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CRECIMIENTO
A partir de esa compra se inicia un proceso de urbanización y desarrollo en el sector, que lo divide en varios terrenos que se fueron poco a poco transformando en construcciones y caminos que entrecruzaban Viña y Valparaíso. Eso marcó un antes un después en el desarrollo de Viña del Mar, como lo confirma la investigación de Claudia Barrera Armijo para optar al título de Profesora de Historia en la Universidad de Viña del Mar (2009).
Según el estudio, "se esperaba que ese desarrollo en la 'Ciudad Jardín' se realizaría a partir de la inversión pública con la construcción del ferrocarril que unía Viña con Valparaíso, pero en realidad lo que motivó su urbanización fue la inversión privada tras la compra que hicieron Keating y Lowey, y el establecimiento de industrias en los sitios colindantes al barrio, que a la vez eran los límites de Viña del Mar, con la fábrica Lever, Murphy y Cía".
En 1892 se produjo una desaceleración en dichp desarrollo, lo que dio tiempo para que el barrio de Recreo se fuera poblando con familias y viviendas que trabajaban en las industrias y comercios cercanos en Viña y Valparaíso. "Esto se sumó a que el valor de los precios por la demanda de la zona produjera una segregación del espacio urbano en el barrio", indica la investigación.
El libro "Viña del Mar y su Patrimonio" (2014), publicado por el municipio, indica que el sector era un barrio por excelencia de la clase media "en sus diversos matices, desde sectores más pudientes con otros más modestos. Su identidad se fortalecía por el surgimiento de un comercio autónomo y de templos y conventos como los Capuchinos (1915) y los Pasionistas (1916). Este barrio reforzó las causas de su nombre al constituirse, en 1917, la Sociedad Balneario de Recreo, en cuyas instalaciones, junto a la estación, funcionó el primer casino viñamarino, en 1924. Poco de spués se habilitó la popular piscina, que funcionó entre 1930 y 1980, y cuyo recuerdo aún pervive en varias generaciones".