Madre de joven que murió en una carrera clandestina se querella por homicidio
JUDICIAL. Automóvil que conducía Joaquín Catalán, de 18 años, se estrelló contra un árbol en la Av. Blanca Estela, en Concón, el pasado 20 de julio. Abogados estiman que hubo clara intención de desestabilizarlo.
La tarde del 20 de julio, un fuerte estruendo alertó a vecinos de la avenida Blanca Estela, casi esquina Santa Sofía, sector Lomas de Montemar, en Concón, quienes al salir de sus hogares pudieron constatar que un automóvil había quedado desintegrado tras estrellarse contra un árbol ubicado en el bandejón central de la calzada.
Al interior del Suzuki Swift, patente CJHF-69, se encontraba el viñamarino Joaquín Catalán Varas, de 18 años, quien producto del violento impacto perdió la vida de forma instantánea. Además, el jefe de la SIAT de Carabineros de Valparaíso, capitán Rodrigo Sepúlveda, informó en aquella oportunidad que la víctima no llevaba puesto cinturón de seguridad.
Vecinos indicaron ese día que el accidente pudo estar relacionado a una carrera clandestina, antecedente que no fue confirmado en ese momento por Carabineros, pero que sí se admite en la querella criminal por homicidio simple interpuesta el 31 de agosto por los abogados Ayleen del Carmen Aguilar, Vicente Obligado y Nicolás Jaramillo, en representación de la madre del joven, Pamela Varas Bustos, en contra del otro involucrado en el hecho, identificado con las iniciales L.R.A.Z., que conducía un Nissan Altima.
Registros
La versión entregada por el jefe de la SIAT en la ocasión indicaba que en una maniobra de adelantamiento por la derecha realizada a alta velocidad por Joaquín Catalán, éste colisionó al automóvil de L.R.A.Z., lo que provocó que el joven perdiera el control del vehículo y se estrellara contra el árbol. No obstante, esta tesis es rebatida por los abogados, que sostienen que se trató de un impacto intencional para desestabilizarlo, teniendo en su poder registros audiovisuales que darían cuenta de ello, aunque reconocen que para dilucidar tal hipótesis es clave el informe de la SIAT, el cual aún no ha sido entregado a la Fiscalía.
En la querella se consigna que "existió una carrera clandestina entre el querellado y el hijo fallecido de nuestra representada el 20 de julio del 2020", pero se aclara que fue circunstancial, algo presuntamente convenido en ese instante, por cuanto niegan alguna vinculación de amistad o conocimiento previo entre el fallecido y el otro conductor involucrado. Además, "descartamos totalmente que el joven víctima del delito tuviere participación de carreras clandestinas", precisó Nicolás Jaramillo.
En la acción judicial se explica, a su vez, que "durante el transcurso de la carrera, Joaquín dejó atrás al querellado por unos instantes y éste, con el ánimo de conseguir su propósito de ganar, (...) intencionalmente colisiona en la parte trasera izquierda del vehículo que conducía el joven estudiante de cuarto medio, desestabilizándolo y provocando que se estrellase con un árbol".
Para el abogado Jaramillo, la calificación de homicidio simple se sustenta en que "el otro conductor tuvo la posibilidad de prever que a la velocidad que se dirigían los vehículos, pudo evitar golpear al vehículo de la víctima y lo realizó de igual forma. Es decir, no fue un accidente, él (L.R.A.Z.) pudo evitar la muerte del joven, pero siguió adelante".
La investigación del caso por la Fiscalía fue caratulada como cuasidelito de homicidio, lo que para el jurista se traduce en que "que existe una investigación sobre una persona que provocó el deceso del joven conductor y cimienta las bases para una calificación jurídica de los hechos en homicidio".
IBA donde SU ABUELA
Si bien en la acción judicial se reconoce que la víctima "decidió participar de una carrera -un error de adolescente-, no existió motivo alguno que justifique que el querellado lo haya colisionado intencionalmente con el fin de ganar una carrera y provocarle la muerte". Relató que "era un joven estudiante de 18 años, un joven tranquilo que cursaba cuarto medio en el Colegio Claudio Matte, un destacado deportista y seleccionado de fútbol de su colegio. Tenía amigos cercanos, polola, y al menos dos veces por semana iba a la casa de su abuela, ubicada en Concón, trayecto que hacía cuando sucedió el fatal hecho".
Para el esclarecimiento del caso, en la querella criminal se solicitó el desarrollo de varias diligencias, entre ellas, un peritaje de la SIAT al automóvil de L.R.A.Z. y la reconstrucción de los hechos, pericias que esperan, junto a otros antecedentes, puedan sustentar una formalización de la investigación.
"Falta una mayor conciencia"
Si bien el presidente de la Junta de Vecinos de Lomas de Montemar, Humberto Mella, expresó no tener conocimiento de reclamos de vecinos por la eventual ocurrencia de carreras clandestinas en el sector del fatal accidente, sí manifestó que "existe mucha preocupación por el exceso de velocidad con la cual se desplazan muchos vehículos en avenida Blanca Estela. Dicha avenida se encuentra con señalética de velocidad máxima según indica la ley y, además, con reductores de velocidad en ambas calzadas. La municipalidad nos ha contribuido a mantener esas señaléticas y reductores en buen estado de mantenimiento, por lo que sólo falta una mayor conciencia de algunos vecinos para respetarla".
18 años tenía Joaquín Catalán. Los abogados de su madre niegan su participación en carreras clandestinas y que el hecho en el que se involucró fue circunstancial.