14 años en la alcaldía de un
Entre 1992 y 2004, Hernán Pinto Miranda, fallecido el miércoles 29, gobernó Valparaíso sin contrapesos. A sus logros de urbanización de los cerros y declaratoria patrimonial se contraponen los altos déficit municipales.
"Se puede decir de todo de Hernán Pinto. Pero vayan a los cerros y si pueden encuentren una escala de tierra afirmada con palos: las pavimentó todas, y la gallá agradece. Aclaro que no era santo de mi devoción".
La publicación de un porteño en Twitter es ilustrativa de la opinión que prevalece acerca de la gestión del fallecido exalcalde DC de Valparaíso, Hernán Pinto Miranda (Viña del Mar, 1953-2020), que condujo con cercanía, locuacidad, astucia y no pocos arrebatos de un carácter a veces explosivo, una comuna tan compleja como Valparaíso durante largos 14 años.
Coordinador de la campaña de No en el Puerto para el plebiscito de 1988, el Presidente Aylwin lo designó alcalde en 1990 y dos años después el abogado arrasó en las primeras municipales de la renaciente democracia con casi el 40% de los votos, porcentaje que bordeó en los dos comicios siguientes y que no volvió a recuperar en las parlamentarias de 2009 ni en las comunales de 2012, en su malogrado reencuentro con las urnas luego de su retiro motivado por la investigación que lo involucró en una arista del caso Spiniak, de la cual fue finalmente sobreseído.
El alcalde de los cerros
Entre sus principales logros -además del Parque Industrial de Placilla y la declaración de Valparaíso como ciudad Patrimonio de la Humanidad- figura la urbanización de los sectores altos de la ciudad "a través de un proceso muy relevante y con mucho liderazgo, en que se abordó el tema social, se saneó la ciudad, se solucionaron los problemas de agua potable y alcantarillado, se construyeron escaleras y se pavimentó el 90% de las vías urbanas en los cerros", refiere el abogado Gustavo Paulsen, quien fue administrador municipal durante el periodo Pinto.
Por eso no es raro, como dice el exconcejal y exjefe comunal UDI Jorge Castro, que se le considere "el alcalde de los cerros", donde radicará el fuerte de su capital electoral que lo catapultó como figura política relevante en el contexto nacional, en especial en el ámbito de los territorios locales, donde fue presidente de la Asociación Chilena de Municipalidades y lideró la creación de la Asociación de Ciudades Puertos en procura de una meta muy precisa.
"Yo construí la Asociación de Ciudades Puerto y junto a sus alcaldes emprendimos una cruzada, dimos piso político para terminar la Emporchi y traspasar los puertos a las ciudades, pero nos jugaron chueco y después salieron con la creación del Sistema de Empresas Públicas. Tengo la absoluta convicción de que se puede y de que es una pelea que todos juntos tenemos que dar", declaró en 2012, en una entrevista para Domingo de Reportajes.
Nace el patrimonio de la humanidad
Otra conquista ligada a su alcaldía es la declaratoria de Patrimonio de la Humanidad. La arquitecta y académica de la Universidad de Valparaíso, Cecilia Jiménez, fue fundamental en el proceso. "Poco se sabe, pero la inquietud nació de los vecinos, en los cabildos comunales de comienzos de los 90", al ver signos de deterioro en distintos puntos de la ciudad, relata.
"Entonces el alcalde Pinto me llamó para que me dedicara a este tema y se creó la primera Unidad Técnica del Patrimonio del país, que me tocó dirigir, en 1995. Ese mismo año se realizó un encuentro de especialistas americanos donde surgió a nivel de académicos la idea de que Valparaíso tenía méritos suficientes para ser Patrimonio de la Humanidad". El trabajo partió de cero, cuenta. "Hicimos un estudio histórico, arquitectónico y urbano, y se declaró una zona de conservación histórica protegida por el plan regulador", tras lo cual se inició la postulación ante la Unesco.
"Se hizo el primer expediente, sin un peso, resaltando los atributos patrimoniales que tenía la ciudad, pero allí surgió la necesidad de gestión patrimonial, que no había". El Consejo de Monumentos tomó a su cargo el proceso, hasta que el 2 de julio de 2003 la declaratoria se hizo realidad.
"Hubo muchas promesas, después llegaron los recursos del BID y se ejecutó una serie de estudios y proyectos, muchos de los cuales se repetían. Así perdió Valparaíso la gran oportunidad de su vida", declara desencantada, aunque no del alcalde. "Se declaraba no convencido, sino convertido al patrimonio, y me decía 'Cecilia, échele para adelante".
Deuda y patrimonio vendido
En contraposición, la escasez de recursos fue el principal problema. "Desde los primeros años de su administración tuvo que lidiar con el déficit generado a contar de 1981, cuando se traspasó a los municipios la educación pública, que se financiaba con subvención variable -