Cristián Rojas M.

En el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Viña del Mar se inició ayer el juicio contra el ciudadano chileno-estadounidense John Cobin, quien en noviembre del año pasado, en medio de una manifestación en el marco del denominado estallido social, disparó su arma de fuego en contra de la multitud que en ese momento estaba frente a la playa de Reñaca, dejando a un lesionado grave.

El juicio, programado originalmente para julio, se había aplazado por el estado de salud del imputado, ya que presentó una infección ocular y después se contagió de covid-19, males que ya superó, por lo que ahora está en condiciones de enfrentar a la justicia.

En la audiencia, que se desarrolló con el juez presente en el tribunal y las partes a través de la plataforma de teleconferencias Zoom, estuvieron presentes, por la parte acusadora, la fiscal Paola Rojas, el abogado querellante particular Carlos Oliva, y su colega Andrés Lagos por parte de la Intendencia, mientras que en nombre del imputado intervino el abogado defensor Guillermo Améstica.

Manifestación pacífica

El magistrado Alonso Arancibia, al relatar los hechos presentado por la Fiscalía, recordó que "era una manifestación pacífica, siendo ese el momento en que se abre la puerta del conductor y desde el interior el acusado intenta matar indiscriminadamente a las personas. Acto seguido, y al ver frustrada su intención de matar, decide ir raudamente a su domicilio, lugar donde minutos más tarde fue detenido por personal policial".

Asimismo, el juez detalló que "antes de su detención, el acusado, usando de nuevo las redes sociales, y a efectos de distraer y confundir a la opinión pública, publica un video donde asegura que habría sido víctima y que sólo había obrado en legítima defensa, reiterando el discurso de odio hacia todos quienes no comparten sus creencias".

La abogado asesora de la Fiscalía, Sandra Obando, explicó tras la audiencia que "el Ministerio Público le imputa dos delitos de homicidio frustrado, requiriéndose la pena de 12 años; el delito de disparo injustificado de arma de fuego en la vía pública, requiriéndose la pena de cuatro años; y el delito de ejecutar actos de violencia que alteran gravemente la tranquilidad pública, solicitándose la pena de 541 días".

11 días y 19 testigos

Obando adelantó que "se prevé que el juicio tendrá una duración aproximada de 11 días, periodo en el cual se podrá adjuntar la prueba testimonial ofrecida por el Ministerio Público, consistente en la declaración de 19 personas. Además se adjuntará prueba documental; prueba pericial, consistente en la declaración de diez peritos que participaron durante toda la etapa de investigación".

Asimismo, la Fiscalía presentará "otros medios de prueba, como por ejemplo, el arma utilizada y las municiones en posesión del imputado; además de videos y fotografías que sustentan los hechos en virtud de los cuales el Ministerio Público ha impetrado acusación".

En la audiencia, la fiscal Paola Rojas hizo hincapié en que Cobin se autodenominaba "Chaleco amarillo" y era muy fácil identificarlo entre la multitud, ya que era el único que portaba dicha vestimenta.

Detonante de la acción

Por su parte, el abogado Guillermo Améstica, defensor de Cobin, remarcó que "no es baladí que 5 mil personas estuvieran ese día en el señor de Reñaca, tampoco es un misterio cómo reaccionaron los residentes".

En ese sentido, hizo notar que la manifestación, en el contexto del estallido social, "es lo que gatilla, en definitiva, la reacción de mi representado. Es un disparo al piso, de carácter disuasivo frente a este acorralamiento en el cual se encontraba".

El juicio continuará hoy, desde las 9.00 horas, y partirá con la fase de testigos y de pericias, instancia que, a diferencia de ayer, no será transmitida por el canal de televisión del Poder Judicial.

"Era una manifestación pacífica, siendo ese el momento en que se abre la puerta del conductor y, desde el interior, el acusado intenta matar indiscriminadamente a las personas".

Alonso Arancibia, Juez de la causa

"Es un disparo al piso, de carácter disuasivo, frente a este acorralamiento en el cual se encontraba".

Guillermo Améstica, Abogado defensor de Cobin

En prisión preventiva quedó un kinesiólogo que se desempañaba en la comuna Concón y que este fin de semana fue formalizado por abuso sexual reiterado, delito que habría cometido en contra de cuatro mujeres que recibieron atención por parte del profesional.

El Ministerio Público dio curso a una investigación luego de recibir las denuncias de dos mujeres, de 25 y 28 años, quienes interpusieron las respectivas denuncias los días 12 y 16 de septiembre pasado en contra del imputado que ejercía hasta su detención en el centro Fisiomeds, ubicado en la avenida Concón-Reñaca 1515, local 1, que se especializa en kinesiología.

Tocaciones

Hasta ese lugar llegaron las víctimas para someterse a tratamientos con A.E.O.U., de 53 años, quien, de acuerdo a lo relatado por las afectadas, en sus sesiones procedía a alejarse de los procedimientos para realizar tocaciones.

Las mujeres interpusieron las denuncias en Viña del Mar y, tras ello, la Fiscalía instruyó a la sección OS-9 de Carabineros la indagación de los hechos. El jefe de la unidad, capitán Cristián Moya, precisó que en el proceso investigativo también se pudo constatar la existencia de otras afectadas, cuyos testimonios estaban siendo difundidos por redes sociales, por lo que finalmente se logró configurar cuatro casos por los cuales fue formalizado el kinesiólogo, quien, a su vez, presenta antecedentes penales por ultraje público a las buenas costumbres y abuso sexual a mayor de 14 años, entre otros.

Medida cautelar

El fiscal de la causa, Juan de la Fuente, puntualizó que "se recabaron varias declaraciones en ese sentido con hechos ocurridos en los años 2020 (2), 2016 y 2011, por lo cual la Fiscalía de Viña del Mar formalizó por el delito reiterado y consumado de abuso sexual en contra de personas mayores de 14 años".

Con estos antecedentes, el persecutor solicitó en la audiencia realizada en el Tribunal de Garantía de la Ciudad Jardín la prisión preventiva del kinesiólogo "por considerar que la libertad del imputado era un peligro para la seguridad sociedad". Ante ello, el juzgado decidió decretar la medida cautelar y fijó un plazo de investigación de 60 días.

Durante la jornada de ayer, Gendarmería informó que un sujeto que el fin de semana ingresó a la cárcel de Valparaíso imputado por un caso de femicidio frustrado en Quillota, de iniciales M.A.Q., se ahorcó en uno de los módulos del centro penal.

El fallecido había sido denunciado por su propio hijo de 11 años, cuando intentaba agredir a su madre con un cuchillo e intentó quemar los muebles de la vivienda, pese a que pesaba en su contra una orden de alejamiento.

"El interno se encontraba al interior del módulo 108, recinto destinado para el cumplimiento de la cuarentena preventiva de todo privado de libertad que ingresa al recinto penal. En momentos que se entregaba la alimentación fiscal los gendarmes encontraron al hombre ahorcado al interior de su celda", se informó en un comunicado.

Ante este hecho, "Gendarmería dio aviso inmediato al fiscal de turno, quien dispuso la presencia de la Brigada de Homicidios de la PDI y Servicio Médico Legal".

La muerte se constató durante la jornada del domingo, un día después que el imputado fue derivado a dicho establecimiento penal.