FirmaN acuerdo para probar en CHILE vacuna contra el coronavirus
PANDEMIA. Sinovac Biotech es uno de los cuatro laboratorios chinos autorizados para buscar la fórmula.
La Pontificia Universidad Católica de Chile, a través del Instituto Milenio de Inmunología e Inmunoterapia (IMII), firmó ayer un acuerdo de colaboración con la biofarmacéutica china Sinovac Biotech, que permitirá a Chile participar de los análisis de efectividad contra la vacuna del covid-19. Esto, además, eventualmente facilitaría el acceso del país a la vacuna.
El convenio permite también que el producto de este laboratorio, cuya sede principal se ubica en Beijing, China, pueda ser evaluado en estudios propios en Chile, con la finalidad de a acercar el acceso. Alexis Kalergis, director de IMII y parte del equipo creador de la vacuna contra el virus respiratorio sincicial, señaló ayer, durante el anuncio que se realizó vía videoconferencia, que "es importante explorar múltiples caminos de acción para garantizar el acceso a una vacuna. Uno de estos es el desarrollo en Chile de investigación científica para la generación de prototipos locales, dado que eso nos posiciona en el mapa de desarrolladores de vacunas".
El ministro de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, Andrés Couve, quien también estuvo presente en la cita, destacó que este acuerdo se enmarca en la estrategia nacional para lograr el suministro oportuno y equitativo de una vacuna contra el covid-19, que lidera desde el Gobierno: "Este es un primer paso de un plan que consiste en seguir tempranamente desarrollos promisorios y establecer vínculos estratégicos para realizar ensayos clínicos en Chile. Hoy el Instituto Milenio en Inmunología e Inmunoterapia junto a la Universidad Católica cierran un acuerdo muy relevante gracias a la destacada trayectoria y experiencia con la que cuentan sus investigadores en este tipo de colaboración internacional".
Colaboración
Alexis Kalergis destacó también que "la colaboración con grupos y organismos internacionales es clave, porque podemos conocer y acceder de primera fuente a los avances hechos por otros equipos".
De acuerdo con lo señalado recientemente por la Organización Mundial de la Salud (OMS), la producción de una vacuna contra el covid-19 podría tardar entre 12 y 18 meses, lo cual significa mucho tiempo sin certeza sobre el control del virus. Por ello es que tanto universidades como especialistas han remarcado la importancia de compartir conocimientos para acelerar el proceso.
Así lo remarcó también Kalergis, quien destacó que "dada la gravedad de esta pandemia, la comunidad científica mundial está trabajando arduamente para combatir este virus. Por esto es muy importante trabajar en colaboración y que exista un desarrollo simultáneo de una alta cantidad de iniciativas. Esto nos permitirá tener mucha mayor probabilidad de obtener una o más vacunas que protejan a la población pronto", enfatizó.
Para dar un ejemplo respecto de la colaboración científica contra el coronavirus, el especialista apuntó a la OMS, que puso en marcha un ensayo clínico denominado "Solidaridad" para acelerar el desarrollo de vacunas y tratamientos, que involucra a más de 90 países.
En la misma línea, la doctora Susan Bueno, académica de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad Católica e Investigadora Asociada del IMII, también presente en la reunión telemática donde se dio a conocer el convenio con el laboratorio Sinovac Biotech, sostuvo que "está en el interés de los países el poder evaluar de forma directa la efectividad de nuevas vacunas contra covid-19 con el fin de determinar si estas formulaciones son efectivas en su población, a la vez que este tipo de estudios facilitaría el acceso oportuno a estas formulaciones".
De acuerdo a lo señalado por el Dr. Kalergis, al día de hoy ya son varias las casas de estudio internacionales que están enfocadas en el desarrollo de una vacuna, como es el caso de la Universidad de Oxford, donde "se ha establecido un lineamiento para hacer disponibles los derechos de uso de la licencia de la potencial vacuna, de manera no exclusiva y libre de costo por el periodo de duración de la pandemia de acuerdo a lo definido por la Organización Mundial de la Salud (OMS)".
En este sentido, el académico recordó que, a nivel internacional, se han emitido múltiples declaraciones relacionadas a la necesidad de liberar los derechos de propiedad intelectual y facilitar el licenciamiento de productos claves para abordar y posiblemente resolver a pandemia causada por covid-19
Así, la Organización Mundial de Propiedad Intelectual en su declaración 'Consideraciones en torno a la propiedad intelectual, la innovación, el acceso y la covid-19', indica que "entre las medidas normativas previstas en la legislación internacional y nacional de propiedad intelectual para hacer frente y mitigar las situaciones de emergencia y catástrofe, figuran las licencias obligatorias y las licencias de pleno derecho de tecnologías patentadas, incorporadas en material médico y medicamentos vitales; y la aplicación de excepciones en relación con las obras culturales y educativas para garantizar la disponibilidad de datos, información y conocimientos vitales para combatir el virus y contener su difusión, atenuar el sufrimiento humano que está causando y permitir que las instituciones afectadas, como las escuelas y las universidades, sigan cumpliendo su cometido a distancia o de manera virtual. Al aplicarse de manera selectiva y temporal, estas medidas pueden ser útiles o incluso fundamentales cuando sea evidente que existe una necesidad a la que se puede responder".
Pioneros en la vacuna contra el H1N1
No es primera vez que el laboratorio Sinovac Biotech va adelante. En el año 2009 fue el primero en el mundo en sacar al mercado una vacuna contra la gripe porcina H1N1. Ahora, es uno de los cuatro laboratorios chinos autorizados para realizar ensayos clínicos que permitan un tratamiento de inmunización para proteger a la población del Covid-19. Respecto de la vacuna contra covid-19, en abril pasado, Sinovac obtuvo resultados positivos con esta formulación en pruebas realizadas en monos y actualmente conduce estudios clínicos en China. En la medida que se demuestre su seguridad, la eficacia debe ser evaluada en individuos susceptibles de contraer este virus. Una vez terminadas las pruebas clínicas en humanos, Sinovac Biotech espera producir 100 millones de dosis al año para combatir el virus SARS-CoV-2, responsable de la enfermedad que ha generado la gran pandemia del siglo.
2021 sería el año en que el mundo podría contar con una vacuna contra el covid, según la OMS.
2009 fue el año en que Sinovac Biotech llevó al mercado la primera vacuna contra la gripe porcina AH1N1.