Sharp, con su nuevo lenguaje convocante
Mirando la reelección, el alcalde presenta un discurso que busca acercar posiciones -un poco tarde- en torno a la ciudad. Postula "dejar atrás, de una vez por todas, el conflicto que se ha mantenido durante muchos años" y propone un pacto portuario que asegure la ampliación de la capacidad del puerto, la industria de cruceros y la formación de capital humano.
Con un lenguaje convocante, Jorge Sharp busca su reelección como alcalde de Valparaíso. Llama al Concejo Municipal, con el cual ha tenido duros desencuentros, a concentrarse "más allá de diferencias y terminar de mejor manera este periodo por una sola razón: del Concejo Municipal dependen varias políticas que pueden permitir la reactivación económica de la ciudad".
En entrevista con este Diario, también plantea acuerdos sobre el puerto: "Tenemos que dejar atrás, de una vez por todas, el conflicto que se ha mantenido durante muchos años y avanzar en acuerdos duraderos. Desde la municipalidad proponemos un pacto portuario que involucre al mundo privado, a los trabajadores portuarios, al Folovap y a la ciudad, y que asegure tres cosas: ampliación de la capacidad portuaria en el corto plazo, asegurar la industria de cruceros y formar capital humano". Reconoce que, en la medida que se terminen los conflictos, "vamos a poder resolver parte importante del problema de la ciudad para los próximos 20 años". En otras palabras, reafirma la vocación portuaria de Valparaíso, sin caer en consignas condenatorias para la expansión.
Reconoce que "hay cosas en que con el intendente (Jorge Martínez) hemos podido avanzar sin problemas (¿?) y otras donde hemos tenido muchas diferencias, como fue su política represiva que ha empujado el Gobierno de Chile desde el estallido social a la fecha". Irrenunciable meter la cuña "represiva", para no parecer demasiado complaciente, especialmente ahora que a la "alcaldía ciudadana" se ha sumado el nuevo movimiento denominado Territorios en Red Valparaíso (TER). Justificando su posición dialogante, recuerda sabiamente que "mi deber como alcalde es relacionarme con todas las autoridades por el desarrollo y el bienestar de Valparaíso".
En sus declaraciones recuerda el mal estado en que recibió la ciudad y los problemas que ha debido afrontar. "Creo que ningún gobierno puede haber estado preparado para enfrentar en menos de un año una crisis política y social y una pandemia de escala global", sostiene.
Esta frase parece un copy paste de muchos discursos del Presidente de la República Sebastián Piñera y al formularla reconoce una realidad a escala nacional y hasta internacional, a la cual este Puerto patrimonial no ha podido escapar.
En sus declaraciones y movidas políticas el alcalde Jorge Sharp, que llegó al sillón de la calle Condell con un discurso refundacional y quizás mirando a La Moneda, deja de manifiesto que es mejor "barrer hacia adentro", con planteamientos que sobrepasan las fronteras ideológicas.
Ahora, siendo justos, no por mucho repetir que en su administración se ha privilegiado la transparencia, la realidad se invertirá y campeará la honradez en la Cormuval o se hará la luz en la pila de sumarios por acosos de todo tipo. Ya no fue, nomás.