Cristián Rojas M.

La ola de despidos en el Colegio Mackay ha provocado una crisis al interior de la comunidad escolar, con apoderados que se sienten estafados, otros que entienden la posición del colegio, profesores que acusan despidos en venganza por no aceptar la rebaja de sueldos y exalumnos criticando la manera en que fueron despedidos los 50 trabajadores.

El apoderado Jorge Ossa acusa incumplimiento de contrato por parte del colegio, ya que su hijo, de cuarto medio, aparte de quedar sin clases de Lenguaje "se encontró con que todos los profesores que lo estaban preparando para su prueba de admisión a la universidad fueron despedidos, y hoy tiene otros nuevos. Me siento estafado".

Ossa hizo notar que "de acuerdo a la ley, de acuerdo al estatuto docente, el colegio les va a seguir pagando a los profesores despedidos sus sueldos hasta febrero, además de los respectivos finiquitos, y al mismo tiempo están contratando a personal de apoyo, entonces no se entiende, y culpar a la pandemia parece un chiste en un colegio con esa trayectoria y con ese nivel de ingresos".

Otro apoderado, Rodrigo Saieg, dice entender la postura del colegio, que está en su derecho de despedir gente, y apunta a la responsabilidad de los apoderados morosos como los causantes de la crisis, por lo que propone que la lista de quienes no han pagado se haga pública. "Si yo estuviera con una deuda en el colegio de mi hijo, vendo un auto para pagarla, pero algunos no pagan y siguen paseándose en sus autos de lujo", criticó.

Docentes despedidos

En tanto, uno de los profesores despedidos, quien prefirió mantener su nombre en reserva debido a que trabaja en otros colegios, señaló que son cerca de 30 los docentes desvinculados, e hizo notar que "la gerencia del colegio nos informó, en el mes de agosto, que íbamos a tener una rebaja salarial de aproximadamente del 15%, más unos beneficios del contrato colectivo, en este caso los aguinaldos, que equivalen a un sueldo y medio más anual, entonces si tú sumabas la rebaja más los aguinaldos, estamos hablando de casi el 30%".

Añadió que "evidentemente, los trabajadores nos organizamos y no aceptamos ese descuento, y en ese momento empezaron las situaciones de amenazas de que iba haber muchos despidos, que iban a correr ríos de sangre se dijo incluso, pero nosotros sabíamos que si aceptábamos el descuento, nada garantizaba la permanencia de los trabajadores, y en septiembre vinieron los despidos, que fueron notificados por teléfono".

En ese sentido, una carta firmada por alrededor de 150 exalumnos señala que "percibimos una aparente falta de sensibilidad en el trato y en la forma en que se ha llevado a cabo su desvinculación, por teléfono y cartas".

Al respecto, el Colegio Mackay, a través de un comunicado, explicó que "a todos los trabajadores desvinculados se les notificó por carta certificada, única vía posible y jurídicamente válida, atendida las restricciones de la cuarentena; además se les informó telefónicamente de la medida, como el mejor conducto en ausencia del contacto personal, naturalmente restringido por los protocolos sanitarios imperantes. Asimismo, se contempló el pago íntegro de todos los emolumentos legalmente procedentes para cada caso".

Por otra parte, el docente despedido detalló que ahora "hay asignaturas que no tienen profesores porque despidieron prácticamente a todo el staff, como es el caso de Lenguaje, en que la única profesora que quedó presentó licencias, así que no están con clases de Lenguaje los estudiantes. También se despidió a la coordinadora de la prueba de admisión a la universidad, entonces los chicos de cuarto medio quedaron en el aire, mientras que en Música se puso a una educadora de párvulos y en Artes Plásticas a una técnico en educación parvularia".

Al respecto, el colegio indicó que "hemos incorporado refuerzos importantes, particularmente en un área crítica como es la preparación de la Prueba de Transición para la Admisión Universitaria y el Bachillerato Internacional".

El profesor, en tanto, planteó que "no se entiende cómo, si hay problemas económicos, se despiden profesores y se contratan otros, entonces da la sensación de que esto fue un ajuste de cuentas de índole sindical, por no aceptar el descuento de nuestros sueldos".

A su vez, el Colegio Mackay hizo notar que "el régimen de recaudación de colegiaturas fue severamente afectado, alcanzando en promedio al triple de lo gestionable en años anteriores".

En ese contexto, plantearon que "la reorganización era indispensable realizarla en esta oportunidad, porque en caso contrario tendría que haber sido postergada, eventualmente, para el año 2022, lo que no hacía viable nuestra gestión educacional".

"Mi hijo se encontró con que todos los profesores que lo estaban preparando para su prueba de admisión a la universidad fueron despedidos".

Jorge Ossa, Apoderado