Un claro mensaje al mundo político
La Convención Constituyente elegida por votación popular es un téngase presente para los partidos y también para el Congreso. La Región de Valparaíso, dividida en dos distritos, elige 16 convencionales. La elección misma tendrá lugar el 11 de abril del próximo año, con sufragio voluntario, y será acompañada de votaciones para designar gobernadores regionales, alcaldes y concejales.
La abrumadora preferencia por una Convención Constituyente para formular la nueva Carta Fundamental encierra un claro mensaje a los políticos y al Congreso Nacional en particular: ustedes, damas y caballeros, mejor se dedican a legislar. Nosotros, el pueblo soberano, elegiremos directamente a quienes harán la nueva Constitución.
Lectura al hueso del resultado del domingo en que casi por un 80% del electorado rechazó la posibilidad de que la mitad del grupo constituyente estuviera integrada por parlamentarios.
Mensaje bien directo para senadores y diputados y también para los partidos políticos que representan. Así, es de suponer, el Parlamento debe continuar dedicado al trabajo legislativo atendiendo, precisamente, aquellos problemas que desataron la crisis social que culminó en el llamado a formular una nueva Constitución.
Pero a pesar del claro pronunciamiento electoral, la política, con partidos o pactos, seguirá presente, ahora en la presentación de candidaturas a los 155 cargos de convencionales para los 28 distritos electorales en que se divide el país.
Y si bien el plebiscito puso luz roja a los políticos, las posiciones partidistas y convicciones doctrinarias estarán en la mesa del debate. Pero ¿entenderán los flamantes constituyentes el claro mensaje del electorado más allá el cómodo y esperado triunfo del Apruebo?
Además, téngase presente, las postulaciones están abiertas también a independientes de acuerdo a las disposiciones electorales vigentes.
La Región de Valparaíso, dividida en dos distritos, elige 16 convencionales. La elección misma tendrá lugar el 11 de abril del próximo año con sufragio voluntario y será acompañada de votaciones para designar gobernadores regionales, alcaldes y concejales.
El trabajo de la Convención se iniciará en mayo próximo y un punto clave es el reglamento para la aprobación de las normas constitucionales en debate, el que debe ser aprobado con un quórum de dos tercios de sus miembros. Se elegirán, además, con mayoría absoluta, presidente y vicepresidente del organismo. El plazo para la formulación de la nueva Constitución se puede extender hasta por 12 meses, para ser sometida a un plebiscito de salida, con voto obligatorio, el primer semestre de 2022.
Largo plazo, con un menú de votaciones que incluye en noviembre del próximo año elección presidencial con una eventual segunda vuelta en diciembre.
Expectativas, incertidumbre y tensiones a la espera de resultados electorales.
Y en ese escenario está la responsabilidad del cuestionado mundo político -de aquí y de allá- que debe mostrarse a la altura del momento y de los cambios que demanda la gente, demandas que no pueden mantenerse a la espera de la nueva Constitución, que en modo alguno traerá una varita mágica que al solo toque resolverá todos los problemas.