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"Uno no debe, y menos en escenarios como el actual, que son extremadamente volátiles, empezar a sacar cuentas. Lo importante es hacerle presente al electorado lo que se juega en la composición de la constituyente, y además, cuál es la discusión que va a operar sobre el fondo, el contenido de la Constitución".
- Si bien este proceso recién está iniciando, ¿tiene pensada la fórmula cómo quiere postular? ¿Iría dentro de la lista de un pacto o partido político o se aventuraría a ir como independiente fuera de pacto?
- Yo estoy evaluando la situación. Recuerdo las palabras de María Olivia Monckeberg, que sobre el tema de la participación de los independientes en este proceso, ha manifestado que es extremadamente cuesta arriba por la brevedad de los tiempos, por la necesidad de juntar firmas, de 0,5% del padrón que efectivamente concurrió a votar en la última parlamentaria; no es un asunto fácil en tan breve tiempo. Y una alternativa que surge es la de ir como independiente pero en un cupo que provee algún partido. Estoy reflexionando al respecto. Aunque sin haber iniciado conversaciones, he recibido ofertas. Pero no he iniciado conversaciones formales con nadie. Como todo es simplemente ofertas que son unilaterales e informales, prefiero no mencionar nada.
Anhelos de transformaciones
- ¿Cuál es la lectura que hace del triunfo abrumador no sólo del Apruebo, sino también de la Convención Constitucional? ¿Es meramente un castigo o llamado de atención a la clase política?
- No es sólo un llamado de atención. Creo que expresa de manera muy contundente dos cosas. Los anhelos de transformación de la sociedad chilena, yo creo que el sistema que se instaló y que duró cuatro décadas llegó a su término al menos en sus líneas matrices, tras años de insatisfacción. Y esto precisamente ha irrumpido por la aparición de nuevas generaciones que se crearon en este nuevo sistema y que lo que demandan, o más bien lo que han puesto de manifiesto es la enorme insatisfacción con una serie de cosas que este mal llamado modelo de modernización no da. Yendo a la respuesta, creo que uno de los rasgos esenciales de los últimos 30 años, es este desanclaje progresivo entre la sociedad civil y las instituciones en general y en el caso del sistema político en particular. Es decir, yo creo que el triunfo arrollador de la opción de la convención constituyente, es una demostración clara de que la población no sólo anhela la transformación de las líneas matrices del sistema actual, sino que anhela hacerlo saltándose diría yo, el rol tutelar de la clase política. Entonces, ni siquiera se trata de una llamada de atención, como diciendo enmiende el rumbo. Es más fuerte, es decirles "no los queremos, no los necesitamos". Ahora, ojo, eso no quiere decir que no sea necesario el rol de los partidos. Y por qué es tan esencial, porque la política es en sí misma racionalizar un fenómeno social, es encauzar, darle razón y sentido al anhelo de la sociedad.
- Sobre este punto, ¿cómo cree que debería estar conformado el órgano que redacte la nueva Carta Magna? ¿Sólo por rostros ciudadanos provenientes de agrupaciones, gremios y el mundo académico, o también hay espacio para políticos que ejercieron cargos públicos designados o de elección popular?
- Creo en la regla de la democracia, que no se debe generar cortapisa para nadie que quiera postular a una instancia de esta naturaleza, pero quien en definitiva puede decidir sobre la relevancia de una decisión ojalá racional, son los ciudadanos a través del voto. También comprendo la necesidad de incorporar cuotas en la asamblea. Esto ya forma parte del acuerdo al que se llegó en su oportunidad, la cuota de género, e incluso hoy se está discutiendo la cuota un poco menor para pueblos originarios, porque ha habido una situación de inferioridad "secular", respecto a ciertos grupos. Pero hay que tener cuidado con eso. Si un político quiere participar en el proceso que lo haga. Si algún empresario quiere, que participe. Porque la democracia no puede colocarle cortapisas a la oferta.
- ¿Está de acuerdo con que este mecanismo escogido en el plebiscito tenga cupos reservados para pueblos originarios, lo cual se sumaría al mecanismo para asegurar la paridad de género, aprobado en marzo del presente año?
- Sí, pero siempre con limitaciones porque yo creo en la democracia y no en el corporativismo. Y si uno quiere ir generando en el tiempo representaciones de grupos ex-ante, sin pasar por un proceso que implique una decisión democrática, insisto, vamos a acercarnos al corporativismo. Y yo no creo en eso. Pero me parece bien y quiero dejarlo remarcado, que se haya incorporado una cuota de género, porque es un anhelo de un grupo de la sociedad, las mujeres, que han estado en una situación histórica de postergación. No obstante, yo creo que en el futuro lo importante es que seamos capaces de creer que la gran regla de la democracia que es que quien tiene un voto más gana, se respete en todos los niveles. Eso es muy importante.
"no es fácil perfilar los acuerdos"
- ¿Con qué espíritu participaría de la convención? ¿Buscaría realizar cambios importantes a la Constitución o, en su defecto, trataría de defender principios o lineamientos contenidos en la actual Carta Fundamental?
- Le haré una enumeración breve de lo que a mi juicio es lo más relevante de lo que tiene que contener el debate constitucional: rol y forma del Estado, es decir, estamos haciéndonos cargo del estado subsidiario en Chile. El gran capítulo que es los desafíos de la regionalización, que aún está pendiente; piense que ahora tendríamos elecciones de gobernadores, que aún tienen las "manos amputadas", son gobernadores a los que les faltan competencias (…). La forma de la Nación, qué Nación vamos a querer: una que se ancle en la tradición alemana, como una comunidad que une sus raíces en un pasado común, con valores y principios comunes, o vamos a tener un concepto que responda a la tradición francesa o anglosajona, un concepto formal de la nación, pero que es capaz de reconocer en su seno una multiculturalidad. Tenemos el tema de los derechos económicos, sociales y culturales, donde viene otro gran tema que es cómo va a ser entendida la prestación de ciertos derechos sociales. Estoy hablando de la educación, la salud y la previsión social, en el caso del rol del Estado, creo mucho en la incorporación del concepto de Estado Solidario, más que en el subsidiario. Creo que es algo que se proyecta también en el tema de los derechos económicos, sociales y culturales. Y otro aspecto relevante es el de las autonomías de la Constitución, fundamentalmente en el capítulo Fuerzas Armadas (…). Añadiría al "defensor del pueblo", a un ombudsman, el rol y composición del Tribunal Constitucional y también a algunos organismos de control como revisar también la función de la Contraloría. En lo grueso, me parece que estos son los capítulos y este es el espíritu con el que concurro a la convención constituyente.
- ¿Cuán complejo vislumbra el llegar a acuerdos programáticos con las fuerzas políticas expresadas en el órgano constitucional? ¿Con cuáles fuerzas usted siente que tiene mayor cercanía en cuanto a proyectos?
- Las mayores dificultades o no de lograr acuerdos van a depender, primero, de la propia disposición de los actores que concurran a la asamblea, de su grado de racionalidad, de la apertura mental. Uno no puede entrar a una constituyente asilado en trinchera alguna. Toda mi vida -al menos desde los 20 años en adelante- he pensado en ciertas ideas: nunca me han gustado las AFP o el problema de la salud pública en Chile; como tampoco me gusta la violencia o que vaya a considerar que ese es el método adecuado para resolver los conflictos. Con el tiempo me he ido dando cuenta también de la importancia que tiene respetar la posición ajena, el disenso. Son todas cosas que forman parte de la vida democrática. Cuando uno se va librando de ciertas falsas expectativas, comienza a entender que la realidad de nuestro país es compleja, que hay múltiples visiones al interior de nuestra sociedad. Es más: el Apruebo, no es un concepto tan homogéneo como muchos pudieran llegar a creer; debajo de esta opción hay múltiples razones por las cuales las personas se acercaron a votar de esa manera. Entonces, frente a los temas más concretos, no es tan fácil perfilar los acuerdos. Por eso digo que lo importante es la actitud con la que se ingresa a la discusión constitucional. Eso es lo más relevante. Creo que un clima de apertura, donde los propios constituyentes estén dispuestos a escuchar a la población, va a facilitar mucho las cosas.
- En una entrevista con este medio, el filósofo y columnista Hugo Herrera mostró preocupación de que "en la derecha pudieran entrar a la constituyente sectores muy recalcitrantes, que quieran mantener todo y torpedear el avance del proceso de elaboración de una nueva Constitución", y que podría replicarse también en la izquierda. ¿Comparte este temor?
- No lo voy a compartir para nada y por una razón: si así ocurriese, significaría que la sociedad chilena se ha vuelto recalcitrante y pienso que una sociedad, en medio de una de las crisis más graves que ha tenido en los últimos 40 años, ha sido capaz de resolver de una manera tan ejemplar como la vivida en el plebiscito del domingo pasado, sin violencia, de una manera pacífica, no creo que vaya a elegir un parlamento lleno de gente recalcitrante. En segundo lugar, la misión del proceso electoral es reflejar lo que la sociedad es y a eso nunca le he tenido temor. Por lo tanto, cualquiera que sea el resultado en la composición futura, lo importante es que sea el resultado genuino de lo que son los deseos de la sociedad. Por cierto que la incertidumbre que hoy existe va a generar siempre temor, pero uno tiene que tratar de navegar en estos escenarios con un clima esperanzado. 2
"El triunfo arrollador de la opción de la convención constituyente (…) ni siquiera se trata de un llamado de atención, como diciendo 'enmiende el rumbo'. Es más fuerte, es decirles 'no los queremos, no los necesitamos'. Eso no quiere decir que no sea necesario el rol de los partidos, la política es en sí misma racionalizar un fenómeno social".
"El Apruebo, no es un concepto tan homogéneo como muchos pudieran llegar a creer; debajo de esta opción hay múltiples razones por las cuales las personas se acercaron a votar de esa manera. Frente a los temas más concretos, no es tan fácil perfilar los acuerdos. Por eso lo importante es la actitud con la que se ingresa a la discusión constitucional".
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