La crisis del sector gastronómico y sus efectos en dos locales porteños icónicos
VALPARAÍSO. Extrabajadores del "Cinzano" recibieron sus finiquitos por la liquidación del bar. En tanto, el restaurante "Moneda de Oro" funciona con la alerta puesta ante un rebrote de covid-19.
La situación crítica de los restaurantes del plan de Valparaíso ha tomado ribetes preocupantes; en su mayor medida por los efectos económicos de la pandemia del coronavirus. Mientras locales como el tradicional "Moneda de Oro", dan la pelea para seguir en la actividad; los trabajadores del Bar "Cinzano" recibieron los finiquitos por la liquidación a la que se acogieron los dueños del histórico local.
Sin embargo, el dinero recibido por los exempleados, a su juicio, no es una justa retribución a los años laborados en el local. Leonardo Zúñiga trabajó durante cinco años en el "Cinzano", aunque tuvo solo dos con contrato. Comentó que fue una sorpresa el anuncio de la liquidación, debido a los desmentidos que hizo el propietario, Pablo Varas, por las notas de cierre en la prensa de la capital. Pero al final reconoció los hechos.
Esta semana, Zúñiga y sus compañeros, asesorados por el abogado Rodrigo Díaz Yubero, fueron notificados de que se había llegado a un acuerdo con el liquidador, Francisco Cuadrado, para una oferta de finiquitos. "La verdad eran bastante irrisorios, no lo digo por mí, lo digo por la gente antigua. En el caso de Jorge Campusano, administrador por 40 a 45 años del 'Cinzano', que le estén dando un finiquito de $2 millones, lo encuentro simplemente una falta de respeto", dijo.
Los casos se repiten con otros de los 12 trabajadores que tenía el restaurante, como "Miguel Ángel Lira, el garzón más antiguo del 'Cinzano', 35 años, y le ofrecieron $4 millones; a Juan Campos, que lleva 15 años y fracción, le están ofreciendo los mismos 4 millones. Encuentro una falta de respeto de parte de estos tipos, que ahora están tranquilos en su casa y se desligaron de todo este tema".
Proceso de liquidación
Según explicó Díaz Yubero, los trabajadores del "Cinzano", en el proceso de liquidación, deben participar junto a otros acreedores para comenzar a saldar las deudas pendientes. "En buenas cuentas, el deudor pone a disposición del liquidador los bienes que declara tener, se hace un inventario de bienes y luego se llama a los posibles acreedores para que concurran, haciendo valer sus créditos, sus preferencias respectivas de acuerdo a la ley; y lo que hace el liquidador es ponerlos en fila, los ordena", indicó. Sin perjuicio de lo anterior, es probable que las deudas pendientes no sean canceladas en su totalidad, en atención a los pocos bienes que tiene la sociedad propietaria.
Por ello, el jurista señaló que "aun teniendo una oferta concreta de dinero, los finiquitos son, en definitiva, el resultado del examen que realiza el liquidador, con la información que se le proporciona acerca de las últimas liquidaciones de sueldos de los trabajadores, sobre esa base se construye la oferta".
Díaz Yubero recomendó a sus representados que firmen el finiquito, pero "con la reserva de derechos, es decir que se reservan la posibilidad de hacer valer las diferencias (de la deuda pendiente) ante los Tribunales", en vista de lo que arroje la liquidación.
Por su parte, Leonardo Zúñiga planteó que lo vivido por sus compañeros es más que un abuso. "Fue reírse en la cara, literalmente, de los trabajadores. No es solo un tema de prestar un servicio, nosotros nos pusimos la camiseta por el local, éramos leales con la empresa. Siempre vimos que el 'Cinzano' tenía sus problemas, pero siempre apoyamos la causa", expresó.
Este Diario intentó comunicarse con Pablo Varas para conocer su visión de los hechos, pero no hubo respuesta hasta el cierre de la edición.
El "moneda" resiste
Muy cerca del "Cinzano", en la Plaza Cívica, el restaurante "Moneda de Oro" busca salir a flote después de meses cerrado a raíz de los confinamientos por la pandemia. Danitza González, quien trabaja junto a sus padres en la administración del recinto, valoró la importancia de la reapertura, a pesar de que se tuvo que hacer sacrificios.
"Lamentablemente, tuvimos que volver con la mitad de nuestro personal, por eso es súper esperanzador poder abrir, pero estamos tratando de tomar todos los resguardos necesarios para funcionar bien, en cuanto a la pandemia y los contagios", puntualizó.
En ese sentido, González reconoció sus temores ante el inminente rebrote de covid-19 y posibles retrocesos en el plan Paso a Paso en Valparaíso: "Ahí sería súper complicado, porque nosotros tendríamos que cerrar y, eventualmente, no sé qué podría pasar. Tuvimos que hacer suspensión laboral de contratos con todos, postulamos a un proyecto de Sercotec para los arriendos, porque todo continúa y en eso nos apoyamos un poco".
Aunque hay fe en que todo puede mejorar para el alicaído rubro gastronómico, turístico y comercial, Danitza plantea que "antes que todo está la vida, uno estar bien, sano, con su familia y, si es necesario, habrá que acatar las órdenes", en el caso de un nueva cuarentena porteña, pero con la mira puesta en evitar un nuevo cierre de sus actividades.
"No es solo un tema de prestar un servicio, nosotros nos pusimos la camiseta por el local, éramos leales con la empresa".
Leonardo Zúñiga, Extrabajador del Bar "Cinzano"
"Tuvimos que volver con la mitad de nuestro personal, es súper esperanzador poder abrir, pero tratando de tomar todos los resguardos necesarios".
Danitza González, Restaurante "Moneda de Oro"
12 trabajadores tenía el "Bar Cinzano" hasta el día de su cierre, los cuales firmaron su finiquito.