Nuevos factores en inversión portuaria
Las cambiantes condiciones del mar pasan a ser determinantes en las proyectadas obras de expansión de los terminales marítimos regionales. El experto Patricio Winckler recomienda "estudiar la eventual reubicación de las edificaciones inundables a sectores más elevados y diseñar sistemas flexibles y redundantes en las instalaciones críticas del proceso de transferencia de carga".
El cambio de las condiciones climáticas se ha convertido en factor determinante en la ejecución de obras portuarias en nuestro litoral. Marejadas, magnitud del oleaje y vientos inciden directamente en el diseño de los terminales y, definitivamente, en la inversión que se realiza en esas obras.
Un estudio dirigido por el académico Patricio Winckler, de la Escuela de Ingeniería Civil Oceánica de la Universidad de Valparaíso, hace presente esta realidad en los puertos de San Antonio y Valparaíso, terminales en los que se consideran obras de ampliación con el objeto de atender naves de nueva generación. En San Antonio, el Puerto a Gran Escala (PGE) se basa en un espigón de 1.760 metros de extensión, que requiere un rompeolas de protección de 3.900 metros, US$ 1.200 millones que se agregan al costo general de la obra.
Las nuevas variables también condicionan el proyectado Terminal 2 de Valparaíso, de acuerdo a lo recomendado por el estudio aludido. Afirma Winckler que "el diseño portuario debe garantizar la seguridad de la nave, los tripulantes y la carga desde que la nave se aproxima al puerto hasta que zarpa a su próximo destino". Y agrega que "de seguro las condiciones extremas de oleaje están consideradas en el PGE de San Antonio y el Terminal 2, pero desconozco si dichas variables se han proyectado durante la vida útil de ambas, en el contexto de un clima cambiante".
Observaciones pertinentes. Las obras portuarias, aun cuando sean ejecutadas por privados en base a concesiones, se deben adelantar a la contingencia climática. En último término, quedan como patrimonio del país.
Uno de los problemas que afectan a los terminales son los cierres determinados por la autoridad portuaria como medida de seguridad. Este año se han dispuesto 54 cierres en San Antonio, un 30% más que el año pasado.
Los cierres, recomienda el ingeniero, "pueden reducirse mediante un conjunto de medidas de corto plazo, como la generación de pronósticos y registro de las variables ambientales en las zonas portuarias, la optimización de procedimientos de asistencia a las naves mediante las maniobras de atraque y el uso de sistemas dinámicos de amarre una vez que la nave está atracada".
En cuanto al aumento del nivel del mar recomienda "estudiar la eventual reubicación de las edificaciones inundables a sectores más elevados y diseñar sistemas flexibles y redundantes en las instalaciones críticas del proceso de transferencia de carga".
Como se aprecia, la inversión portuaria enfrenta factores nuevos que inciden en sus costos, que presionan el valor de los productos transferidos, los fletes y, definitivamente, el comercio exterior. Atender estos factores es una exigencia para la autoridad portuaria cuando están en marcha procesos de expansión de terminales y también futuras licitaciones.