"Las expectativas son que en la Convención Constitucional no se replique la cocina política"
Decidido a ser candidato a la Convención Constitucional está el periodista y escritor Pedro Cayuqueo, para lo cual tiene avanzadas conversaciones con el Partido Socialista, que le otorgaría un cupo como independiente y sería en la Región de Valparaíso, ya que si bien es originario de una comunidad mapuche del Valle del Cautín, en la Araucanía, lleva cuatro años viviendo en Viña del Mar.
"La verdad es que tuve varios acercamientos a algunos bloques políticos, entre ellos el Frente Amplio, y con el que más pude avanzar en la posibilidad de tener un espacio como independiente fue con el Partido Socialista, ya que otros bloques, como el Frente Amplio, están privilegiando a sus propias candidaturas vinculadas al mundo social, al mundo académico, y uno acá viene a ser un outsider de la política tradicional, yo no tengo militancia partidista en mi biografía", expuso.
- ¿Por qué decidió establecerse en Viña del Mar?
- Bueno, yo desarrollo gran parte de mis actividades en la Región Metropolitana, vivir en Santiago no era una opción para mí, no es atractivo en términos personales, tampoco familiares, y decidimos venirnos acá, a una provincia cercana, y estamos bastante contentos en la Quinta Región, la verdad es que el Gran Valparaíso tiene una vida cultural y social bastante activa -bueno, en prepandemia-, entonces es un lugar muy agradable para vivir.
- ¿Cómo surge su interés en integrar la Convención Constitucional?
- Yo creo que estamos en un momento inédito en la historia de Chile y esa excepcionalidad del momento hace que uno tenga muchas ganas de ser parte. Yo he trabajado al menos durante dos décadas en materia indígena, me toca escribir habitualmente sobre la temática indígena, monitorear las políticas públicas de distintos gobiernos; y pasar del diagnóstico a poder incidir realmente en lo que sería una futura gran Constitución, se me hace muy interesante. No es la elección de un cargo político como sería alcalde, diputado, que son más bien motivaciones para políticos profesionales; yo observo esta instancia en particular como algo mucho más ciudadano, algo temporal, que dura poco más de un año, pero el impacto que va a generar en el futuro va a ser tremendo.
- ¿Iría como independiente, o de aprobarse los escaños reservados para pueblos originarios iría en uno de ellos?
- Yo decidí que, de existir escaños reservados indígenas, voy a optar por la competencia regular, porque me parece que los escaños reservados, de existir, debieran ser utilizados por dirigentes sociales, comunitarios, territoriales de los pueblos originarios, y quienes hemos tenido más acceso a tribuna pública debiéramos optar por ir en la competencia regular con el resto de los candidatos. Esa es mi posición y de ahí no me voy a mover.
- ¿Es muy difícil para un independiente asumir una candidatura sin estar bajo el alero de algún partido y por eso lo está conversando con el PS?
- Lamentablemente, creo que la opción de ir independiente en las condiciones actuales, sin listas de partidos, hace muy difícil, si no imposible, lograr ser constituyente. Es lo que tenemos, un sistema de representación política que se basa en partidos políticos. En principio, no es ni bueno ni malo, simplemente existe, y la verdad es que la cancha para los independientes es bastante cuesta arriba en una candidatura. Más que una aventura personal, tiene que ver con un convencimiento del aporte que se puede hacer en materia, principalmente, de la mirada indígena, que yo creo que es tan necesaria.
- ¿Cree que la ciudadanía, que esperaba que dirigentes sociales sin conexión con partidos integraran la Convención Constitucional, pueda decepcionarse al ver que, finalmente, eso es casi utópico?
- A ver, yo creo que las expectativas son que en la Convención Constitucional no se replique la cocina política que observamos cotidianamente en otras elecciones, particularmente en las elecciones al Congreso. Yo creo que se está esperando que caras nuevas sean las que lleguen a esa instancia y que representen, de alguna forma, distintas sensibilidades sociales, ciudadanas que hay en la sociedad chilena. No necesariamente solo dirigentes sociales, también puede ser gente del mundo académico, del mundo de la cultura, del mundo de las comunicaciones, en fin, yo creo que debe ser un arcoíris de representantes y me gustaría mucho que no fueran necesariamente políticos profesionales.
- ¿El tema indígena será su principal bandera de lucha?
- Sí, yo creo absolutamente en las vías institucionales, en el diálogo político, no me parece que sea la confrontación o la violencia el camino para resolver las controversias que tenemos los pueblos originarios con el Estado, particularmente el pueblo mapuche, al que yo pertenezco, y me parece que esta instancia es clave para dar un cauce institucional a este tema. Y ahí esta posición que yo he defendido en mis textos, en mis libros, en el ámbito intelectual, creo que llegó un momento en que hay que defenderla en la arena política, y es un atrevimiento que yo creo necesario en los tiempos en que vivimos.
- ¿Apunta también a otros temas, como el agua, por ejemplo?
- Mira, del tiempo que llevo acá en la Quinta Región me ha tocado en la etapa prepandemia viajar harto por el interior, he recorrido muchas comunas en actividades culturales, charlas de libros y, claro, uno de los temas que cruza la Región de Valparaíso tiene que ver con el tema de la sequía, el tema de agua, el daño medioambiental, que es grave en algunas comunas, uno se encuentra con voces críticas respecto de cómo ha sido abordado el tema ambiental en la región; y la verdad es que el tema medioambiental camina de la mano con las temáticas indígenas, es una temática que conocemos de primera fuente en el sur, está también en nuestro paradigma cultural y es un tema que, además de los propios indígenas -que acá también existen en una gran población urbana muy organizada-, el tema medioambiental también es muy relevante y es uno de los temas eje que podríamos intentar desarrollar.
- ¿Coincide con quienes advierten que el quórum de dos tercios podría impedir los grandes cambios que, por lo mismo, no se han podido hacer hasta ahora?
- Yo tengo ahí una mirada un poco diferente, pues tengo la experiencia de haber sido corresponsal y de haber reporteado la asamblea constituyente boliviana en la década pasada, que también contó con los dos tercios como requisito de aprobación. La verdad es que los dos tercios son casi una norma estándar internacional en este tipo de convenciones o de asambleas constituyentes, y a mí, en lo personal, me parece que grandes temas referidos a nuestro futuro como República requieren de consenso y de quórum suficiente para que sean legítimos y después sean respetados. Ahora, que existan sectores políticos que intenten cambiar el quórum, como lo está haciendo la diputada Camila Vallejo, no me parece negativo, pero creo que no tiene viabilidad política porque carece de los votos para lograrlo, pero no me parece que sea negativo que se discuta el tema, si se hace en el marco de la institucionalidad democrática no creo que sea malo. Pero a mí, en lo personal, los dos tercios no es un tema que me complique tanto, porque la experiencia internacional da cuenta de que es más o menos el estándar en estas materias.
- Hay quienes insisten en una asamblea constituyente, incluso llamaban a marcar el voto con AC. ¿Cree que haya una gran diferencia con la Convención Constitucional o estima que son prácticamente lo mismo?
- Yo creo que es lo mismo, y más bien aquellas voces que llamaban a marcar el voto, creo que estaban cometiendo un tremendo error, porque creo que estos son momentos republicanos en que hay que dejar los maximalismos de lado, porque esos maximalismos pueden boicotear un proceso que está en marcha, y hay que ser súper responsable, porque estamos viviendo un momento histórico, un momento único, y por lo mismo es bastante frágil, creo yo, y hay que estar a la altura del desafío que viene.
- Se hablaba de 23 escaños reservados aparte para pueblos originarios, pero hoy el Gobierno propone un 10% de escaños reservados dentro de los 155 constituyentes. ¿Cuál es su visión al respecto?
- Yo creo que debiera darse una representación acorde al último censo, es decir, al menos un 12,8% de la población nacional se declaró indígena, y por tanto, eso debiera también reflejarse en la constituyente. Ahí apoyo la propuesta de los pueblos indígenas, que han planteado la idea de 24 escaños dentro o fuera de los 155. Ahora, eso tendrá que llegar a una negociación, pero que debe haber escaños reservados es casi una obligación moral, porque no podría ser que se redacte una nueva Constitución y, nuevamente, como en gran parte de la historia de Chile, queden fuera los pueblos originarios, que incluso sus propios símbolos han marcado gran parte de lo que sucedió en el estallido social y las actividades posteriores, la bandera mapuche ha estado presente en todo espacio y lugar, en todo Chile, y sería una vergüenza nacional, y creo que también un bochorno internacional, que quedemos fuera de esta instancia de deliberación.
"Pasar del diagnóstico a poder incidir realmente en lo que sería una futura gran Constitución, se me hace muy interesante".
"Voy a optar por la competencia regular, porque los escaños reservados, de existir, debieran ser para dirigentes sociales, comunitarios, territoriales de los pueblos originarios"
"Aquellas voces que llamaban a marcar el voto (con AC), yo creo que estaban cometiendo un tremendo error, porque creo que estos son momentos republicanos en que hay que dejar los maximalismos de lado".