Cartas
Temas prioritarios
Ahora, todos los políticos se subirán al carro de la victoria. Para que Chile crezca, la nueva Constitución deberá incluir: seguridad, oportunidad, salud, trabajo, orden, enseñanza, deporte, cultura, justicia.
Renato Norero V.
Elección de convencionales
Los categóricos resultados del plebiscito nacional inician un proceso constitucional que tendrá como primer hito las elecciones de convencionales del 11 de abril de 2020. Dado que el tiempo es escaso y las expectativas elevadas, por el bien de Chile es preciso que surja lo mejor de nuestra clase política: que piensen en el bien común, que garanticen la paz y tengan la voluntad de alcanzar amplios consensos. Prácticamente, lo contrario de lo que venían haciendo estos últimos años.
Juan L. Lagos Fundación para el Progreso
Desafío
Chile, mediante una participación significativa de votantes, demostró una vez más que es capaz de decidir y manifestar su opinión de forma pacífica, a través de las urnas, con un triunfo indiscutible, macizo, de la opción Apruebo, que se alcanzó este domingo en uno de los procesos más importantes de los últimos 32 años, marcando el fin de uno de los amarres más controversiales de la dictadura y el inicio de un nuevo camino a través de la formulación de una nueva Constitución con carácter democrático
Se deberá con urgencia plasmar en ella cambios fundamentales para dar un nuevo marco que regule el acceso a nuestros derechos básicos, un reconocimiento real para nuestros pueblos originarios y el respeto por los derechos humanos de las personas, entre algunas de las demandas transversales que anhela la ciudadanía.
También es relevante considerar que nadie quiere a los mismos políticos que han vivido del Estado durante las últimas décadas, sino constituyentes en paridad de género, por cierto, que representen a todos los habitantes, en cada una de las comunas de nuestro país. La democracia nos ha dado una nueva oportunidad para poder dialogar, participar, encantar y sacar lo mejor de nosotros, para entregar un país más justo, más equitativo, más humano... No la desaprovechemos.
Marcelo Chávez Galleguillos
Dificultad
Recuerdo la votación en el plebiscito de 1988. Para el paso de un régimen a otro se votó Sí (que siga) y No (que no siga). Será que antes dominaban más el idioma, porque créanme que en esta oportunidad no entendí la boleta de votación a la primera lectura y también a muchos chilenos les pasó lo mismo. Hubiera sido más simple haber puesto "Nueva Constitución: Sí o No", con una redacción en conjunto con el Congreso y representantes populares o redactada por asambleas de representantes de votación popular y democrática 100% del pueblo chileno. No obstante, pusieron en la papeleta Convención Mixta y Convención Constitucional.
Faltó, además, liberar de cobro la locomoción colectiva y no solo el metro. Lo anterior, más el coronavirus y la cesantía pospandemia, produjo abstenciones.
Guillermo Riffo Glaus
Proceso expedito y ordenado
Desde que tengo derecho a sufragio, es la primera vez que participo en uno tan expedito y ordenado. No sé si es gracia a la planificación del Servel o a que, simplemente, hemos aprendido a ser civilizados.
Jorge Valenzuela Araya
Niñez y proceso constituyente
Este fin de semana nuestro país vivió el evento político más relevante desde el retorno a la democracia. En él se confirmó que contaremos con un nuevo pacto social, construido de manera colectiva y democrática, algo que, en nuestros 202 años de independencia, no habíamos tenido.
Sin perjuicio de que los y las adolescentes bajo la actual legislación no tienen reconocido el derecho al voto, sería interesante que en, el marco del proceso constituyente, pongamos sobre la mesa y asumamos un compromiso real para la efectiva garantía de los derechos humanos de niños, niñas y adolescentes.
Su reconocimiento constitucional como sujetos de derechos es crucial para la construcción de una sociedad más justa y fraterna con niños, niñas y adolescentes que, hasta hoy, han tenido una relación muy compleja con el Estado y sus políticas públicas, pues, pese a las obligaciones internacionales contraídas en esta materia, no han sido lo suficientemente considerados para su diseño e implementación.
Es indispensable que en medio de esta crisis social, la democracia sea fortalecida a través de un reconocimiento expreso de los derechos de la niñez y la adolescencia. Ponerlos primero en la fila significa, entonces, reconocerles una cuota de participación efectiva en la comunidad. Y esto es algo que debemos incorporar hoy.
Camila De la Maza Coordinadora de Seguimiento Legislativo en Corporación Opción
Inquietud
"La Región de Valparaíso tiene todos los ingredientes para convertirse en un polo científico-tecnológico". Ok, verdad absoluta, según afirmó María José Escobar, seremi de Ciencia, en una edición especial por el Día de la Ciencia de El Mercurio de Valparaíso, publicada el 4 de octubre. Pero ¿para qué sirve esa ventaja?
Vanidad, prestigio personal y/o institucional (acreditación), estímulo económico, avance para la ciencia, etc., son razonables consecuencias de núcleos científicos pero...
Pero ¿qué beneficios sociales nos entrega el progreso regional de la ciencia en nuestro mínimo bienestar? Recordemos que un altísimo porcentaje de la financiación que requiere el desarrollo de la Ciencia proviene de nosotros mismos, a través del aporte de los gobiernos.
El gran desafío ha sido siempre el mismo: el enorme obstáculo existente para transferir nuevos conocimientos a emprendedores y/o empresarios y ausencia o deficiencias en las unidades ad hoc creadas por las universidades para este fin; y por el lado de los usuarios potenciales de los avances científicos, indiferencia, alejamiento del mundo académico, etc.
Se hacen enormes y permanentes esfuerzos para obviar los obstáculos aludidos y convertir en un bien social este esfuerzo del Estado, de las instituciones académicas y de los investigadores.
Probablemente, la mentalidad e interés del científico y la del emprendedor son diferentes, dificultando una interacción eficaz. En ambos, finalmente, surge el interés económico que puede generarse de las nuevas ideas y aparece, entonces, el inherente problema humano de cómo voy yo allí.
Renzo Follegati Ghio