Cartas
Labor de Jaime Jamett I
Estimado Jaime, me permito enviar esta carta públicamente con el afán de compartir la satisfacción por tu regreso a la universidad, luego de acudir, de modo ejemplar, al llamado que te formulara el gobierno para encabezar en la región la difícil misión de coordinar las estrategias para hacer frente a la pandemia desde la Secretaría Regional Ministerial de Salud, subrogando al seremi, que debió dejar su cargo luego de contagiarse de coronavirus.
Tu generosa disposición, en un momento extremadamente complejo en la evolución del virus, es una evidencia de compromiso y vocación de servicio público que pocas veces tenemos la oportunidad de apreciar, en una época en que el individualismo pareciera ser la conducta que ordena nuestras vidas. Tu actitud, ajena además a toda grandilocuencia, debe motivarnos a seguir trabajando en comunidad para enfrentar este difícil momento.
Al finalizar la comisión de servicio, que altruistamente la Facultad de Odontología aceptó otorgar, estimado Jaime, me permito, en nombre de toda la comunidad de la Universidad de Valparaíso, darte las gracias por el trabajo desarrollado en este tiempo, por la capacidad que mostraste en tu gestión, por el esfuerzo desplegado y, sobre todo, por la desprendida entrega con que llevaste a cabo tu quehacer, demostrando un liderazgo inclusivo con todos los actores de la región.
Tu presencia en el Gobierno Regional facilitó, además, relevar de mejor forma las iniciativas desarrolladas por la universidad para hacer frente el virus en nuestra zona. En este sentido, deseo reiterar el reconocimiento y agradecer a las y los académicos, profesionales y técnicos de nuestra institución que han desarrollado funciones estratégicas en el control de la pandemia, en especial, a los académicos que trabajaron junto a ti en este período, me refiero al profesor Rodrigo Cruz y a su equipo, con quienes avanzaron en el apoyo de laboratorios para mejorar la trazabilidad, y al profesor Ignacio de la Torre, quien, en su rol de presidente del Colegio Médico de Valparaíso, trabajó junto a ti en las diversas estrategias regionales. Este trabajo colaborativo es un sello de la universidad y un testimonio de tu compromiso institucional.
Te agradezco y felicito a nombre de toda la comunidad universitaria. Un abrazo.
Christian Corvalán Rector (s) Universidad de Valparaíso
Labor de Jaime Jamett II
Quiero valorar el enorme aporte efectuado por el cirujano dentista Jaime Jamett Rojas. Aceptó la Seremi de Salud en el peor momento de la pandemia y en sólo 65 días demostró su experiencia y capacidad para administrar una crisis, con una red sanitaria desarticulada, débil trazabilidad y con bajas tasas de testeos diarios, lo que explicaba la alta letalidad en la región.
Haciendo un sacrificio profesional y familiar, mejoró todos los indicadores. Aumentó los testeos (95%), estableció trazabilidad efectiva, habilitó un call center, reforzó las residencias sanitarias, priorizó la prevención para adultos mayores, habilitó laboratorios municipales y, sobre todo, volvió a poner en relieve la importancia de trabajar en unidad con los funcionarios.
Además, elaboró un proyecto de $5.500 millones para fortalecer la red pública y con su liderazgo logró el apoyo del Core para los recursos necesarios.
Hoy, el resultado es evidente. La zona está mucho más preparada y con una tendencia favorable, lenta pero consistente. Por esa razón, el Ministerio de Salud y la Intendencia solicitaron que siga apoyando, ahora como asesor en la mesa regional contra el covid.
Agradecemos el enorme trabajo de Jaime Jamett por la salud de todos los habitantes de la Región de Valparaíso.
Manuel Millones Chirino Consejero regional
Terminal 2
Hoy, leyendo las indicaciones de los arquitectos respecto del T2, como residente de Valparaíso puedo notar la indolencia de quienes se atribuyen representar a la ciudad. Hoy, quienes vivimos en Valparaíso, quienes añoramos que este puerto levante su andar, que su gente pueda vivir mejor, que finalmente se hagan las inversiones necesarias para levantar la ciudad, no logramos entender que si las necesidades básicas no están satisfechas, todo lo demás es secundario.
Quienes trabajamos, vivimos y recorremos día a día Valparaíso, lo vemos como un enfermo terminal, donde las autoridades están ausentes y quienes la dicen representar, arquitectos, concejales, etc., sólo quieren seguir por el mismo camino, eliminando una fuente más de trabajo, como muchas que han emigrado de esta ciudad.
Alejandro Roldán
Presunción de inocencia
En el marco del caso de Antonia Barra, parlamentarios de oposición y oficialismo presentaron, junto a la familia de la joven, un proyecto que, entre otras cosas, buscaría que todos los acusados por delitos sexuales sean considerados un peligro para la sociedad o la víctima. Por ende, la prisión preventiva sería aplicada como medida cautelar inmediata, atentando contra la presunción de inocencia y el debido proceso.
Si bien estamos absolutamente de acuerdo en que es fundamental resguardar y proteger a las víctimas, aquello no puede significar pasar por alto las garantías penales mínimas que tiene toda persona imputada de un delito. La justicia penal no puede valerse de un simple "mejor prevenir que lamentar".
Y no se trata de ser más o menos feminista, o creer que no hay cosas por mejorar, sino de entender que no podemos responder con leyes pulsionales a problemas que son complejos, violando algo tan básico como que todos somos inocentes hasta que se demuestra lo contrario.
Bárbara Haas Fundación para el Progreso
Sistema de salud
Al referirse a nuestro sistema de salud, generalmente se lo moteja como malo, un real problema, pero esto no es así, porque personas mayores o de escasos ingresos tienen atenciones increíbles de eficientes, apoyados por el plan Auge (Plan de Acceso Universal de Garantías Explícitas en Salud) y la entrega gratis de medicamentos, con una sobresaliente calidad de la atención.
Personas que han sido testigo de atenciones de urgencia de familiares pueden dar fe que han sido tratadas con estándares dignos de las mejores clínicas particulares. Por ejemplo, los casos que reciben el Hospital Fricke o la Clínica de Los Carrera, por mencionar algunos, apoyados por sistemas de financiamiento estatal, son acogidos y tratados eficientemente por cuadros de salud extremos, carísimos, sin mayor menoscabo de los presupuestos familiares.
En esto queda de manifiesto que la salud en Chile no es tan mala como se dice y la gente no anda muriendo en las calles como nos hacen creer. Vaya un apoyo para todos los que intervienen en estos servicios de salud.
Guillermo Díaz Orellana