Cartas
Mercado Municipal de Viña
Sana envidia me dio al leer hoy (miércoles 7 de octubre) en el Diario Austral de Temuco el anuncio del alcalde Miguel Becker de que el Mercado de Temuco va a ser uno de los más bellos de Chile, América y el mundo, en contraste con el que tenemos en Viña del Mar, que debe ser el más horrible de Chile, América y del mundo, por su estado de abandono, suciedad no sólo en su interior sino también en su entorno.
Basta ver al frente por calle Marina el puesto de pescados y mariscos, que no sé cómo por años lleva funcionando, invierno y verano, sin las medidas mínimas de salubridad, ya que no cuentan con una cadena de frío. Los pescados y mariscos se exponen al aire y a todo sol en verano, sin el hielo respectivo para su conservación y nadie dice nada, ni la municipalidad ni el Ministerio de Salud.
Es una lástima ver cómo la Ciudad Jardín va perdiendo terreno en comparación con otras ciudades, sobre todo las del sur, que se están convirtiendo en las favoritas de los turistas. Es de esperar que en las próximas elecciones de alcalde elijamos a un representante con ideas y propuestas concretas, que vuelva a poner a Viña en el sitial que le corresponde, como lo fue alguna vez, un orgullo para todos nosotros.
Alejandro Bayer A.
Rol fundamental
¿Hasta qué punto se han deteriorado las virtudes públicas en nuestro país? A muchas personas no les conmueve el destino de la comuna en que viven, la limpieza de la calle o la suerte del patrimonio arquitectónico. Piensan, como dice Tocqueville, que tales cuidados no les incumben y que sólo "pertenecen a un extranjero poderoso que se llama gobierno".
Esto se ha transformado en uno de nuestros mayores problemas: vivimos como usufructuarios, sin espíritu de propiedad y sin ideas de mejoramiento. "Ensucio porque no es mío, rompo porque no es mío". Ante grandes peligros algunos incumplen lo primero, pero aun así esperan que el país entero vaya en su rescate. ¿Se ve la paradoja? Se torna más urgente que nunca recordar que los ciudadanos también poseemos un rol fundamental: el cuidado de nuestras propias comunidades.
Álvaro Vergara N. Fundación para el Progreso
Torres en Cochoa
La Contraloría Regional Valparaiso rechazó recientemente un reclamo contra una resolución de la Dirección de Obras de la Municipalidad de Viña del Mar, que aprobó el anteproyecto de edificación para dos torres sobre la playa de Cochoa, sector Reñaca.
Se trata del anteproyecto para construir dos lujosas torres de diez pisos (donde el Plan Regulador permite sólo cuatro), que se acoge al Reglamento de Viviendas Económicas, y que enfrenta una vía no incorporada al dominio nacional de uso público y no urbanizada, que le fue "donada gratuitamente" al municipio por los propietarios del sitio que atraviesa al subdividirlo.
El contralor emitió su dictamen rechazando cada uno de los puntos y lo hizo sin siquiera exigir un pronunciamiento de la municipalidad, manifestando que "Requerida de informe, la Municipalidad de Viña del Mar no se pronunció" (sic).
Es impresentable que la Contraloría Regional acepte que el municipio no se pronuncie ante su requerimiento y emita un dictamen careciendo de todos los antecedentes. Esto atenta contra el prestigio y dignidad de la entidad de control.
Mauricio Román B.
Desórdenes
Me molestan las declaraciones del Sr. Micco, en las cuales asegura que "estamos entrando con pésimo pie a octubre". O sea que para entrar bien hay que tolerar el vandalismo, ataques cobardes y arteros contra carabineros efectuados por el lumpen que el suele defender. Sr. Micco, la gente decente quiere paz y seguridad, la que es brindada, entre otros, por Carabineros. Por favor, ubíquese y deje de defender delincuentes.
Luis Toledo Valdés
Voto
Hoy he vuelto a reflexionar, acerca de lo importante que han sido en nuestras vidas la diversidad de "rayas" que existen y que nos acompañan desde que llegamos a este mundo. Está pronto a reactivarse una de las más importantes para algunos y que es aquella que se traza verticalmente sobre un inerte trozo de papel, convirtiéndolo en el anhelado y preciado "voto".
"Voto", unidad fundamental con la que un ciudadano común y corriente se transforma en el paladín o representante encargado de velar por el bienestar de quienes tuvieron la buena o mala idea de colocar la raya al lado de su nombre.
El afortunado ciudadano elegido solamente ruega y desea que esa raya se mantenga y no se la borren nunca. El próximo 25 de octubre las rayas serán dos y el motivo diferente. Habrá que rogar a San Expedito para que todo salga bien.
Jorge Valenzuela Araya
Franja
Particularmente, me había resistido a observar la franja televisiva del plebiscito. Sin embargo, días pasados escuché el espacio del Apruebo y no pude sentir algo menos que rabia. En ese corto espacio se declararon al menos dos falsedades: la primera es que la Constitución iba a mejorar las pensiones y la segunda, que se iba a terminar con las zonas de sacrificio.
¿Por qué engañan a la gente? Ninguna de estas menciones tiene que ver con la Constitución Política. Basta aprobar las leyes que deben ser reformuladas. ¿O es que están dando señales de segundas intenciones de querer eliminar este Parlamento, que después de un año no ha dado el ancho para corregir?
¡Cuidado! Están jugando con fuego… y se pueden quemar. El hombre nuevamente no ha aprendido nada de la Historia.
Carlos Lorca García de la Pastora
Plebiscito
El pueblo chileno ha llegado a una encrucijada en su desarrollo: el plebiscito. Impuesto a la fuerza y, por ende, convenido como condición para suspender el "estallido social", representa hoy por hoy un desafío generador de más descalabros y desdichas.
No se trata sólo de postergarlo por razones sanitarias como se hizo la primera vez cuando aún no conocíamos su virulencia; ahora con la experiencia mundial de los rebrotes y segundas y recurrente "olas" constituye un consciente suicidio colectivo, cuya responsabilidad caerá en los políticos intransigentes que no quieren reconsiderar su capricho o fantasía ideológica. No hay que postergar el plebiscito, hay que cancelarlo, y que la pega, en cuanto necesaria, la hagan los que tienen la obligación de hacerla y a quienes les pagamos importantes sueldos: nuestros parlamentarios. Ellos fueron elegidos democráticamente, así que nos representan. Y cuando esté lista la tarea, la sometan al país.
Renzo Follegati Ghio