La mujer que debe abrirle a Joe Biden el camino a la Casa Blanca
TRANSICIÓN. Emily Murphy es quien debe facilitar en la práctica la instalación del gobierno del demócrata.
Agencias
El Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, siguió ayer sin agenda pública, concentrado en sus denuncias de un "fraude electoral" y sin que parezca que las impugnaciones que ha presentado su equipo en varios estados vayan a influir en la victoria del demócrata Joe Biden.
Diez días después de que se proyectase a Biden como presidente electo, Trump desapareció de la vista de los estadounidenses, atrincherado en la Casa Blanca.
Su única aparición pública durante este tiempo fue el pasado viernes, cuando compareció en el jardín de la Rosaleda de la Casa Blanca para comentar los avances en las vacunas contra coronavirus. Sin aceptar preguntas ni hacer referencia a la derrota electoral, volvió a su residencia oficial.
En este tiempo, sus contadas salidas han sido exclusivamente los fines de semana para jugar al golf en su club privado en Sterling (Virginia).
Silencio público
Trump aún no admite su derrota ante Biden, rompiendo así la tradicional llamada de cortesía entre los aspirantes, y su contacto con el mundo exterior se ha canalizado exclusivamente a través de su red social favorita, Twitter.
"Gané las elecciones. ¡Fraude al votante en todo el país!", escribió ayer, todo en mayúsculas, junto a una serie de comentarios que siempre vienen con la advertencia de Twitter sobre su poca fiabiliad.
Además, su campaña presentó ayer una petición de recuento en dos condados de Wisconsin, Milwaukee y Dane, por considerar que hay "votos ausentes alterados ilegalmente y emitidas ilegalmente", estado donde Biden ganó por un margen de 20.500 votos, según los recuentos.
A la inusual situación se suma la alarma por el fuerte aumento de contagios en EE.UU., que sigue aumentando a niveles récord y comienza ocasionar fuerte presión en hospitales, mientras se acercan a los 250.000 fallecidos.
Biden sigue sin recibir la aprobación para que su equipo trabaje de cerca con las agencias que deberá supervisar desde el 20 de enero, día de la toma de posesión, y planea reunirse con profesionales de la salud para conocer el trabajo contra el covid-19.
Esta crisis parece ser la única que podría forzar la mano de la Casa Blanca para facilitar la transición, que Emily W. Murphy, administradora de la Administración de Servicios Generales, (GSA, en inglés), debe facilitar en su apartado más práctico, pero que hasta el momento se ha resistido a llevar a cabo.
El 14 de diciembre está previsto que se reúna el Colegio Electoral, donde se formalizan los votos asignados a cada candidato, y en ese momento Emily Murphy podría verse forzada a facilitar el acceso al equipo de Biden.