"Esta gestión desastrosa ha provocado que muchas personas se movilicen, como nunca, en Viña del Mar"
La joven licenciada en Ciencias Jurídicas de la UVM, Macarena Ripamonti, es la carta de Revolución Democrática (RD) para la alcaldía de Viña del Mar, pero para llegar a la papeleta de abril deberá triunfar en las primarias del Frente Amplio frente a los otros dos precandidatos: Nicolás Guzmán (PL) y Alejandro Aguilera (CS).
En el escenario electoral viñamarino, encuentra "sorprendente" que no haya primarias en Chile Vamos. "Es bastante insólito que no hayan podido ponerse de acuerdo, siendo que a nivel nacional el discurso es completamente distinto a lo que sucede en Viña del Mar. Es bastante curioso", afirmó.
- ¿Cree que este hecho pueda favorecer a la oposición?
- Yo creo que sí, sin duda, o sea, en términos cuantitativos, por supuesto que si las fuerzas van separadas y proponen a las mismas personas que no fueron capaces de ver un déficit, que agotaron sus periodos y que necesitan tomarse el poder para no perderlo, de alguna manera, claro que en términos cuantitativos y cualitativos tienen menos oportunidades.
- ¿Qué la diferencia de los demás candidatos del Frente Amplio?
- La verdad es que no conozco en términos personales a los otros dos candidatos, sí conversamos el día de la inscripción de las primarias y han sido muy cordiales en cuanto a que vamos a tener una relación de amabilidad para intentar ser un proyecto, y quien gane ponerse atrás del otro a trabajar, porque lo que importa aquí es la comunidad, no los egos personales. No sé las realidades personales de ellos, pero yo nací, me crié, estudié y he vivido toda mi vida en Viña del Mar, y tenemos un trabajo territorial desde hace muchos años, desde la universidad, desde las organizaciones a las que yo pertenecía antes, entonces por ahí puede que el trabajo de hormiguitas que se ha hecho desde hace años pueda ser más significativo.
- ¿Cómo puede incidir en la primaria el hecho de que uno de los candidatos sea el director jurídico de la Municipalidad de Valparaíso?
- Yo creo que es un factor que se va a ponderar, que la ciudadanía va a tener que hacer sus propias evaluaciones sobre su figura y su trabajo personal aquí. Eso va a depender de cómo Viña del Mar pondere la situación de la alcaldía ciudadana. En términos personales, yo creo que nosotros estamos levantando un proyecto que se diferencia en varios sentidos, Viña del Mar tiene una realidad cultural, una densidad organizacional y conflictos que son, sin duda, muy distintos a los de Valparaíso, entonces por ahí, tener esa conciencia de que son ciudades distintas y que los conflictos territoriales, los conflictos vivos son distintos, yo creo que es algo necesario que él va a tener que trabajar.
- ¿Cómo ve la situación que hay actualmente en el municipio de Viña, con directores municipales que serán formalizados por el tema de las horas extra y con la alcaldesa acusada por notable abandono de deberes en el Tribunal Electoral Regional (TER), donde los concejales de oposición piden su destitución?
- Es una Municipalidad que ha tenido una gestión desastrosa, no sólo hay problemas en el manejo presupuestario y el déficit, sino también en una falta de sistematización en la elaboración de proyectos participativos, por ejemplo, no ha existido nunca un sistema de prioridades, nunca se le ha consultado a la ciudadanía cuáles son los horizontes para donde quiere crecer Viña del Mar, y un sinfín de razones más. Ahora, por otro lado, creo que para los rostros nuevos, como nosotros, ha sido súper positivo, ¿desde qué punto de vista? Yo creo que hay que agradecerle, de alguna manera, a la UDI esta gestión desastrosa, porque ha provocado que muchas personas se movilicen, como nunca en Viña del Mar. A este proyecto colectivo que estamos levantando se han acercado personas de diferentes tipos, artistas callejeros, profesores de las universidades de la comuna, pobladoras, organizaciones sociales, entonces tú te das cuenta que el malestar que deja la UDI en la comuna es tan transversal que no distingue cerro ni plan, ni rico ni vulnerable. En el fondo, nos damos cuenta que hay un malestar transformador, que finalmente la gente se ha movilizado mucho y nos hemos dado cuenta que ya no quieren más de esta administración, entonces por un lado, tiene esa dimensión positiva que es movilizadora en las personas, y eso está bien, de alguna manera es lo único bueno que podemos sacar en limpio.
- ¿Cuáles son sus propuestas para levantar a la ciudad?
- Lo primero que hay que hacer es identificar los conflictos vivos de cada territorio y que el programa se geste y nazca con la consideración de las personas, pero obviamente, hay ejes transversales que venimos trabajando desde hace rato: primero, trabajar con la mujeres, la diversidad y la igualdad, generar departamentos de identidades y un plan comunal que favorezca, por ejemplo, la educación sexual integral, trabajar, por supuesto, el derecho a la vivienda, no solamente como un techo digno, sino que es un lugar donde uno genera relaciones y no sólo uno merece tener una casa con agua potable, alcantarillado y luz, y que no sea una estructura liviana, sino que también mereces que tu barrio tenga servicios adecuados, un Cesfam, una plaza. Y por supuesto, generar un análisis bien estructurado respecto de las finanzas de la Municipalidad, creo que urge poder establecer una investigación acuciosa de toda la salud fiscal de la Municipalidad. Obviamente, si es que nosotros llegamos a Viña del Mar nunca más va a existir un presupuesto que se haga alejado de la ciudadanía, y por supuesto que nunca más va a haber un descontrol presupuestario como el que existe hoy día.
- ¿Cuál es su opinión sobre la acción judicial que interpuso la alcaldesa, buscando revertir el impedimento que tiene para poder repostularse al cargo?
- Me parece que es un síntoma de esa idea de no querer dejar el poder y de ocupar cualquier medio que esté a su disposición para volcar la voluntad mayoritaria que se gestó en el Congreso Nacional, espacio legítimo de representación donde se generó un proyecto para que personas como ella no siguiesen ocupando espacios de por vida, espacios que merecen tener una oxigenación y una representación distinta. Creo que lo que hace no está bien, no darse cuenta de la insatisfacción generalizada de la ciudadanía frente a su gestión, una incapacidad de ver que a veces es bueno otorgarle el oxígeno suficiente a los espacios a los espacios que tú les tienes cariño.
- Si tiene éxito en su recurso, ¿le ve posibilidades de que pueda ser reelegida?
- No, no veo que haya posibilidades de que pueda ser reelegida, yo creo que Viña del Mar también fue parte de este despertar en la revuelta popular de octubre y nosotros lo vemos a diario en los territorios, con las personas que se acercan, hay un malestar generalizado frente a su gestión, y es transversal, desde Los Almendros, en Reñaca, hasta Villa Oriente en Reñaca Alto. Y el clientelismo que nosotros vemos en los territorios más carenciados, más vulnerados, ya se agotó, las personas se dieron cuenta de que no pueden vivir en base a tecitos y buenas palabras, necesitan una administración que esté a la altura de los conflictos que hay en Viña del Mar, que es la sexta municipalidad más rica, no puede ser de otra manera.
- ¿Cree que el hecho de que la oposición lleve tres o más candidatos en Viña pueda favorecer a la derecha, que llevaría a dos, uno oficialista y Vattuone?
- Por supuesto que si eso llega a suceder así, va a haber una desventaja, sin embargo, yo creo que Viña del Mar tiene un comportamiento distinto al resto del país, yo creo que no hay una distancia grande.
"El malestar que deja la UDI en la comuna es tan transversal que no distingue cerro ni plan, ni ricos ni vulnerables".
"El clientelismo ya se agotó. (...) Las personas se dieron cuenta de que no pueden vivir en base a tecitos y buenas palabras".