Javier Ossandón

Si bien el impacto de la pandemia por coronavirus ha sido transversal, son los sectores más vulnerables de la población los que han sido golpeados con mayor fuerza a raíz de las consecuencias económicas, sanitarias y sociales que ha traído el virus.

Desigualdad y segregación son factores que aparecen de inmediato al momento de analizar el grado de afectación, pero la respuesta para dar asistencia o solución a esas condicionantes no siempre va de la mano con la rapidez que se espera, sobre todo si a políticas públicas se refiere.

¿Cuál es la realidad local? Una reciente investigación de TECHO-Chile y Fundación Vivienda en el área metropolitana de Valparaíso o Gran Valparaíso, dio cuenta de que existen en la zona 118.621 hogares que se encuentran en zonas de alta y muy alta vulnerabilidad frente al covid-19, encabezando el listado la capital regional, con 46.240; luego Viña del Mar, con 41.324; Villa Alemana, con 14.868; Quilpué, con 13.457, y Concón, con 2.732.

Para obtener estos reveladores indicadores de vulnerabilidad social, las entidades responsables se basaron en cuatro variables: porcentaje de viviendas hacinadas por zona censal, de acuerdo al Censo de 2017; porcentaje de la población del 40% más vulnerable por unidad vecinal, en base al Registro Social de Hogares 2018 del Ministerio de Desarrollo Social y Familia; porcentaje de jefes de hogar sin ingresos por zona censal, también recogido del Censo 2017, y un factor clave fue la tasa de mortalidad por comunas a partir del Informe Epidemiológico N° 31 del Ministerio de Salud, publicado el 5 de julio pasado.

"Involucramos la variable de la tasa de mortalidad por comuna y ésta, en realidad, vino a confirmar que la crisis socio-sanitaria actual ha acentuado la vulnerabilidad que ya existía como resultado de la tremenda desigualdad y segregación que se vive en las ciudades", afirmó la directora de Estudios e Incidencia de TECHO-Chile y Fundación Vivienda, Pía Palacios.

áreas comprometidas

En base a los datos recogidos se elaboró un mapa de vulnerabilidad del Gran Valparaíso, donde se confirma que las áreas más comprometidas en la Ciudad Puerto y Viña del Mar se focalizan en las zonas altas. De acuerdo a lo informado por la jefa del programa regional de la Fundación Vivienda, Claudia Richard, los cerros Playa Ancha, Rocuant, San Roque y Mariposas, este último con significativa concentración de campamentos, figuran como las zonas más sensibles ante esta realidad en el Puerto; mientras que en la Ciudad Jardín son el campamento Manuel Bustos y sectores de Forestal y Reñaca Alto los que atraviesan también una compleja realidad.

Sin embargo, para la trabajadora social causa preocupación lo que sucede actualmente en Quilpué, sobre todo tomando en cuenta el trabajo que en esa comuna efectúa la entidad en la que se desempeña. "Quilpué es una comuna que a nosotros nos está llamando mucho la atención en términos de solicitud de viviendas por allegamiento y hacinamiento", puntualizó Richard, quien sustenta este diagnóstico en la labor que se desarrolla bajo el programa Emergencia Habitacional, que busca precisamente apoyar a familias para acceder a una vivienda de emergencia.

"Ahí hemos tenido harta demanda, lo que para nosotros es un indicador importante, porque eso nos está mostrando que efectivamente lo que está pasando en Quilpué es que se está produciendo una mayor situación de hacinamiento y allegamiento, pero también se está mezclando con otros factores de vulnerabilidad que tienen que ver, por ejemplo, con la violencia doméstica", explicó.

Junto con aclarar que frente a este programa "no podemos trabajar con familias que están en campamentos o se van a tomar un terreno", aseveró que "hemos recibido muchas solicitudes en Quilpué para emplazar viviendas en terrenos de familiares por este fenómeno de tener que abandonar el arriendo por perder la fuente laboral. Eso produce hacinamiento y mayor déficit de vivienda. (...) Las familias tienen que recurrir a su red más cercana porque no necesariamente las políticas estatales llegan de buena manera al territorio".

Proyección

La directora regional de TECHO-Chile, María José Gamboa, coincidió con el preocupante diagnóstico que hizo Claudia Richard de la Ciudad del Sol, "principalmente por el aumento de campamentos y, por ende, de la vulnerabilidad de los mismos por sus condiciones de precariedad", situación que, dijo, podría ampliarse a otros sectores de las comunas analizadas de extenderse las graves consecuencias de la pandemia.

Su pronóstico en base al mapa de hogares en zonas de vulnerabilidad en el Gran Valparaíso y su evolución en medio de la crisis sanitaria no es del todo alentador, porque si bien remarcó que "es difícil hacer una proyección frente al escenario incierto en el cual nos encontramos", enfatizó que de mantenerse las condiciones actuales "las zonas vulnerables del área metropolitana de Valparaíso podrían continuar creciendo, lo cual significaría que no sólo los sectores del límite urbano, los cerros y los sectores más excluidos de las ciudades muestren un grado de vulnerabilidad, sino también las zonas intermedias o hasta las zonas céntricas de las mismas, considerando la baja en empleos de la totalidad de la población, lo cual repercute en todas las aristas de la vida cotidiana".

"Involucramos la variable de la tasa de mortalidad por comuna y ésta, en realidad, vino a confirmar que la crisis socio-sanitaria actual ha acentuado la vulnerabilidad que ya existía".

Pía Palacios, Directora de Estudios e Incidencia de TECHO-Chile y Fundación Vivienda

"Quilpué es una comuna que a nosotros nos está llamando mucho la atención en términos de solicitud de viviendas por allegamiento y hacinamiento".

Claudia Richard, Jefa del programa regional de la Fundación Vivienda

"Las zonas vulnerables del área metropolitana de Valparaíso podrían continuar creciendo".

María José Gamboa, Directora regional de TECHO-Chile

El desempleo en la Región de Valparaíso llegó a 13,8% entre mayo y julio, de acuerdo a las cifras oficiales entregadas por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE).

Se trata de números muy preocupantes debido al efecto de la pandemia, pero que a juicio del consejero regional Manuel Millones, también reflejan la incapacidad para prever con tiempo un plan de medidas tanto de reactivación, como de generación de trabajo.

"Es muy grave los que hemos llegado a tener de cesantía y además no se vislumbra, en un corto plazo, una reactivación económica, porque no existen fórmulas mágicas de levantar el empleo de inmediato. Por eso, el rol subsidiario del Estado es muy significativo y debe estar mucho más presente", argumentó Millones.

Criticó que, pese a que era un tema previsible, "recién ahora, prácticamente comenzando septiembre, las autoridades están hablando de focalizar las medidas de reactivación e ir en ayuda de los sectores más golpeados, y además sólo por un período corto de tiempo, lo que claramente es insuficiente".

En tal sentido, propone "subsidios para los trabajadores, bonos a la clase media, incentivo a la contratación de mano de obras, planes de empleo de emergencia, es decir una batería completa para enfrentar el desempleo que aún no se observa en la Región".