se van a mejorar, no mejoran. Y aquí va a pasar algo similar, porque cuando uno se sienta a tratar de llegar a un gran acuerdo con una oposición tan mezquina y miserable como la de hoy, es muy difícil que se llegue a un acuerdo trascendente. Están pidiendo cosas imposibles, como la salida de Mañalich o un súper impuesto a los más ricos… Bueno, con esa oposición es imposible llegar a un acuerdo y creo que ese gran acuerdo ya fue descartado y ahora están buscando "algún tipo de acuerdo". Entonces, nosotros planteamos en una cadena nacional que hicimos en redes sociales, que esto se veía más bien como un arreglín para salir en la foto, pero la verdad es que no se necesita este acuerdo.

- ¿Por qué no se necesita?

- Los ministros Mañalich, Briones, Palacios, Zaldívar, Monckeberg e incluso Blumel, tienen las atribuciones suficientes para realizar acciones que ayuden a enfrentar la pandemia sanitaria y la crisis social económica que se nos viene por delante. En algunos casos, incluso, no se necesita a la oposición, porque el Gobierno tiene atribuciones para modificar las partidas presupuestarias y en algunos casos tiene la facultad de usar el veto presidencial para imponer ciertos criterios en el gasto social que se requiere.

- Entonces, ¿La Moneda puede trabajar sin ese acuerdo?

- Exacto. Si el Gobierno tuviera el carácter y el liderazgo que ha ido perdiendo podría sacar adelante una agenda mucho más potente en temas económicos y podría dar mucho más respaldo al ministro Mañalich en materia de salud. Y lo mismo con el tema del trabajo. Si a la oposición se la enfrenta con ideas claras es muy difícil que se niegue. El Gobierno anuncia 2 millones y medio de cajas de alimentos y al día siguiente salen dirigentes políticos, no pobladores, a protestar, pero La Moneda no los enfrenta. Lo mismo pasa en La Araucanía. Y el ministro Blumel en vez de andar buscando acuerdos, debiera garantizar el orden público. Pero confío en que Alvarado tome su rol en el Parlamento y Blumel se concentre en el orden público y a imponer el Estado de derecho donde no lo haya.

- A propósito del orden público, la oposición critica la insistencia del Gobierno de poner urgencia al proyecto que reforma el sistema de inteligencia señalando que busca establecer un estado policial y dejar a Piñera con un poder absoluto y con escaso control del Congreso.

- Por el contrario, ese proyecto es fundamental y se ha demorado demasiado. Modificar la Ley de Seguridad Interior del Estado es parte del programa y debió tramitarse desde el inicio. Hoy sale el Presidente diciendo que enviará una ley más dura contra el narcotráfico, pero, además, se necesita endurecer las penas contra el terrorismo. Hay que poner fin a aquellos eslóganes de que "vamos a terminar con la puerta giratoria" porque eso quedó superado por la realidad. Y es más, creo que hay que cambiar el comité político de los días lunes -donde se discute la reelección de los alcaldes que no le interesa a nadie- por un comité político dedicado a la seguridad ciudadana.

- Se cuestiona que se militaricen los problemas sociales.

- Las críticas vienen de los mismos grupos que no condenaron la violencia del 18 de octubre, vienen de los mismos grupos que reivindican la autonomía de ciertos territorios en el sur, de los mismos grupos que defienden a los inmigrantes ilegales.

- Mencionó la reelección de los alcaldes. ¿Se debe dictar una ley para permitirles volver a postular por una vez más?

- La ley debe quedarse tal como está y los alcaldes tienen plazo hasta noviembre para poder postular a un cargo parlamentario. Es un avance gigantesco para remover a personas que estaban anquilosadas como el alcalde de Quillota de la DC o la alcaldesa de Papudo de RN, que me parece lleva cinco periodos. Entonces, está bien que salgan, porque más de tres periodos impide que surjan ideas nuevas y el desgaste se refleja en que la votación en la elección municipal sigue bajando.

"Ella (Macarena Santelices) cumplía el perfil para el cargo. ¿Se va a vetar a todos los que alguna vez tuvieron un contacto o trabajaron con Pinochet? Entonces, por qué está Cristián Larroulet o estuvo tantos años Andrés Chadwick".

"Los ministros Mañalich, Briones, Palacios, Zaldívar, Monckeberg e incluso Blumel, tienen las atribuciones suficientes para realizar acciones que ayuden a enfrentar la pandemia sanitaria y la crisis social económica que se nos viene por delante".

"Es un avance gigantesco para remover a personas que estaban anquilosadas como el alcalde de Quillota de la DC o la alcaldesa de Papudo de RN, que me parece lleva cinco periodos".