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Con el cambio de sistema económico durante el régimen militar, el éxodo adquiere proporciones mayores, y las industrias -incluso medianas y pequeñas- cierran o se van. "Simultáneamente se produce el desmantelamiento de diversos organismos del Estado, Ferrocarriles termina el servicio Valparaíso-Santiago; parte importante de la Armada se traslada a Viña del Mar y su oficialidad deja de vivir en Valparaíso; las funciones principales de las casas centrales de los bancos terminan el proceso de reubicación en Santiago".
En paralelo, igualmente "por la falta de consenso para modernizar la actividad portuaria -relación trabajadores, tecnología e infraestructura portuaria-, se optó por la privatización de secciones importantes de la extinta Empresa Portuaria de Chile, la instalación de terminales privados en todo el país y por un lento proceso de tomas de decisiones en Santiago que marcaron la disminución del potencial que tenía Valparaíso como puerto principal".
Así, complementa, en 2010 San Antonio movilizaba un 50.3% del total regional de carga, Valparaíso un 36% y Ventanas gran parte del restante 14%. "De los numerosos proyectos presentados en las últimas décadas, ninguno ha fructificado realmente y se han duplicado propuestas alternativas. Se ha dicho que el futuro de Valparaíso es ser una ciudad universitaria, o que va a ser la capital del arte y la creatividad, pero en lugar de progresar vamos para abajo".
Pobreza y postergación
La representante del PNUD, Marcela Ríos, enfoca el tema central del Diálogo Porteño desde otra perspectiva, considerando que si bien en la Región de Valparaíso ha disminuido de manera importante la pobreza medida por ingresos, persisten rangos significativos de desigualdad y una pobreza multidimensional más alta, sin que figure a nivel nacional entre las zonas con mayores niveles de vulnerabilidad. Pero, advierte, por la diversidad de situaciones que coexisten en su territorio, los indicadores expresados en promedios regionales invisibilizan algunas de las realidades comunales.
Refiere que la zona, por ejemplo, ha mejorado significativamente en lo que respecta al Índice de Desarrollo Humano, con incrementos importantes en acceso a la salud y asistencia global de niños, niñas y jóvenes a la educación, "pero hay muchas diferencias al interior de la región, que a veces son incluso mayores que las que se dan con otras zonas". Ejemplifica con los casos de Algarrobo, que registra los menores niveles de pobreza, y Cabildo, que presenta rangos similares a los de la Región de La Araucanía.
Además, recalca que la pandemia ha agudizado las vulnerabilidades, como lo demuestra un estudio sobre su impacto en los hogares efectuado por el PNUD en conjunto con el Ministerio de Desarrollo Social y Familia, y el Instituto Nacional de Estadísticas, que revela que en la Macrozona Centro, que incluye la Región de Valparaíso, pero no la Metropolitana, el 35% de los hogares declara que no le alcanzan los ingresos debido a la pérdida o suspensión de los empleos, mientras el 24% acusa problemas de salud mental, porcentaje mayor que el promedio país.
Por otra parte, la cientista política plantea que aquí las diferencias de salarios entre hombres y mujeres son importantes, situación que se ha agravado por el cierre de rubros que concentran mano de obra femenina, como servicios, hotelería y turismo. Los hogares más pobres, en tanto, resienten la sobrecarga del trabajo de cuidado, que no se remite a enfermos o ancianos, sino también a menores debido al cierre de jardines infantiles y colegios, tareas que se suman a las sobre exigencias que ya pesan sobre las mujeres.
En otro aspecto, "nosotros hemos demostrado a lo largo de los años que para los ciudadanos y ciudadanas hay una dimensión simbólica de la desigualdad que es muy importante y que en la ciudad de Valparaíso creo que ha sido particularmente relevante", como es una fuerte percepción de postergación e injusticia frente a privilegios o beneficios que se tienen por el hecho de vivir en Santiago
"En nuestro informe 'Desiguales' de 2017 decimos que muchas veces la sensación de injusticia no tiene necesariamente que ver sólo con desigualdades materiales, sino con percibir que los privilegios y ventajas de otros son injustas, tienen un origen moralmente ofensivo", desde que no derivan de un mayor esfuerzo, competencias o habilidades, sino que el solo hecho de vivir en el centro del país o en Santiago propicia el acceso a recursos, beneficios y una inversión estatal que no tienen los ciudadanos en las regiones.
De eso "hay muchísima conciencia en la Región de Valparaíso y constituye una dimensión muy importante en esta discusión", ya que existen profundas desigualdades respecto de cómo se distribuyen los fondos públicos en el territorio nacional.
¿valparaíso fue abandonado?
¿Se pueden atribuir los males de Valparaíso a una suerte de inacción del Estado? Eduardo Cavieres no tiene dudas de que distintas administraciones, de diferentes signos políticos, miraron hacia el lado. "Los presidentes Lagos, Frei Ruiz-Tagle, Bachelet, el mismo Piñera, abandonaron Valparaíso. Todos vinieron a presentar proyectos que nunca se han cumplido", plantea.
El Premio Nacional de Historia apunta a otra causa del actual estado de cosas: "la persistencia de los organismos centrales del Estado de pensar que desde Santiago se solucionan mejor los problemas de provincias". Ejemplifica con la ejecución de los Ejes Transversales de avenida Uruguay y Ecuador-Bellavista, que angostaron calles y ensancharon las veredas que serían luego totalmente funcionales al comercio ambulante.
¿Abandono?, se pregunta Agustín Squella y difiere de Eduardo Cavieres. "No creo que lo haya habido. El gobierno de Lagos se preocupó también de nuestra ciudad. Otro de nuestros tics es culpar siempre al gobierno central, incluso cuando hemos tenido el apoyo de él. Somos desconfiados, y comúnmente nos ponemos a la defensiva ante cualquier iniciativa pública o privada en favor de Valparaíso que provenga de un metro más allá de Casablanca. Con todo, es verdad que hace falta que el poder político en Chile se desconcentre territorialmente en favor de las regiones, y eso es algo que podrá conseguirse en una nueva Constitución que, junto con organizar dicho poder, lo divida mejor, lo desconcentre, lo limite y lo controle en favor de una gestión en que la probidad y las buenas prácticas sean lo prioritario".
Como también hace falta "que en el presupuesto general de la nación de todos los años se contemple una partida que asigne recursos a todos los sitios chilenos que han sido declarados patrimonio de la humanidad para que de ese modo mejoren y no empeoren luego del momento de la declaratoria", ya que "al Estado de Chile, y a los sucesivos gobiernos, les costó entender que cuando se inscribe un sitio en la lista del patrimonio mundial, es el mismo Estado, no la región ni menos los respectivos municipios, el que contrae los deberes que esa condición impone".
El camino a la recuperación
A la hora de analizar en qué debe basarse la recuperación de Valparaíso, el Premio Nacional de Humanidades considera que "en parte siempre en el puerto, porque eso es lo que somos: una ciudad puerto, aunque antes de eso somos una ciudad habitada, un lugar en el que viven personas, cientos de miles de personas. Hay que continuar potenciado la ciudad turística que es Valparaíso, pero también la ciudad patrimonial y la ciudad universitaria que somos, y todo eso sin que las varias ciudades que ha llegado a ser Valparaíso se muestren los dientes y se peleen unas con otras".
Porteño que nunca se ha movido de la ciudad, Eduardo Cavieres no ve otra opción que un movimiento ciudadano "de verdad", sin colores políticos, en conjunto con una educación pública que apueste por la creación de lazos identitarios entre ella y los niños y jóvenes en formación. "Si ese movimiento existiera, quizás no veríamos la calle Condell en las condiciones en que se encuentra hoy día", dice.
Marcela Ríos remarca que los desafíos de desarrollo en un sentido amplio pasan por distintas dimensiones. "Son importantes los cambios políticos institucionales, pensamos que el proceso constituyente y la elección directa de gobernadores abren una oportunidad para tener una discusión como país, para poder revisar la forma en que funcionan la toma de decisiones, la estructura del Estado, la concentración del poder en Santiago versus el poder, los recursos y las facultades de los gobiernos regionales".
Pero también apunta a la cooperación público-privada y a un rol protagónico de las universidades que confieren un valioso capital humano cuyo aporte es fundamental para el desarrollo de la ciudad. A eso se suma "una sociedad civil bastante robusta", todo lo cual se traduce en una región donde existen "la iniciativa, el talento, la creatividad para poder pensar sus propios problemas y también para pensar en soluciones de manera colaborativa entre el Estado, la sociedad civil, las universidades y el sector privado", que debe cumplir "un rol mucho más activo y estar mucho más presente en los territorios, ya que si bien lo está en términos de empleo y producción, no necesariamente se observa todo lo comprometido que se requiere con los procesos de desarrollo de las regiones" y debe involucrarse más activamente en este proceso.
La representante del PNUD enfatiza que "parte de las soluciones tienen que provenir también de las propias regiones, y Valparaíso en eso tiene una posición privilegiada respecto de otras zonas, ha avanzado muchísimo, tiene un capital instalado -la iniciativa de Puerto de Ideas es algo inédito que se ha exportado desde esta región a otras-, y yo creo que esto muestra que la región tiene también tiene mucha capacidad para pensar su modelo de desarrollo. Y eso es algo que hay que promover e incentivar". 2
"Nos hemos transformado en una ciudad pobre y en una ciudad de pobres, de una falta crónica de oportunidades".
Hay muchas diferencias al interior de la región, a veces incluso mayores que las que se dan con otras zonas".
De los numerosos proyectos presentados en las últimas décadas, ninguno ha fructificado realmente".
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