Cartas
Complicidad por omisión
El homicidio de la adolescente Ámbar Cornejo ha provocado sentimientos de pena y rabia en nuestro entorno, porque una vez más ha quedado de manifiesto la indefensión en la que se encuentran nuestros niños, niñas y adolescentes, ya sea por falta de cuidado de las personas que naturalmente deben otórgaselos o subsidiariamente de parte del Estado.
La formalización de la investigación en contra Hugo Bustamante, en calidad de autor directo de este delito, es el corolario de las primeras diligencias de investigación que evidenciaron que él tuvo participación directa en el hecho y, en consecuencia, parece del todo justificado que no se le atribuyera, a priori, algún grado de responsabilidad a la madre de Ámbar, quien, por lo demás, habría sido quien dijo a la policía donde estaba sepultado el cuerpo.
Pero el análisis de la situación respecto de su posible responsabilidad penal no resulta tan simple, ya que por tratarse de su madre, podría llegar a ser responsable del delito, aunque no haya realizado ninguna conducta activa de ejecución o de cooperación con el delito.
Así, en opinión de nuestra doctrina nacional más autorizada, puede atribuirse responsabilidad penal a título de cómplice a quien, estando jurídicamente obligado a actuar para evitar la consumación, no lo hace. De esta forma, si una persona especialmente obligada a actuar para evitar la consumación del hecho, como por ejemplo la madre de Ámbar -cuya posición de garante tiene su fuente en la propia ley-, toma conocimiento de forma simultánea de la comisión del delito y no realiza ninguna acción para evitar su consumación, incurre en una conducta omisiva y podría aplicársele la figura de la cooperación omisiva para imputarle responsabilidad penal a título de complicidad.
Guillermo Merino Docente Derecho Penal Carrera de Derecho UDLA Sede Viña del Mar
Hugo Gutiérrez
Ante el desprestigio que le ha acarreado su prepotencia ante una patrulla naval que lo fiscalizó en el contexto de las disposiciones del Estado de Emergencia, el diputado Hugo Gutiérrez intenta desviar la atención haciendo pública una conversación privada que, tiempo atrás, tuvo con el comandante en jefe de la 4ª Zona Naval, con asiento en Iquique.
Según la versión del diputado difundida por redes sociales, la autoridad naval le habría expresado que si una turba intentaba atacar alguna de las instalaciones navales, si fuera necesario, la repelería empleando todos los medios que la legalidad vigente pone a su disposición. Más allá de la forma alarmante en que el parlamentario presenta el diálogo, el almirante respondió sin eufemismos lo que le corresponde hacer a cualquier uniformado ante un ataque a un cuartel.
Por mi parte, aplaudo la actitud de ese oficial de la Armada para no dejarse intimidar por la amenaza de una turba, ni menos ante la actitud altanera que asumo debe haber tenido el señor Gutiérrez en la citada entrevista privada.
Miguel Á. Vergara Villalobos
Clases presenciales
Es lamentable el conflicto que el tema ha suscitado entre el ministro de Educación y el Colegio de Profesores, siendo difícil de entender la actitud de rechazo asumida por este gremio. ¿Dónde está el compromiso con la educación de los niños?
En estos casi seis meses nos hemos dado cuenta de que la educación a distancia ofrece valiosas herramientas para complementar el proceso de enseñanza y pudiera ocupar un lugar importante en la escuela, pero las clases presenciales son irreemplazables.
El cara a cara del profesor con el alumno no tiene comparación. La formación integral a la que aspiramos para nuestros niños y jóvenes requiere del contacto directo con los profesores. De la calidad de esta interacción puede depender en gran medida el compromiso del estudiante con su enseñanza. Muchos aprendizajes pueden lograrse a distancia, pero esto no siempre es posible, en particular los referidos al desarrollo de habilidades y destrezas.
Y es en el contexto escolar donde se produce el encuentro entre estudiantes, fundamental para la socialización, el desarrollo socioemocional, el sentido de pertenencia y la formación de identidad. La Unesco y otras organizaciones han declarado que el cierre de las escuelas es una amenaza no sólo a la educación, sino que también al bienestar de niños y jóvenes.
Si se cumplen los protocolos correspondientes, el único conflicto que veo es niños que desean aprender con profesores que no están "ni ahí" con entregarles una educación de calidad a los niños.
Verónica Santana B.
Odio e ignorancia
Resultan indignantes los actos vandálicos donde decapitan la cabeza, derriban el busto o rayan con groserías los monumentos de nuestros héroes como Arturo Prat, Ignacio Carrera Pinto, entre otros. Indignante porque revela escandalosamente la profunda ignorancia de nuestra propia historia por parte de quienes se atreven a cometer esos viles actos.
Cabe preguntarse si quienes los hacen habrían tenido siquiera la mitad de patriotismo o valor de dar su vida por Chile, tal como lo hicieron sin dudarlo aquellos cuya memoria hoy es atacada.
Un país donde cuyos ciudadanos no respetan su historia o a quienes dieron su vida por él, no sólo muestran ignorancia por su pasado, sino también nulo compromiso con el futuro que tienen por delante.
Las grandes naciones progresan con justicia y paz, no con odio e ignorancia.
José Ignacio Concha Centro de Estudios Sociedad Libre
Condenado
El Estado está agonizando. Al ministro de Justicia sólo le falta que le lleve el diario a Celestino Córdova y el ministro de Salud tratándolo de colega.
Nadie se acuerda que el Sr. Córdova está preso por haber matado mediante fuego a una pareja de ancianos. Por favor, empaticemos con la familia y con esas dos almas. Es lo mínimo.
Luis Toledo Valdés
Pilar fundamental
Durante estos días hemos visto con asombro cómo las calles de nuestras ciudades se han llenado de personas haciendo filas para adquirir diversos bienes y servicios.
En estos tiempos de pandemia, la fe ha sido un pilar fundamental para quienes somos creyentes. Me llama profundamente la atención que podamos hacer filas para satisfacer un sinfín de necesidades y que no podamos entrar a un templo.
No le pido a las autoridades que permitan abrir de par en par las puertas de las iglesias y volvamos a tener los diversos oficios que en ella se ofrecen, simplemente les pido un momento de oración y recogimiento en nuestros templos, ya que muchos encontramos consuelo en Dios en tiempos difíciles como estos.
Carlos Sebastián Castro