A medida que se acerca el retorno del fútbol, también Miguel Ramírez comienza de a poco a recuperar su vida normal. El técnico de Santiago Wanderers, que ya lleva un mes entrenando con sus jugadores en Mantagua, reveló ayer que su pareja y su perro pudieron salir de la región Metropolitana para reunirse con él en Concón.

"Afortunadamente en algunos lugares de Santiago ya levantaron la cuarentena y se puede salir de allá. Ya estamos acompañados de nuevo. Ya está en casa de nuevo mi perrito", relata el exzaguero.

Pese a que en el ámbito personal vuelve la normalidad a la vida del DT, en términos profesionales sus preocupaciones aumentan a medida que pasan los días en medio de la pandemia y el receso del fútbol.

Y uno de los desvelos de "Cheíto" se debe al escenario donde deberá jugar su equipo como local cuando retorne la competencia.

Esta semana la ministra de Deportes, Cecilia Pérez, aseguró que el regreso del fútbol deberá ser en un número reducido de estadios.

"Hoy pensar que en todos los recintos del fútbol donde siempre han sido locales pueda realizarse el campeonato, encuentro que no corresponde; más bien, se debiesen ubicar un par de recintos por regiones que pudiesen ocupar todos los clubes y para esos encargarse que tengan los protocolos de sanitización", dijo la secretaria de estado.

La reacción del entrenador caturro llegó ayer mediante su tradicional video conferencia, y reconoció que no le gusta la idea de dejar Playa Ancha. Y tampoco le agrada la idea de compartir la cancha.

"No entendí bien como se llevarían a cabo los partidos de acuerdo a la propuesta del Ministerio del Deporte, si se van a jugar todos los encuentros el mismo día, uno tras otro, si van a jugarse dos, tres o cuatro partidos en una misma cancha. No tengo la claridad sobre la opción que se va entregando, y lo digo porque las condiciones en que se juegue el primer partido van a ser muy diferentes a las condiciones en que se juegue el último partido, si es que es el mismo día. Me refiero a cómo queda la cancha. Es de esperar que sea lo más normal posible, que cada cual juegue en su propio estadio", dijo el campeón de la Copa Libertadores 1991 con Colo Colo.

Pero no sólo eso, porque Ramírez insiste en que la cancha del Elías Figueroa está muy bien cuidada por los funcionarios del IND y ese nivel del campo de juego se puede deteriorar con un uso indiscriminado.

"Cheíto" afirma que "para mí, de las mejores canchas que hay en el fútbol chileno es la nuestra, el terreno, la superficie, el pasto siempre está bien cortito, en perfectas condiciones. Pero tengo sensaciones encontradas, porque a mí me gustaría que siempre fuéramos locales ahí, que ningún otro equipo lo pudiera ocupar, porque la gente que trabaja en el estadio Valparaíso lo cuida súper bien, hacen una gran labor, y siempre nos han entregado la cancha en perfectas condiciones, entonces sería mucho más trabajo para ellos si es que hubiera más de un partido por día".

Sin embargo, pese a confiar en la labor de quienes se encargan de la mantención en Playa Ancha, el técnico de Santiago Wanderers es claro al decir que "a mí no me gustaría que se jugara sólo en nuestro estadio".

Respecto a la posibilidad de utilizar un estadio con césped sintético, como los de Quillota o La Calera, el entrenador es escéptico por las lesiones que se podrían producir en esas canchas, sobre todo pensando que los jugadores llevan mucho tiempo sin competir.

Dos años en valparaíso

Ramírez también se refirió a los dos años que cumplió esta semana como entrenador del Decano, con una reflexión que tiene que ver con la resiliencia de los porteños.

"Ha pasado de todo, muy similar a lo que vive el porteño, el wanderino, muchas emociones, pero acá seguimos estoicos, luchando, para conseguir cosas que nos permitan ir creciendo en lo futbolístico, en lo institucional. Estamos felices", confiesa.

"(Juan) Soto está con problemas en una rodilla después de una barrida, al pararse tuvo unas molestias y hoy (ayer) se tenía que hacer unos exámenes".

Miguel Ramírez, DT de Wanderers

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Durante la tarde de ayer falleció el histórico exdirigente de Santiago Wanderers Claudio Viacava Basso, quien también era uno de los dueños del tradicional local "La Bandera Azul", ubicado en el sector de la plaza Echaurren, en el corazón del Barrio Puerto de Valparaíso. Durante más de veinte años estuvo ligado a la mesa central del club en el cargo de tesorero, durante la administración del gremio autobusero. Tras la partida del clan Sánchez siguió como dirigente en la presidencia de Carlos Bombal. Junto a Osvaldo León integró el Fondo del Deporte del club, antes de la llegada de la sociedad anónima, poniendo su propio patrimonio personal como garantía ante un eventual descalabro económico en el Decano. Claudio Viacava era hijo de Juan Viacava, otro recordado socio caturro.

El presidente de Santiago Wanderers, Rafael González Camus, fue el apoderado de la lista de Pablo Milad en las elecciones por la presidencia de la ANFP, que terminó ganando el curicano. El dirigente porteño celebró la victoria y señaló que "obtuvimos la mayoría absoluta que se exige en la normativa para poder alcanzar este triunfo, en ese sentido felicitar a la lista encabezada por Pablo Milad y como Santiago Wanderers esperamos que a partir de ahora a preocuparnos de nuestra actividad deportiva y fundamentalmente por el hecho que debemos de retornar a la competencia con las medidas de seguridad y todo lo que signifique resguardar correctamente a nuestros futbolistas y nuestros funcionarios por la situación de contingencia sanitaria que estamos viviendo".