Final divergente en la teleserie de primarias
Mientras Chile Vamos decidió competir en casi todas las comunas, aunque no en Viña del Mar, la ex NM y el FA harán primarias separadas. Pese al recurso de protección que interpuso la alcaldesa Virginia Reginato, los partidos del oficialismo sellaron un acuerdo para que sus aspirantes a las alcaldías sean medidos en una encuesta que se realizará en enero.
Como es costumbre, los partidos inscribieron ayer, al filo de que terminara el plazo, los pactos que permitirán la realización de primarias legales para definir los candidatos de coalición a los cargos de alcaldes y gobernadores regionales. Este año, la negociación estuvo particularmente ruda en la oposición, donde a pocos días del cierre el Frente Amplio quiso imponer un rango de exigencias que se hacía intolerable a quienes eventualmente debían ser sus compañeros de pacto. El ánimo enconado que tiene cada diálogo de los jóvenes amplistas con los dirigentes herederos de la Concertación y la Nueva Mayoría volaron sobre las conversaciones y a las recriminaciones mutuas seguían los llamados a la unidad, en un ritmo de marcha forzada que terminó por conspirar contra cualquier acuerdo global de primarias. Finalmente, cuando el Frente Amplio ya había inscrito su pacto para realizar primarias como bloque independiente, en la otra vereda llegaban a acuerdo el PS, el PPD, el PR y la DC.Más allá de este hecho, el proceso entrega una señal de profundo fraccionamiento y arroja dudas sobre la capacidad de la oposición para llegar a los mínimos comunes que cualquier coalición en ciernes debe alcanzar para aspirar al éxito en el intenso ciclo electoral que se abre en octubre. El mantra repetido por muchos durante estos meses es que los resultados de las elecciones municipales de abril de 2021 son clave para el éxito en la Presidencial de diciembre. El tiempo se agota, entonces, para los aspirantes a ser Gobierno.
En cambio, la negociación de Chile Vamos fue exitosa e inscribió un pacto para la mayoría de las comunas, salvo aquellas donde la disputa se había crispado con fuerza en el último tiempo, entre ellas Viña del Mar. Para la Ciudad Jardín, la coalición debe elegir un mecanismo que permita medir a los candidatos de cada partido - Raúl Celis por RN, Georg Hübner por Evópoli y el que defina la UDI de entre los concejales Jaime Varas, Macarena Urenda y Pamela Hödar -, antes de la fecha fatal de inscripción, fijada para febrero del próximo año. Sin embargo, falta saber qué pasará con el recurso de protección interpuesto por la alcaldesa Virginia Reginato contra su partido y el Servel, a quienes acusa de pasar por sobre sus derechos constitucionales al no dejarla inscribirse como candidata, aunque en rigor dicha decisión corresponde a una aplicación de la ley que limitó la reelección de autoridades. Como el hecho estaba en tribunales, anticipó el martes el secretario general de la UDI, Felipe Salaberry, impedía un pacto de primarias sobre la Ciudad Jardín. "Si yo hago primarias y se resuelve un candidato, y en un tiempo más se habilita a ese alcalde o alcaldesa (caso Viña del Mar) para ir a reelección, estaríamos en problemas", explicó.