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Creo que a estas alturas del año, si se decidiera hacerlo, traer a gente que viniera a prestigiar, a aportar a Viña, sería muy difícil de encontrar".
El formato en el que el certamen se va a realizar también es una interrogante abierta, aunque ya se barajan opciones, como hacer presentaciones vía streaming, reducir la cantidad de días de festival, reducir el aforo permitido en el anfiteatro de la Quinta Vergara, para cumplir con las normas de distanciamiento físico y recurrir sólo a artistas chilenos, ante la dificultad de contratar figuras internacionales, especialmente el número anglo (ver nota secundaria).
Hödar mantiene la cautela al momento de definir cuál va a ser el formato que adoptará el Festival, al estimar que su elemento distintivo está con los artistas extranjeros. "Yo no sé qué pasa con los artistas internacionales, si ellos también están en cuarentena como todo el mundo, por el problema con la pandemia, por lo tanto no sé si están disponibles, en el caso de que fuera presencial y con menos público en la Quinta Vergara, para viajar. Si no, el formato tendría que ser con artistas locales o vía streaming, en fin".
EL OJO DE LA INDUSTRIA
Sergio Riesenberg es parte importante de la historia del Festival de Viña del Mar, al dirigir la transmisión televisiva en reiteradas ediciones durante la década de los ochenta. Por ello, al conocerse la incertidumbre para 2021, el director estimó, en declaraciones a Emol, que "no debería realizarse, salvo que pretendan repetir el fiasco del año anterior".
El recordado director de estelares en TVN, ahondó en su postura, recordando que en sus tiempos las negociaciones con artistas de primer nivel partían en marzo o abril: "Creo que a estas alturas del año, si se decidiera hacerlo, traer a gente que viniera a prestigiar, a aportar a Viña, sería muy difícil de encontrar; entonces habría que recurrir prácticamente a lo que uno llama 'relleno', artistas de muy bajo nivel. Eso, evidentemente, hace que el atractivo musical del Festival bajo mucho de categoría".
Por ello, Riesenberg insiste en su postura de que Viña 2021 no debe realizarse, debiendo pasar a una reformulación. "El Festival no es un programa de televisión, es un festival televisado, que no puede tener una cantidad de intermedios, de cortes publicitarios absurdos. Se puede pasar la publicidad durante la presentación de un artista, quitándole una canción, la menos atractiva y pasando las tandas publicitarias ahí, evitando esa cantidad tremenda de intermedios", planteó.
En la otra vereda está José Antonio Aravena, administrador del Teatro Caupolicán y gerente operativo de Espacio Broadway, quien está detrás de la iniciativa de realizar el primer concierto en el país, al aire libre y aplicando reglas de distanciamiento físico, en el recinto de la Ruta 68. "Siempre lo hemos dicho, queremos dar el primer paso para poder partir con la actividad que está muy deteriorada, lleva mucho tiempo desde antes del estallido social que venía a la baja. Necesitamos salir al ruedo", dijo sobre el evento que se realizaría tentativamente entre finales de octubre e inicios de noviembre.
Respecto a Viña 2021, Aravena es partidario de hacer el Festival, jugándosela por la reducción del aforo en el anfiteatro, ya que "a medida que va pasando el tiempo, vamos pasando de fase, vamos a llegar a un momento en que estemos a las puertas de la vacuna. Creo que a fines de febrero estamos con la vacuna en Chile".
OBRAS EN LA QUINTA Y MULTAS A LOS CANALES
En la concesión que la Municipalidad otorgó a TVN y Canal 13 para el Festival, se estableció que los canales deberían realizar obras en la Quinta Vergara, en especial la estructura metálica que pendía sobre el anfiteatro. Bajo el entendido en que se opte por hacer el certamen en el recinto, la pregunta que se abre es quién debe encargarse de las obras para garantizar el distanciamiento físico entre los asistentes. "Con este formato nuevo, tendría que revisarse bien en el contrato cómo se maneja una eventualidad así", dice Pamela Hödar sobre una situación inimaginable dentro del acuerdo de concesión y que debería revisar la Dirección Jurídica del municipio, añadiendo que "en ese caso, igual tendríamos que sentarnos a conversar y ver cuál es la mejor solución".
Según Sandro Puebla, "no tengo el detalle técnico exacto, pero he escuchado a varios expertos que señalan que al menos el aforo debería ser cercano al cincuenta por ciento por los detalles técnicos y de instalación de equipos y personal, es decir no más allá de unas siete mil personas".
José Antonio Aravena insiste en las ventajas del anfiteatro por sobre otros centros de eventos del país. "La Quinta Vergara es una gran arena al aire libre. Eso tiene un plus a favor que no tiene el Arena Santiago, por ejemplo, no lo tiene el Caupolicán ni todos los recintos que están cerrados", enfatizó.
En cambio, Sergio Riesenberg, optó por la cautela: "Si yo supiera que hacer sería ministro del Interior y no lo soy. O ministro de Salud y tampoco lo soy. Soy un simple director de televisión, entonces no te podría dar indicaciones o propuestas de medidas sanitarias. Ya no sé cómo el gobierno va a resolver el plebiscito, pero eso va a marcar una pauta del comportamiento de la gente".
Pero la demora en la planificación del Festival 2021, según manifestaron los ediles , también implica cursar multas a TVN y Canal 13. "Los canales no han estado a la altura, ya que esto debería ser algo que se converse y acuerde con la municipalidad, no una decisión unilateral de ellos", planteó el concejal Puebla, a la fecha el único representante del Concejo en la Comisión Festival, después de la renuncia de Pamela Hödar. El locutor radial emplazó a Virginia Reginato a "ponerse firme y exigir el cumplimiento riguroso del contrato, partiendo por cobrar más de $200 millones por los incumplimientos que ya tienen los canales en relación a la próxima versión del Festival". En tanto Hödar, quien mantuvo en reserva sus motivos para salir de la comisión, coincide con Puebla y pide a la jefa comunal que informe al Concejo de los mecanismos para hacer cumplir la concesión.
IMPORTANCIA PARA LA ECONOMÍA VIÑAMARINA
Todos coinciden en la importancia del Festival Internacional de la Canción para Viña del Mar, tanto en su posicionamiento como en el aspecto económico. Sin embargo, Riesenberg llama al realismo e insiste en que no se haga, al estimar que "uno tiene que adecuarse al mundo, no el mundo adecuarse a uno. La situación mundial no lo permite, no lo aconseja y si esta señora (Reginato) quiere vivir su último Festival, lo va a vivir pero ni en gloria ni en majestad, lo va a vivir en el ridículo".
Aravena tiene otra postura. "Es una pésima señal suspender el Festival. Ahí estamos pecando de ser más papistas que el Papa, porque estamos diciendo que renunciamos a todo y olvidémonos. Para el turismo sería una muy mala señal suspender el Festival de Viña", asegura Aravena, quien estima que lo que se pueda realizar en Espacio Broadway puede influir en la realización del Festival.
Los ediles viñamarinos, por su parte, se preocupan por los ingresos que dejaría de recibir la ciudad si se suspende. "El Festival es un gran generador de ingresos para la ciudad, no por renta a la Municipalidad sino por la actividad que se genera en el verano, por eso es que es muy necesario que los canales y la Municipalidad agoten todas las posibilidades de explorar cómo realizar el certamen en un formato distinto; o en caso de que no se haga ver cómo se puede compensar a la ciudad por parte de los canales", comenta Puebla.
Finalmente, Hödar considera que no se debe ver al Festival como un tema frívolo, ya que "da trabajo, mueve a la economía de Viña del Mar, esa es la importancia que tiene. A nosotros nos ingresan recursos del Festival, por eso cuando veo que la gente lo critica, no, son recursos que llegan a la comuna y que después se utilizan en Viña del Mar". 2
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El Festival es demasiado importante para la comuna (...) da trabajo, mueve a la economía de Viña del Mar, esa es la importancia que tiene".