China y sus nuevas tensiones con EE.UU. y el Reino Unido
CONFLICTO. Pekín acusa a Washington de "segundas intenciones" por enviar dos portaaviones al Mar Meridional y a Londres por "grave interferencia".
China acusó a Estados Unidos de tener "segundas intenciones" con el envío de dos portaaviones al Mar de China Meridional, donde la Armada china se encuentra también en estos días realizando ejercicios navales. China dijo que la acción intenta crear división entre los países del sudeste asiático.
Estados Unidos envió a la zona los portaaviones Ronald Reagan y Nimitz para realizar ejercicios desde el pasado sábado, unos de los mayores en el área de la Marina estadounidense en los últimos años, justo cuando China se encuentra igualmente realizando prácticas navales allí. No es habitual que ambos países realicen ejercicios navales al mismo tiempo en la misma región.
El portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores chino, Zhao Lijian, dijo que la situación en el Mar de China Meridional es estable, pero acusó a Estados Unidos de intentar crear problemas entre los vecinos asiáticos. "Estados Unidos ha realizado intencionadamente un despliegue militar para ejercicios a gran escala en el Mar del Sur de China para exhibir músculo", afirmó Zhao. Los ejercicios estadounidenses se producen después de que China empezara los suyos desde el pasado miércoles hasta el próximo domingo cerca de las disputadas Islas Paracelso, a un tercio de distancia desde Vietnam Central hasta el norte de Filipinas.
El contraalmirante George Wikoff, comandante del grupo de combate liderado por el portaaviones Ronald Reagan dijo en una entrevista con la prensa estadounidense que el propósito de los ejercicios era "mostrar una clara señal a nuestros socios y aliados de que estamos comprometidos con la estabilidad y la seguridad regional". Añadió que también eran una respuesta a la creciente reafirmación militar de Pekín en la zona. El Ejército de EE. UU. indicó que en el ejercicio participarían también bombarderos B-52 y que los dos grupos de combate no se verían intimidados por China.
"grave interferencia"
Mientras tanto, el embajador de China en el Reino Unido, Liu Xiaoming, acusó también ayer al Gobierno británico de cometer una "grave interferencia en los asuntos internos de China" al ofrecer a los residentes de Hong Kong una vía para vivir en el país y, más adelante, adquirir nacionalidad británica.
Este anuncio se produjo tras la entrada en vigor de la nueva ley de seguridad nacional que China ha promulgado para la excolonia británica.
El diplomático también criticó que los políticos británicos retraten al país asiático como una "amenaza" o un "país hostil" en referencia al debate que se abrió sobre la participación del gigante chino Huawei en el desarrollo de la red 5G del Reino Unido.
"Queremos ser su amigo, su socio, pero si quieren hacer de China un país hostil, tendrán que lidiar con las consecuencias", señaló Xiaoming, que no adelantó cuales serán las medidas con las que responderá el Gobierno chino.
El primer ministro británico, Boris Johnson, anunció la semana pasada que unos 350.000 hongkoneses que ya cuentan con un pasaporte para Nacionales Británicos de Ultramar (BNO, en inglés), así como otras 2,6 millones de personas residentes en la antigua colonia británica, podrán vivir en el Reino Unido durante un periodo inicial de cinco años. Al concluir ese plazo, podrán optar al estatus de asentados en el país, mientras que un año más tarde tendrán derecho a pedir la nacionalidad británica.