Claudio Ramírez

Una de las herramientas que implementó el Gobierno para proteger los empleos fue la posibilidad de suspender los contratos a los trabajadores. De acuerdo a los datos de la Superintendencia de Pensiones, al 2 de agosto, en la Región de Valparaíso existen 47.252 personas bajo esta condición, a lo que se suman 3.174 personas con pactos de reducción de jornada.

Frente a esto, la gran interrogante es si estas plazas de trabajo finalmente se mantendrán, sobre todo al conocer encuestas al sector empresarial en que casi la mitad al menos lo ve complicado.

"Debemos preocuparnos por la reincorporación de estos trabajadores y para ello, en primer lugar, debemos preocuparnos que las empresas recuperen sus niveles de productividad", comentó el presidente de la Asociación de Empresas de la V Región (Asiva), Ricardo Guerra, agregando que en la medida que siga el confinamiento de comunas importantes de la región, va a ser más complicado.

"Ese es el riesgo y el temor que tenemos, en el sentido que si nosotros seguimos en las condiciones en que estamos, lamentablemente va a ser más difícil porque, a pesar que se ha mejorado, no hemos logrado cambiar notoriamente los números para levantar la cuarentena", remarcó, añadiendo que ese hecho "aumenta la posibilidad de que muchos de los empleos suspendidos no se puedan recuperar".

Agregó que, como gremio, buscan implementar una mesa especial para trabajar con los socios y también focalizada en los proveedores del sector que son pymes. "Hay que ver cómo se les puede ayudar porque el desafío es sostener el sistema".

Otro de los factores que recalca Guerra es que la reactivación no será de un día para otro, a la vez que hay elementos de otro tipo que también se deben considerar. "Se requiere una reinstalación y eso toma tiempo. (...) Hay un proceso de preparación de los negocios, de los locales comerciales, en fin existe todo un periodo de adaptación para funcionar dentro de lo que se pueda. Por ejemplo, pienso que el final de la cuarentena podría darse en septiembre, pero después en octubre hay elecciones. Lo cierto es que mientras mas tiempo de inactividad, más pymes van a caer y el desafío es ver como las sostenemos", subrayó.

En cuanto a medidas como el subsidio al empleo, advirtió que es positivo porque además de apoyar a las pymes afectadas va a permitir a las empresas, que no se han visto obligadas a despedir gente, puedan abrir cupos y contratar más personas.

Reactivar trabajos

La seremi del Trabajo, María Violeta Silva, explicó que uno de los objetivos del Gobierno es que se puedan reactivar los trabajos que hoy están suspendidos.

"La ley de protección del empleo, que ha sido una medida eficaz para contener la desocupación, también contempla la disposición de que aquellas empresas que vayan retomando su funcionamiento le den prioridad a los trabajadores que tienen los contratos suspendidos y sólo en el caso de que estos no quieran volver a trabajar se contraten a nuevas personas", precisó.

"Acá lo primordial es preservar los empleos que han estado suspendidos y, luego, con esta agenda de recuperación económica multisectorial, poder empezar a contratar nuevas personas que han visto perdida su fuente de trabajo", enfatizó, añadiendo que es clave avanzar en el control de la pandemia para recuperar sectores que están muy golpeados a nivel regional "como la gastronomía y el turismo, pero también la construcción y lo servicios".

El director del Observatorio Laboral de Valparaíso, Drago Radovic, manifestó que, hasta ahora, no se han hecho levantamientos respecto a cuántos trabajadores van a ser mantenidos por los empleadores en la zona. Pese a ello, indica que las razones para suspender marcan ya una tendencia. "Una es porque no los pueden despedir en virtud de que la empresa no tiene fondos suficientes para hacerlo y, la otra, porque son valiosos y la empresa tiene interés en mantenerlos, por lo tanto habría que evaluar cuál es el subgrupo de los 47 mil trabajadores que por razones financieras de las empresas no los pudieron desvincular", cerró.

"Ese es el riesgo y el temor que tenemos, en el sentido que si nosotros seguimos en las condiciones en que estamos, lamentablemente va a ser más difícil".

Ricardo Guerra, Presidente de Asiva

"Acá lo primordial es preservar los empleos que han estado suspendidos y luego (...) empezar a contratar nuevas personas que han visto perdida su fuente de trabajo".

María Violeta Silva, Seremi del Trabajo

De acuerdo al Catastro de Inversión del Turismo elaborado por la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo (CNC), que incluye proyectos en ejecución y estudio por un valor igual o superior a US$ 3 millones, a junio de este año las inversiones inmobiliarias del sector en la región alcanzaron un monto de US$ 156 millones, cifra que evidencia una caída del 20,4%, respecto del catastro de junio 2019 y un nulo crecimiento respecto a diciembre.

En el análisis de la entidad se alude a una tendencia decreciente en el total invertido, lo que se acentuó en el último año "donde la crisis social gatillada en octubre de 2019 tuvo fuertes repercusiones en el sector hotelero, sobre todo en la Región Metropolitana y grandes ciudades, y luego la pandemia ha dejado al rubro en una situación desastrosa y sin precedentes".

La disminución que arroja la región está en línea con la baja a nivel país que llegó a un 21,5%, con una inversión de US$ 944 millones. Otras zonas turísticas también mostraron bajas en este ámbito como la de Coquimbo, que retrocedió un 38% con US$ 47,5 millones.

Otro punto que recalcan desde la entidad es que del total catastrado también hay un tercio de la inversión que está en estudio y en su gran mayoría son proyectos que ya estaban en esa etapa hace un año, lo que indica que aún no se han materializado. "Ante el escenario actual, se ve difícil que se concreten en el corto o mediano plazo (...) La reactivación de proyectos de inversión con fines turísticos depende directamente de la reactivación del sector, y ante el difícil escenario que está atravesando se ve un difícil futuro", dijo la gerenta de estudios de la CNC, Bernardita Silva.