Con banderas negras comercio de Viña del Mar refleja su desesperación
ECONOMÍA. Más de 150 locales ya decidieron bajar la cortina por falta de financiamiento.
"Solamente en gastos se nos fue el ahorro. Hay muchos locales que han cerrado y otros que están a punto de hacerlo y nadie nos ayuda. (...) Nos sentimos abandonados, venimos desde octubre cojeando, tuvimos una Navidad muy triste y con la pandemia estamos de mal en peor", comenta Pierina Assen, comerciante del centro de Viña del Mar, cuyo local fue uno de los que apareció con una bandera negra en su frontis, símbolo de la debacle que vive el sector.
"Han pasado cuatro meses y los dueños de los locales no nos bajan los arriendos, incluso algunos han subido y pareciera que no viven en este mundo", enfatiza la administradora del local "Bella India" respecto a sólo uno de los problemas que vive el gremio, que también debe afrontar el pago de cotizaciones y de los permisos con un nulo ingreso debido a la prohibición de atender producto de la emergencia sanitaria.
"Ya de verdad, estamos entrando en una situación de desesperación. Es la impotencia de no poder trabajar y ver que el supermercado está abierto y que al final ganan los que más tienen, (...) o que la municipalidad fiscaliza a los pocos locales que están abiertos y no se hace nada respecto a los ambulantes", agrega la comerciante, opinión que es compartida por la mayoría del gremio de la Ciudad Jardín, donde ya más de 150 locales han decidido cesar sus operaciones de forma definitiva.
Situación de agonía
"Las banderas negras son sinónimo de la desesperación, de la agonía que hoy enfrenta la actividad comercial y turística con esta situación crónica que se arrastra desde el estallido social (...) y además reflejan el abandono de deberes de algunas autoridades por no preocuparse de una industria comercial y turística que genera más de 40 mil empleos", resalta el presidente de la Cámara de Comercio y Turismo de Viña del Mar, Rodrigo Rozas, en relación a esta señal entregada por el gremio que encabeza.
"Esto es como una aplanadora que está pasando sobre los negocios. Y de hecho, hoy se han cerrado ya más de 150 locales", agrega, enfatizando que los instrumentos dispuestos para apoyar no han llegado.
"Podría cerrar para siempre más de un 70% del comercio porque la ayuda no ha llegado, hay fondos que son concursables que han favorecido a un mínimo y ni hablar de los créditos Fogape, que sólo el 28% de los que postuló pudo obtener", remarca.
Tres urgencias
Rozas advierte que en medio de la pesadilla que vive el gremio son tres los aspectos más urgentes que los apremian en el negativo escenario que enfrentan.
"Lo primero tiene que ver con los arriendos. Solicitamos por escrito una carta para obtener un subsidio y también con esto sensibilizar a los arrendadores porque si no existe una colaboración de ellos, lo más probable es que las cortinas de los negocios se termine bajando", dijo el líder gremial, recalcando que el arrendamiento del local es un porcentaje muy importante para la sustentabilidad de los negocios. "Estamos en un estado crítico desde el punto de vista financiero", precisa.
Además, recuerda que el comerciante todavía tiene la responsabilidad de pagar las cotizaciones, "siendo que el 90% de los trabajadores están con suspensión laboral, y el tema es que los flujos de venta son cero en el comercio en general y la actividad turística".
Y por último apunta al pago de patentes que también por estos días representa un serio problema. "Tiene que ver con el pago de patentes comerciales, pues si bien es cierto se hizo un trabajo con el pago diferido que comienza en octubre y se puede cancelar en tres cuotas, no es así para la patente de alcohol, porque hasta ahora se debe pagar en condiciones normales y están cobrando el segundo semestre como si fuera una situación usual", subraya, agregando que de igual forma se cobra el aseo y los derechos de publicidad frente a un sector que no puede funcionar.
"Nos sentimos totalmente abandonados, desvalidos, decepcionados del Estado porque la verdad que sólo nos han dado la opción de postular a créditos a los que, en la práctica, un bajo porcentaje tuvo acceso y el resto está viviendo con flujos propios, recurriendo a la venta de algún bien patrimonial, a la familia, etc.", manifiesta.
Reactivación
En cuanto a la reactivación advierte que todos los negocios están orientados hacia el turismo en Viña y que en la reapertura que se planea para el sector gastronómico, cafeterías, etc., habrá una complicación. "Sólo podrán abrir a un 25% de su capacidad y ante eso muchos restaurantes van a tomar la decisión de no hacerlo porque no dan las cuentas y significará seguir sumando endeudamiento y pérdidas".
Añade que "los protocolos significan inversión y sabemos que se está trabajando para una reapertura, pero eso de alguna forma es colocar la carreta delante de los bueyes porque de lo que hay que preocuparse es de la subsistencia".
"Hay muchos locales que han cerrado y otros que están a punto de hacerlo y nadie nos ayuda".
Pierina Assen, Comerciante viñamarina
"(Las banderas negras) reflejan el abandono de deberes de algunas autoridades por no preocuparse de una industria comercial y turística que genera más de 40 mil empleos". Rodrigo Rozas Pdte. Cámara de Comercio y Turismo de Viña del Mar
150 locales comerciales ya decidieron cerrar definitivamente ante la falta de financiamiento.
3 son los puntos principales que atormentan al comercio: arriendos, cotizaciones y patentes.