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En cuanto a percepciones ciudadanas, el grupo etario que más apoya el rol del Estado en el bienestar corresponde a los jóvenes (18-25 años), con 40%, y el que menos lo respalda es el grupo de 60 o más, con 37%. En la afirmación según la cual cada persona es responsable de su propio bienestar sólo está de acuerdo el 20% de los más jóvenes y el 34% de los adultos mayores.
Ayuda estatal focalizada o igual para todos
En la pregunta sobre universalizar o focalizar la ayuda estatal en los más pobres, las respuestas han sido más estables en el tiempo y, en general, en la región hay mayor preferencia hacia la segunda opción (39%) que hacia la primera (36%) contrariamente a la tendencia país que registra la Encuesta Nacional Bicentenario 2019 de la Universidad Católica.
A nivel comunal, la investigación constata que en Concón el 52% de los encuestados opina que la ayuda del Estado debe destinarse sólo a los más pobres versus el 25% que piensa que todos los ciudadanos deben recibirla por igual. Viña del Mar, Quilpué, Villa Alemana, Quillota y La Ligua se inclinan también en ese mismo sentido.
Los encuestados de otras ciudades opinan todo lo contrario. En Valparaíso, el 47% respalda la opción de igual ayuda estatal para todos y sólo el 31% apoya el aporte focalizado en los más necesitados, tendencia que se repite en San Antonio (45%/35%), Los Andes (39%/31%) y San Felipe (35%/24%).
Al comparar los grupos de edad, el 54% de los mayores de 60 años prefiere que la ayuda vaya a los sectores más vulnerables y sólo el 27% que sea igual para todos, mientras que el grupo de entre 18 y 25 años se inclina en 35% y 44% por esas mismas categorías. En los segmentos 26-40 años y 41-59, las dos opciones registran niveles de preferencias más cercanos.
SUELDOS, equidad y ESFUERZO INDIVIDUAL
¿Los ingresos deben reflejar el esfuerzo individual o ser más equitativos? A nivel regional, en 2017 las dos opciones tenían un respaldo aproximado del 35%, pero desde entonces las cosas cambian. En 2019 el 38% opta por la primera alternativa y el 44% por la segunda. Y en 2020 las preferencias se transforman diametralmente hacia 28% y 54%, fenómeno que concuerda con la variación de las expectativas hacia el Estado a nivel nacional.
"A nivel territorial los resultados son aún más tangibles. En nueve de las diez comunas que mide la encuesta, la preferencia hacia ingresos más equitativos es categórica. Para este año, Quillota es la comuna con mayor preferencia en materia de equidad (63%), seguida de San Antonio (61%) y Valparaíso (60%)", y todas las comunas que se inclinan por esta opción superan el 50% de respuesta.
La investigación plantea que "uno de los resultados más peculiares corresponde a la comuna de Concón, la única que se inclina menos hacia la equidad (36%) y más hacia la idea de que los ingresos deben ir acorde al esfuerzo de cada persona (49%). De hecho, si vemos los resultados de esta comuna tanto para el criterio de responsabilidad, eficiencia en entrega de ayuda estatal e ingresos, Concón mantiene una postura más bien uniforme, prefiriendo un rol más secundario del Estado en los tres ámbitos expuestos".
También a nivel etario el factor ingresos concentra una tendencia categórica por mayor equidad, por encima del esfuerzo individual, y allí confluyen los más jóvenes, que se inclinan en un 59% por esta opción, como los mayores de 60 (52%). En todos los grupos de edad las preferencias por el concepto de sueldos asociados a esfuerzo individual fluctúan entre el 19% y el 32%.
Crisis, indefensión y protección
Para Fernando Wilson, magíster en Ciencia Política, doctor en Historia y profesor de la Facultad de Artes Liberales de la Universidad Adolfo Ibáñez, aun cuando los resultados se inscriben dentro de lo esperable, lógico e incluso de sentido común, el estudio "tiene una gran virtud, que es plasmarlos sobre la base de números duros".
Destaca en particular que en la Fundación Piensa "se dieron el trabajo de construir una estructura que afirme el sentido común sobre la base de data consolidada y eso tiene una virtud que es tremenda. Ahora, el desafío es cómo usar esa data dura para tomar las políticas del caso orientadas a la superación de los puntos ahí presentados. Primero priorizarlos y luego tomar las determinaciones concretas sobre la base de las cuales actuar".
En lo que respecta a las tendencias que registran las comunas, la investigadora Francesa Zaffiri remarca que los casos de Valparaíso y Concón son curiosos, ya que la primera comuna se inclina más hacia una intervención estatal en términos de bienestar, eficiencia y equidad, mientras la segunda es la única que, para 2020, muestra una preferencia transversal por un Estado menos presente en las materias consultadas.
Fernando Wilson plantea que hay una distribución claramente asociada a los niveles de prosperidad de las distintas ciudades, como en el caso de Concón, la menos estatista de todas, que se caracteriza por la creciente presencia de núcleos habitacionales correspondientes a ingresos altos.
En cambio, Valparaíso, "debido a la situación lamentable que le generó primero el estallido social y posteriormente la pandemia, claramente clama por una intervención del Estado con mayor intensidad que, por ejemplo, Viña del Mar, que igualmente tiene números elevados, pero uno podría especular que se debe más bien a una toma de conciencia ante la existencia de los cordones de campamentos más que a un problema percibido en los sectores medios tradicionales de la comuna".
El académico opina asimismo que el trabajo revela cómo la demanda de protección hacia el Estado "se conecta con una situación de crisis, con una percepción de indefensión individual y al mismo tiempo se relaciona con el tema de la prosperidad en términos de la precarización de empleos y condición personal, debido primero a la crisis y posteriormente a la pandemia".
Pero, concluye, no hay que olvidar que la condición general de la región y del Gran Valparaíso ya estaba muy comprometida con anterioridad a ambos eventos. 2