"Es como si a las universidades nos hubieran autorizado para retirar el 10%"
Aunque valora "el esfuerzo de reducción del daño" que hizo el Parlamento en materia de financiamiento de la educación superior, plantea que el presupuesto 2021 no es satisfactorio para las universidades en general ni para las casas de estudios públicas en particular.
"Nuestro desafío es posicionar a la Universidad de Valparaíso entre las mejores del país", plantea el nuevo rector y secretario general de la institución entre 2008 y 2019, Osvaldo Corrales Jorquera (48), quien formula un llamado a las comunidades universitaria y regional a trabajar unidas en la perspectiva del fortalecimiento del desarrollo regional.
El académico porteño, quien sucede en el cargo al actual candidato a gobernador regional y rector por tres periodos, Aldo Valle, fue elegido en un proceso donde fue postulante único, pero en el cual sufragaron más de 470 profesores de la universidad, en la cual él estudió Psicología, para luego cursar un magíster en la Universidad de Chile -donde también hace clases-, y el doctorado en Psicología Social en la Universidad Complutense de Madrid.
Para el rector electo es claro que la exigente meta institucional que se impuso demanda una sólida adaptación al conjunto de transformaciones tecnológicas que marcan esta etapa del tercer milenio y que están reconfigurando el ejercicio de buena parte de las profesiones, lo que a la vez implica la revisión del modelo educativo con énfasis en la formación continua, por lo que el objetivo es duplicar en los próximos cuatro años la matrícula de postgrado en la UV.
Además, en el ámbito de la generación de conocimiento, investigación e innovación "queremos conectarnos de modo más profundo y directo con las necesidades de la región, que tiene grandes desafíos", entre ellos la escasez hídrica, zonas de sacrificio ambiental e impacto del cambio climático. "Nuestro interés es que la producción de conocimiento en esas áreas, se ponga al servicio de resolver problemas relevantes y sintonizar de mejor forma con el desarrollo regional", señala, al igual que "lograr que la universidad sea un motor en la recuperación económica de la Región de Valparaíso".
Aquí el rector se plantea también frente al plebiscito y el estallido social, la posibilidad de que los docentes que se conviertan en convencionales no pierdan su condición de académicos, la representatividad de las organizaciones estudiantiles, el financiamiento y el carácter gratuito que, cree, deben tener al menos las carreras que imparten las universidades estatales.
COSTOS DE PANDEMIA Y RETENCIÓN DE ALUMNOS
- 2020 fue un año con muchas dificultades y a las universidades del Consejo de Rectores (CRUCh) la pandemia les costó más de $204 mil millones. ¿Cuál fue el costo para la UV?
- La universidad se ve afectada por la pandemia en dos sentidos. Muchas familias vieron modificada su situación económica dramáticamente y eso les ha impedido pagar matrículas o aranceles; hemos dado todas las facilidades para que ningún alumno deje de serlo por ese motivo. También hemos tenido mayores gastos por la adaptación a la emergencia: distribuimos casi mil equipos entre nuestros estudiantes y alrededor de mil kits de conectividad, para garantizar que quienes no disponían de los medios, pudiesen asistir de manera tele presencial a sus clases. La UV enfrentó esta pandemia en un muy buen pie en el sentido de solvencia financiera, porque hemos tenido una administración responsable. No contamos aún con estimación de costo, pero no hemos registrado una mayor afectación por deserciones. De hecho, los niveles de retención de estudiantes mejoraron respecto a 2019.
- ¿Cuáles son sus expectativas para 2021? El Mineduc ha dicho que para la educación escolar la regla será la presencialidad.
- Esto no depende sólo de la voluntad de los agentes, sino de la situación sanitaria. Si el próximo año nos sorprende con una segunda ola, como ya anticipó el ministro de Salud, es probable que la intención o directriz no pueda cumplirse. Nosotros somos cautos y las decisiones que tomemos dependerán de la situación. Vemos muy difícil que si no hay un proceso de vacunación e inmunización masivo, podamos recuperar una normalidad como la conocíamos en enero. Nuestra apuesta es, si la situación sanitaria lo permite, tener actividades híbridas, mezclando tele presencialidad con presencialidad en labores prácticas.